Esteban Carro Celada
Domingo, 18 de Diciembre de 2022

'Astúrica' o las chicas del 19

'Astúrica' o las chicas del 19 fue una publicación por entregas en 'La luz de Astorga' durante los meses de julio y agosto de 1974, firmada por Esteban Carro Celada poco antes del accidente que acabara con su vida. 'Astúrica' es una rara revista, mucho más cuidada que sus predecesoras, caso de El Fresco o El Céfiro. Es curioso también que se proclame feminista, ya iremos viendo el significado particularísimo que tenía para los editores ese término.
Esteban Carro abordó en 'Los alegres días del Fresco' o 'La Astorga de los años veinte (Humor, poesía y periódicos de una generación literaria)', estas revistillas alegres y humorísticas que pulularon por Astorga en el primer tercio del siglo XX

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El 27 de abril de 1919 madrugadoramente amanecía una nueva revista veraniega en Astorga. El periplo de andadura era poco más o menos el mismo de su anterior publicación "El Fresco". Esta vez el tono de la publicación tenía una caracterización mucho más erudita y en cierta medida un ‘poquitinín’ erótica. El titulo era este: ‘Asturica’. La publicación que amaneció cacareando en abril no podrá cerrar su círculo normal: el gran final de las Ferias y Fiestas. Va a morir yugulada por los calores agosteños de San Lorenzo. Qué le vamos a hacer

 

Cómo se desarrolla la revista lo vamos a ver en sus 16 números. Hay que adelantar que lo que sí buscan es una nueva fórmula que esta vez  no pasa tan histrionicamente por el Ayuntamiento. Ese matiz de revista rosa pensada en las chicas y como cosa de chicos será su principal rasgo. Tendrá más empujes literarios. Todo ello lo irá diciendo el análisis de la publicación. Por de pronto ya no hay encubrimiento de los autores bajo ningún anonimato como en otras salidas. Esta vez sabemos que su director es desde el principio al fin, José Aragón Escacena, el dómine de Silván, el guasón, el que siempre estaba de buen humor, el novelista.

 

A su lado progresa como administrador gerente Antonio Gavela. Después la publicación se llena de pseudónimos, desde el principio vamos a revelar algunos. Así sabremos ya de qué palo y de qué pie cojea o se garbea la publicación. Por ejemplo Javier de Tordesillas será el mismo Pepe Aragón. Valentín Fidalgo, hijo de Nicesio Fidalgo firma las secciones de ‘Dietario’ y ‘Chismorreo". Eloy Oz es Gonzalo Goy. Magín González Revillo es Querubín, Chunguito, Nebereung etcetera.

 

El número primero sale con una portada diseñada por Demetrio Monteserín. A este título tan atiesado de ‘Asturica’ corresponde un grabado de romana enigmática con largos tirabuzones, nariz griega, pelo partido al medio en dos crenchas y en su peplo lleva inscrito el nombre de SPQR, como Palas Atenea, concentrada. Desde la portada ya para siempre la publicación es femenina. A su lado se lee estas palabras "Legio SEPTIMA”. Nos enteramos de que cuesta lo céntimos Como subtitulo aclara ‘ARTE / LITERATURA’

(…)

 

Ya sabemos pues que la matrona romana de la portada que tiene sonrisa de Monna Lisa lo que de verdad quiere tener es sonrisa de esfinge. Está muy cerca 'La Esfinge Maragata’ aún como para que no tenga. aunque solo sea indirectamente. esta incidencia del editorial tan romántico con algunos elementos de interpretación noventayochista.

 

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Ya en la primera página de texto del primer número aparece una advertencia: "Los originales enviados a esta Dirección no serán devueltos, ni se entablará correspondencia sobre ellos. Asimismo la Dirección de la Revista solamente se hace responsable de los escritos que aparezcan sin firma o con seudónimo desconocido. La Administración de la misma considerará suscriptor a todo el que habiendo recibido el primer número no lo devuelva en el plazo de seis días, a esta Dirección".

 

El carácter poético de la revista surge de manera inmediata. En este misma página 13 hay una silva de versos heptasílabos y endecasílabos titulado ‘Perdóname’. Lo firma A.Segovia. En vez de besar una rosa, besó unos labios; termina así:

 

Mas al querer besarla era tan roja,

lo mismo que tus labios; que a aquel beso,

destinado a la rosa,

deposité aturdido, ilusionado y loco

en mitad de tu boca.

