Martínez Oria toma "partido por las cosas" en su último libro
![[Img #61527]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/12_2022/3140_1dsc_5167.jpg)
¨Las cosas de aquí’, el libro de Andrés Martínez Oria que se presentó este jueves en la Biblioteca de Astorga, tiene un especial valor sentimental para Andrés por todo lo que le unía a Sendo.
En el libro se combinan íntimamente las imágenes y las palabras. Textos breves para leer poco a poco, de forma distanciada y para disfrutar de los trazos de un artista de la altura de Sendo que “le da valor a un libro pobre”, aseguraba Oria. Se trata de un libro con 108 entradas breves en prosa de naturaleza poética pues sin ser poesía no es una prosa objetiva.
Estos escritos están dedicados a objetos siguiendo una idea que encontró leyendo hace unos años en el libro de Francis Ponge Le Parti pris des choses (a menudo traducido como ‘De parte de las cosas’). Cuando el libro ya estaba terminado, Martínez Oria se lo pasó a Sendo porque en él había muchas referencias a la pintura y concretamente a su pintura, y le apetecía que lo leyera. En ese medio tiempo el pintor tuvo una caída con rotura de pelvis, lo que le obligó incluso a dejar la lectura. Pero en enero del 2019 durante la convalecencia se dedicó a dibujar los textos y le devolvía el libro con los dibujos que hoy se publican.
![[Img #61525]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/12_2022/5121_2-dsc_5180.jpg)
‘Las cosas de aquí’ tiene un prólogo en el que se incluye el cuadro de Henri Fantin-Latour en el que se representa a los poetas franceses simbolistas, incluido Rimbaud, y la ausencia de Baudelaire la suple con un ramillete de flores. Leyó, entonces, unas líneas de su prólogo: "tenemos que tomar partido por las cosas (…)"
Comentaba Andrés que la reflexión sobre las cosas ocultaba una reflexión sobre el ser humano, sobre lo que el ser humano hace. También destacaba de este libro la presencia del factor tiempo, del hecho de que somos víctimas del tiempo, que nuestro tiempo personal sigue presente en las cosas cuando el nuestro se haya ya ido; cuando ya no estemos.
Señalaba que no hay un orden premeditado en estos textos, que fueron añadidos según iban surgiendo. Las cosas de aquí son muy disímiles, desde una piedra achelense regalada por su hermano hasta un iPhone; desde lo más antiguo hasta lo más actual.
El tratamiento es evocativo, personal, reflexivo, incluye la belleza y la muerte, lo que es el mundo en función de las cosas…
![[Img #61526]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/12_2022/52_3-dsc_5191.jpg)
El resto del acto de presentación consistió en una lectura agradable y en algunos casos explicativa de una selección de los breves textos que incluye ‘Las cosas de aquí’.
¨Las cosas de aquí’, el libro de Andrés Martínez Oria que se presentó este jueves en la Biblioteca de Astorga, tiene un especial valor sentimental para Andrés por todo lo que le unía a Sendo.
En el libro se combinan íntimamente las imágenes y las palabras. Textos breves para leer poco a poco, de forma distanciada y para disfrutar de los trazos de un artista de la altura de Sendo que “le da valor a un libro pobre”, aseguraba Oria. Se trata de un libro con 108 entradas breves en prosa de naturaleza poética pues sin ser poesía no es una prosa objetiva.
Estos escritos están dedicados a objetos siguiendo una idea que encontró leyendo hace unos años en el libro de Francis Ponge Le Parti pris des choses (a menudo traducido como ‘De parte de las cosas’). Cuando el libro ya estaba terminado, Martínez Oria se lo pasó a Sendo porque en él había muchas referencias a la pintura y concretamente a su pintura, y le apetecía que lo leyera. En ese medio tiempo el pintor tuvo una caída con rotura de pelvis, lo que le obligó incluso a dejar la lectura. Pero en enero del 2019 durante la convalecencia se dedicó a dibujar los textos y le devolvía el libro con los dibujos que hoy se publican.
‘Las cosas de aquí’ tiene un prólogo en el que se incluye el cuadro de Henri Fantin-Latour en el que se representa a los poetas franceses simbolistas, incluido Rimbaud, y la ausencia de Baudelaire la suple con un ramillete de flores. Leyó, entonces, unas líneas de su prólogo: "tenemos que tomar partido por las cosas (…)"
Comentaba Andrés que la reflexión sobre las cosas ocultaba una reflexión sobre el ser humano, sobre lo que el ser humano hace. También destacaba de este libro la presencia del factor tiempo, del hecho de que somos víctimas del tiempo, que nuestro tiempo personal sigue presente en las cosas cuando el nuestro se haya ya ido; cuando ya no estemos.
Señalaba que no hay un orden premeditado en estos textos, que fueron añadidos según iban surgiendo. Las cosas de aquí son muy disímiles, desde una piedra achelense regalada por su hermano hasta un iPhone; desde lo más antiguo hasta lo más actual.
El tratamiento es evocativo, personal, reflexivo, incluye la belleza y la muerte, lo que es el mundo en función de las cosas…
El resto del acto de presentación consistió en una lectura agradable y en algunos casos explicativa de una selección de los breves textos que incluye ‘Las cosas de aquí’.