La historia del pendón damasco carmesí de Brimeda
![[Img #60873]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/3627_2.jpg)
Este sábado tenía lugar en Brimeda una conferencia a cargo de José Antonio Ordóñez, de Pendoneros de León, sobre la historia del pendón de Brimeda, documentada a partir de los archivos de los ‘libros de fábrica’ localizados en el Archivo Diocesano de Astorga.
La conferencia fue muy pormenorizada pues a José Antonio Ordóñez no se le distrae de ningún escrito la palabra pendón. No se ciñó en su exposición únicamente al pendón de Brimeda, sino que situó históricamente el origen de los pendones en la provincia de León.
Los hitos más importantes, en lo referido al pendón de Brimeda, vendrían a ser 1648 cuando, según el documento de fábrica, Gabriel Ferrero dio la friolera 297 reales a Pedro de Escobar a cuenta del pendón, más un real y medio cuando se concretó. También en 1648 se produce la escritura, el sellado y corte del pendón por 7 reales. El asta del pendón y la cruz costaron 30 reales.
Es en 1649 cuando se nos da noticia de tres cargas de centeno que han de pagarse al bordador Pedro Escobar, también se añaden cinco quintales de trigo para el pago de su labor.
![[Img #60874]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/1007_3.jpg)
Otro momento importante es el de la fecha del inventario de 1649. En él se habla de un pendón nuevo de damasco carmesí, -nunca rojos, sí ‘coloraos’, ‘encarnaos’ o de damasco carmesí- con borlas y cordones, y dos tarjetas, una del Rosario y otra de San Esteban. En este inventario se mencionan cinco cofradías en Brimeda, aunque según Jose Antonio Ordóñez es posible que hubiera más: la de Ánimas, la de Nuestra Señora del Rosario, la de los Santos Mártires y la de Nuestra Señora de la Natividad. También se conoce por este inventario que había una archicofradía del Perpetuo Socorro (las archicofradías deben su existencia a su antigüedad o a su importancia).
Pero siendo estos los momentos claves en lo que atañe al pendón de Brimeda, abundó José Antonio en la enumeración de fechas en las que aparece en los mencionados archivos de Astorga. En algunas de las citas se detallan las características de la Cruz. En la nota y el inventario de 1680 se detallan los colores del pendón: "carmesí encarnado con sus franjas de oro" (dice la nota), mientras que en el inventario se dice del paño: "carmesí coloreado con rondón de oro y otro pendón viejo de damasco carmesí".
José Antonio Ordóñez aportaba infinidad de ocasiones referidas a las recomposiciones del pendón. En el inventario de 1723 donde se mencionan dos pendones encarnados rotos. O a la compra de damasco para hacer un pendón nuevo en 1741. O a un pagamento de dos reales a los portadores del pendón para el Corpus de Astorga en 1744... A la compra en 1797 por 1.302 reales para un pendón de damasco carmesí que se hizo nuevo, también para la recomposición del viejo. Continuas noticias para cambiar o reformar las varas de los pendones pues se rompían con mucha frecuencia. También el inventario de 1831 donde se detalla la existencia de un pendón de damasco viejo y otro encarnado y verde, apostillaba José Antonio Ordóñez que tal vez el verde estuviera dedicado a nuestra Señora del Rosario.
![[Img #60872]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/27_1-dsc_3701.jpg)
Desde 1851 hasta 1894 hubo distintas recomposiciones y composturas de pendones. Es curiosa la existencia de un pendón negro tal vez dedicado a las ánimas.
Contaba también el conferenciante que era costumbre llevar los pendones con la cruz el día del Corpus a la ciudad de Astorga. Aquí hizo una concreción en 1860 en que había encontrado la noticia de que se llevara el pendón a Astorga; pero este trasiego desde distintas villas de la diócesis de Astorga se hacía anualmente y propuso al alcalde que habría que recuperar esa tradición.
Una vez acabada la conferencia la comisión de fiestas agasajó a los presentes con un magosto popular.