 

Desde Madrid envía un poema Sebastián Martínez Risco. Firma con su nombre. Por ahora no será el "Caballero de la mano al pecho". Quiere ser una poética suya pues lo titula ‘Mensaje a los poetas’ y comienza por la palabra "Hermanos". Una de sus cuartetas suena así:

 

Rimad para todos los hombres sedientos

de azules locuras y artísticos cultos

la rima armoniosa de los sentimientos

que en todas las cosas dormitan ocultas

 

El sentimiento será sin duda uno de los cultivos más intensos de esta publicación juvenil astorgana del primer año en paz tras la guerra europea, pero tan cargada de consecuencias sociales en España como la gran huelga.

                    

Otro poema de este primer número se titula ‘No hay manera’. Se intitula ‘En Broma’ y la firma ‘Colorín’. Trata de decir que los jóvenes no pueden casarse porque los precios están por las nubes. Y si se casan sin sueldo o sin renta son héroes o santos o mártires o suicidas. A parte los disgustos con la suegra, las muchachas quieren amas de cría cuando son madres.

 

Los jóvenes también están flojotes, comen alimentos extranjeros, se acatarran ante cualquier soplo de frío y son usufructuarios empedernidos de emulsiones y bragueros. Así expuesta la vida por el vate se pregunta en los últimos versos:

 

¿cómo hay tantos temerarios

que importándoles un higo

sin rezar ni encomendarse a San Antonio

van a escape al matrimonio? 

La razón es bien sencilla;

porque viendo una chiquilla

guapetona, salerosa y retrechera

de primera, de primera,

nadie, nadie reflexiona; no hay manera.

 

 

El último poema de este primer número del 27 de abril de 1919 ocupa la última página de ASTURICA, limitando con los anuncios. Pertenece a José María Luengo a quien vamos a seguir en una ascendente faceta de poeta. Es un poema en quintetos alejandrinos dedicado o Astorga y con este mismo título. Tras asegurar que para cantar a Astorga hay que ser Homero o Garcilaso. Le suena a romancero. Quiere que los gurreros se postren ante ella, ante su yerma soledad. Astorga es generosa, humilde. La saluda como trovador. Llora su vejez, pero dice textualmente hacia el final:

 

 

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Solo quedan de tus glorias unos muros derruidos,

la Incultura despiadada destruida te dejó;

los castillos que ostentaron torreones siempre erguidos

en lo recio del combate sucumbieron demolidos

por el golpe del ariete que Barnrie manejó.

Ciudad, cuna de poetas y de nobles y guerreros,

la que muestras en tu frente la bondad y la altivez

                            la que cantas en las noches con recuerdos lisonjeros

                            las hazañas que describen los heroicos romanceros,

                             cuando tiende su sudario la alta luna en tu vejez.

 

Pelayo escribe desde La Bañeza su saludo quitando obstáculos y diciendo que las momias astorganas se sentirán orgullosas de tales bizarrías literarias. Albricias "muchachos, os felicito".

 

Hay una acción de gracias a Monteserín: "Esta redacción se complace en manifestar su mayor agradecimiento al inteligente y reputado artista y entrañable amigo nuestro, Demetrio Monteserín, autor de la artística y delicada portada de esta revista, hecha expresamente para ella por di­cho señor, al habilísimo e ingenioso caricaturista Álvaro Álvarez, cuyas excepcionales dotes en tan difícil arte, apreciarán nuestros lectores desde el número próximo, y a nuestros colaboradores todos que desinteresadamente han prestado su concurso a Asturica".

 

Otro artísta astorgano colabora en este número. Es el caricaturista Agustín que hizo un sensitivo apunte de Monteserín a quien nuevamente aluden en el pie de respondiente: "Obra de insigne artista Agustín; no sabemos por qué disimulole la tripita. Ingenioso en el hablar y muy facultado en el arte, con la misma facilidad y maestría hace una colosal portada para ASTURICA que habla y adjetiva del modo más gráfico y pintoresco. Como buen berciano lleva en sus venas el amor a la estética y en sus dedos y pinceles el originalísimo arte, aunque tanto como Apeles, Wagner le roba su amor y su tiempo". Habla de Monteserín, nacido en Villafranca, pero también astorgano de pro.

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