"La clave de mi vida es que siempre he estado rodeado de gente mejor que yo"
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Miguel Ángel Fernández Pérez posa junto al presidente de la FELE, Javier Cepedano.
El Premio al Empresario del Sector Servicios 2013 de la Federación Leonesa de Empresarios (FELE) le ha llegado a Miguel Ángel Fernández Pérez pasando la página hacia la jubilación, aunque no parezca que lo tenga asumido después de toda una vida dedicada al sector de las estaciones de servicio. Cuando habla del negocio no utiliza en ningún momento de la conversación los verbos en tiempo pasado, se mantiene en un presente continuo y solo cuando utiliza los futuros, una se da cuenta de que este empresario astorgano ha decidido sentarse y descansar para ver la vida desde otra perspectiva, "yo tengo mucho más pasado que futuro", asegura sin melancolía este hombre franco cuyas emociones afloraban sin pudor horas antes de recibir el premio.
El viernes 29 de noviembre de 2013 ha quedado grabado en su ADN personal por recibir un galardón que premia una visión de empresa asimilada, prácticamente, desde la cuna. "He sido siempre un empresario de gasolinera, empecé y acabé en el sector, comencé con mi padre en la estación de servicio del Puerto de Manzanal y soy un continuador de su labor, de lo que me siento muy orgulloso. Yo no me hecho a mí mismo saliendo de la nada, sino que he seguido su trayectoria y creo que con bastante acierto", afirma satisfecho Miguel Ángel Fernández, que en la noche de este viernes recibía el premio de la Fele rodeado de lo que más quiere en esta vida, su familia.
La idea de empresa que el emprendedor astorgano maceró durante más de cuatro décadas nada tiene que ver con las contabilidades imaginativas ni los gigantes de pies de barro, su negocio está labrado con raíces de encina y respeto. En uno de los días más importantes de su historia profesional, uno de sus primeros pensamientos se dirige a los empleados. Cuando habla de los reconocimientos y premios lo hace en primera persona del plural, "todos los premios que hemos conseguido han sido gracias a los empleados, porque he tenido gente fenomenal a mi lado que se ha involucrado mucho para que hoy día 'La Vaguada' sea una estación de referencia para repostar". Reconoce que ellos han sido uno de sus empujes más importantes, "la principal preocupación que he tenido toda mi vida es que las familias que han dependido de mí hayan seguido satisfaciendo sus necesidades. He tenido a lo largo de mi vida bastantes empleados y mi mayor desvelo ha sido que antes de que acabara el mes pudiesen cobrar su salario". Ni la durísima crisis que estamos atravesando le ha hecho cambiar esta idea, "la estamos bandeando muy mal pero no hemos reducido plantilla y no por falta de necesidad, sino por ese espíritu empresarial que me anima a seguir".
Su periplo como hombre de empresa comenzó en Manzanal al lado de su padre y de su hermano Paco con quien inició una expansión del negocio que le llevó a Arbas del Puerto, en Pajares, y a Zamora, "pero el accidente desgraciado de mi hermano truncó los planes, Paco se tuvo que retirar, mi padre era mayor y seguí yo solo". Después llegaría la gasolinera de Cuatro Vientos en Ponferrada, y por fin la de 'La Vaguada de Estébanez', al lado de Astoga, cerca de casa como él siempre quiso.
El empresario premiado en la Plaza de Santocildes, muy cerca de la casa familiar.
El céntimo sanitario
La FELE le ha otorgado el galardón al empresario del sector Servicios porque a la vena reivindicativa, de empresario 'peleón', se suma su implicación en la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, "más que por merecimientos - señala con humildad - el premio yo creo que me lo han dado porque siempre he estado en todos los lados, eso es verdad, he participado en todos los actos de la asociación, de la confederación nacional y me he metido en todos los ‘fregaos’".
La batalla que libra (habría que escribir libraba, pero con el énfasis que pone no parece que el verbo en pasado encaje en su ruta mental) con la Consejería de Economía es por el céntimo sanitario. "Nosotros hemos tenido una clientela continua de transportistas de toda España con el sistema de tarjetas Solred. Tenemos un tráfico muy abundante de Galicia y Portugal a Cataluña, a Francia que desde hace dos años no paran en Castilla y León por culpa del céntimo sanitario, un concepto que está mal dicho porque ni es céntimo ni es sanitario", según Fernández Pérez, es una grieta por la que se escapan los profesionales del volante hacia La Rioja, Aragón y el País Vasco.
Miguel Ángel Fernández explica que junto al céntimo sanitario existe otra serie de impuestos asociados al combustible que la administración está dejando de recaudar porque los transportistas se van a repostar a las comunidades limítrofes, "es muchísimo mayor la pérdida de esos impuestos que no se recaudan aquí que el beneficio que da el céntimo, por lo tanto al final la balanza sale negativa. Estamos haciendo tortas como un pan porque nos estamos perjudicando. El tejido productivo de toda Castilla y León está muy empobrecido y estamos facilitando riqueza a otras comunidades limítrofes. Eso es lo que tratamos de hacer ver a las autoridades ecónomicas, pero no sé qué pasa porque no lo ven".
El último respostaje
Hoy con el premio recién recibido y sin saber aún muy bien en qué parte de la casa colocarlo, Miguel Ángel Fernández Pérez cuando mira para atrás se dice a sí mismo: "Miguel qué suerte has tenido en la vida. Ha habido momentos muy difíciles y otros imborrables. No es humano que un padre vea morir a su hijo y yo lo he tenido que pasar. Además de eso estoy muy orgulloso de haber continuado una labor que inició mi padre y he dejado el pabellón alto porque me han ido muy bien las cosas. Me felicito porque he tenido la gran suerte de tener siempre a mi lado gente mejor que yo".
Miguel Ángel Fernández Pérez posa junto al presidente de la FELE, Javier Cepedano.
El Premio al Empresario del Sector Servicios 2013 de la Federación Leonesa de Empresarios (FELE) le ha llegado a Miguel Ángel Fernández Pérez pasando la página hacia la jubilación, aunque no parezca que lo tenga asumido después de toda una vida dedicada al sector de las estaciones de servicio. Cuando habla del negocio no utiliza en ningún momento de la conversación los verbos en tiempo pasado, se mantiene en un presente continuo y solo cuando utiliza los futuros, una se da cuenta de que este empresario astorgano ha decidido sentarse y descansar para ver la vida desde otra perspectiva, "yo tengo mucho más pasado que futuro", asegura sin melancolía este hombre franco cuyas emociones afloraban sin pudor horas antes de recibir el premio.
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