![[Img #60873]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/3627_2.jpg)
Este sábado tenía lugar en Brimeda una conferencia a cargo de José Antonio Ordóñez, de Pendoneros de León, sobre la historia del pendón de Brimeda, documentada a partir de los archivos de los ‘libros de fábrica’ localizados en el Archivo Diocesano de Astorga.
La conferencia fue muy pormenorizada pues a José Antonio Ordóñez no se le distrae de ningún escrito la palabra pendón. No se ciñó en su exposición únicamente al pendón de Brimeda, sino que situó históricamente el origen de los pendones en la provincia de León.
Los hitos más importantes, en lo referido al pendón de Brimeda, vendrían a ser 1648 cuando, según el documento de fábrica, Gabriel Ferrero dio la friolera 297 reales a Pedro de Escobar a cuenta del pendón, más un real y medio cuando se concretó. También en 1648 se produce la escritura, el sellado y corte del pendón por 7 reales. El asta del pendón y la cruz costaron 30 reales.
Es en 1649 cuando se nos da noticia de tres cargas de centeno que han de pagarse al bordador Pedro Escobar, también se añaden cinco quintales de trigo para el pago de su labor.
![[Img #60874]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2022/1007_3.jpg)
Otro momento importante es el de la fecha del inventario de 1649. En él se habla de un pendón nuevo de damasco carmesí, -nunca rojos, sí ‘coloraos’, ‘encarnaos’ o de damasco carmesí- con borlas y cordones, y dos tarjetas, una del Rosario y otra de San Esteban. En este inventario se mencionan cinco cofradías en Brimeda, aunque según Jose Antonio Ordóñez es posible que hubiera más: la de Ánimas, la de Nuestra Señora del Rosario, la de los Santos Mártires y la de Nuestra Señora de la Natividad. También se conoce por este inventario que había una archicofradía del Perpetuo Socorro (las archicofradías deben su existencia a su antigüedad o a su importancia).
Pero siendo estos los momentos claves en lo que atañe al pendón de Brimeda, abundó José Antonio en la enumeración de fechas en las que aparece en los mencionados archivos de Astorga. En algunas de las citas se detallan las características de la Cruz. En la nota y el inventario de 1680 se detallan los colores del pendón: "carmesí encarnado con sus franjas de oro" (dice la nota), mientras que en el inventario se dice del paño: "carmesí coloreado con rondón de oro y otro pendón viejo de damasco carmesí".
José Antonio Ordóñez aportaba infinidad de ocasiones referidas a las recomposiciones del pendón. En el inventario de 1723 donde se mencionan dos pendones encarnados rotos. O a la compra de damasco para hacer un pendón nuevo en 1741. O a un pagamento de dos reales a los portadores del pendón para el Corpus de Astorga en 1744... A la compra en 1797 por 1.302 reales para un pendón de damasco carmesí que se hizo nuevo, también para la recomposición del viejo. Continuas noticias para cambiar o reformar las varas de los pendones pues se rompían con mucha frecuencia. También el inventario de 1831 donde se detalla la existencia de un pendón de damasco viejo y otro encarnado y verde, apostillaba José Antonio Ordóñez que tal vez el verde estuviera dedicado a nuestra Señora del Rosario.
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Desde 1851 hasta 1894 hubo distintas recomposiciones y composturas de pendones. Es curiosa la existencia de un pendón negro tal vez dedicado a las ánimas.
Contaba también el conferenciante que era costumbre llevar los pendones con la cruz el día del Corpus a la ciudad de Astorga. Aquí hizo una concreción en 1860 en que había encontrado la noticia de que se llevara el pendón a Astorga; pero este trasiego desde distintas villas de la diócesis de Astorga se hacía anualmente y propuso al alcalde que habría que recuperar esa tradición.
Una vez acabada la conferencia la comisión de fiestas agasajó a los presentes con un magosto popular.






