UJCE Astorga
Miércoles, 27 de Noviembre de 2013
Basta ya de engaños
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España en Astorga, no estamos dispuestos a tolerar los ataques de Nuevas Generaciones (NNGG) Astorga hacia la clase obrera.
Nosotros comprendemos que la lucha de clases sigue vigente, que los políticos son representantes de clase y por lo que a nosotros respecta, ustedes miembros de NNGG representan a la burguesía y no al pueblo trabajador; y para su información las clases sociales no se basan en artículos de prensa, sino en la posesión de los medios de producción o únicamente de la fuerza de trabajo para sobrevivir.
Nosotros no somos ciudadanos, somos clase obrera con derechos, los cuales no son respetados y como nuestra Constitución indica, todos tenemos derecho a una vivienda digna y a un trabajo, dos cosas que ni ustedes ni su partido (PP) respetan. No engañen a los trabajadores con palabras como ciudadano sin atender al carácter de clase que diferencia a la población y no hablen de que todos somos iguales apoyando un sistema que se basa en la explotación del hombre por el hombre, en las diferencias sociales y en el que hay multimillonarios y millones de personas que mueren de hambre.
Ustedes dicen que todos los jóvenes de nuestra ciudad pueden acceder sin problemas a la universidad, cuando eso es totalmente falso y más ahora con la nueva ley de educación y los recortes en becas que tanto apoyáis y que provoca la tarde o temprana privatización de las universidades, permitiendo así que sólo puedan estudiar aquellos que pertenecen a la burguesía o a una familia adinerada
Realmente, las becas no deben ser premios a los que mejor expediente académico tienen, deben ser ayudas para todas las personas que quieren continuar sus estudios pero que debido a su bajo nivel de ingresos no se lo pueden permitir.
Por otra parte, la juventud no tiene trabajo y el joven emprendedor es un ser mitológico. Los datos nos muestran que las democracias capitalistas a las que mejor les va actualmente y de las que ustedes mismos presumen, véase el caso de Dinamarca, tiene tres veces más empleados para el estado que España y por lo tanto menos emprendedores, ya que la realidad es que de todos los emprendedores la inmensa mayoría fracasan y sólo consiguen endeudarse.
Emprender como dicen ustedes, no es tan fácil como parece, sino habría más de 7000 millones de empresarios en el mundo, los que por otra parte, no son necesarios para generar puestos de trabajo al igual que no generan riqueza, ya que ésta es creada por el obrero/a.
No intenten hacer creer a los trabajadores y trabajadoras que la solución es emprender, ya que no lo es, esto es lo que a ustedes y a la clase que representan les interesa, que no busquemos soluciones colectivas a problemas colectivos, que no busquemos alternativas al sistema, sino que compitamos buscando una falsa ilusión de enriquecimiento, enfrentándonos entre nosotros y no contra los verdaderos responsables de esta situación.
Basta ya de engaños, no queremos un sistema criminal (capitalismo) que trata a las personas como mercancía y que condena a la clase obrera a la más absoluta miseria.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España en Astorga, no estamos dispuestos a tolerar los ataques de Nuevas Generaciones (NNGG) Astorga hacia la clase obrera.
Nosotros comprendemos que la lucha de clases sigue vigente, que los políticos son representantes de clase y por lo que a nosotros respecta, ustedes miembros de NNGG representan a la burguesía y no al pueblo trabajador; y para su información las clases sociales no se basan en artículos de prensa, sino en la posesión de los medios de producción o únicamente de la fuerza de trabajo para sobrevivir.
Nosotros no somos ciudadanos, somos clase obrera con derechos, los cuales no son respetados y como nuestra Constitución indica, todos tenemos derecho a una vivienda digna y a un trabajo, dos cosas que ni ustedes ni su partido (PP) respetan. No engañen a los trabajadores con palabras como ciudadano sin atender al carácter de clase que diferencia a la población y no hablen de que todos somos iguales apoyando un sistema que se basa en la explotación del hombre por el hombre, en las diferencias sociales y en el que hay multimillonarios y millones de personas que mueren de hambre.
Ustedes dicen que todos los jóvenes de nuestra ciudad pueden acceder sin problemas a la universidad, cuando eso es totalmente falso y más ahora con la nueva ley de educación y los recortes en becas que tanto apoyáis y que provoca la tarde o temprana privatización de las universidades, permitiendo así que sólo puedan estudiar aquellos que pertenecen a la burguesía o a una familia adinerada
Realmente, las becas no deben ser premios a los que mejor expediente académico tienen, deben ser ayudas para todas las personas que quieren continuar sus estudios pero que debido a su bajo nivel de ingresos no se lo pueden permitir.
Por otra parte, la juventud no tiene trabajo y el joven emprendedor es un ser mitológico. Los datos nos muestran que las democracias capitalistas a las que mejor les va actualmente y de las que ustedes mismos presumen, véase el caso de Dinamarca, tiene tres veces más empleados para el estado que España y por lo tanto menos emprendedores, ya que la realidad es que de todos los emprendedores la inmensa mayoría fracasan y sólo consiguen endeudarse.
Emprender como dicen ustedes, no es tan fácil como parece, sino habría más de 7000 millones de empresarios en el mundo, los que por otra parte, no son necesarios para generar puestos de trabajo al igual que no generan riqueza, ya que ésta es creada por el obrero/a.
No intenten hacer creer a los trabajadores y trabajadoras que la solución es emprender, ya que no lo es, esto es lo que a ustedes y a la clase que representan les interesa, que no busquemos soluciones colectivas a problemas colectivos, que no busquemos alternativas al sistema, sino que compitamos buscando una falsa ilusión de enriquecimiento, enfrentándonos entre nosotros y no contra los verdaderos responsables de esta situación.
Basta ya de engaños, no queremos un sistema criminal (capitalismo) que trata a las personas como mercancía y que condena a la clase obrera a la más absoluta miseria.
