Eloy Rubio
Jueves, 29 de Diciembre de 2022

El almanaque de Antonio Toribios surgido del misal y un libro de ferrocarriles

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Este jueves 29 de diciembre se presentaba en la Biblioteca de Astorga el libro ‘El envés de los días’ de Antonio Toribios, publicado en la editorial ‘Marciano Sonoro’.

 

El libro fue presentado por Mercedes G. Rojo, quien recordaba las andanzas literarias comunes de juventud en León. Destacaba de la escritura de Toribios el humor sin acritud, cierta comicidad y en ocasiones un toque de cinismo. También apreciaba en ‘El envés de los días’ la extrañeza de los nombres de los personajes, como de otras épocas y hasta latitudes; pero -bromeaba Mercedes- "en todo ese recorrido por los nombres de calendario echaba de menos el nombre de su abuelo, Arnulfo, un obispo godo expulsado hasta de los almanaques". 

 

Comentaba la presentadora que hubiera sido más oportuno haberlo presentado "en el día de ayer, el de los Santos Inocentes". Leyó, aquí, el cuento del santo del día 29 que corresponde al personaje de Sixto y continúo diciendo que Antonio Toribios "ha llegado a ser un gran maestro de los finales, que es lo que caracteriza al cuento corto, casi telegráfico". 

 

 

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Se iniciaba entonces una especie de diálogo entre ambos, una serie de preguntas para facilitar el acercamiento al libro. Primero preguntó Mercedes por el origen de este proyecto de 'santoral civil'. 

 

Toribios volvía atràs para matizar sobre el relato del 29 de diciembre, el de Sixto, recién leído por Mercedes. Lo había escuchado como si fuera escrito por otro, pues muchos de los relatos incluidos en el libro tenían ya unos 20 años. Dijo también que apreciaba el humor y la lírica, aunque él no se consideraba especialmente sarcástico, ni mucho menos poeta. 

 

Sobre el origen del libro diferenció la prehistoria, para lo cual enseñó un misal del cincuenta y pocos perteneciente a su madre. En su casa, decía, "había tan solo un misal y un libro de ferrocarriles". De niño hojeaba el misal y se paraba en los pequeños fragmentos de las vidas de los santos. Aquí leyó del misal que traía el de San Esteban protomártir. 

 

Luego de la prehistoria -continuaba Toribios- vino la historia y la idea del libro se le ocurrió a partir del santoral que tenía en la mesa de la administración en la que trabajaba. Por aquel tiempo surgieron los blogs. Y fue metiendo los relatos en su blog. Más tarde los iría desgranando en Facebook y por último al papel. 

 

 

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Curiosa, Mercedes le decía que a ver de dónde había sacado los nombres tan disparatados de los personajes. No hubo un propósito previo, comentaba Toribios, sino que imperaba el azar, la subjetividad del momento. Nombres de la infancia, familiares, su nombre mismo, y otros 'alter' de sí mismo. En otras ocasiones fueron las cualidades de los nombres las que le decidieron, así pasó con 'Amable' o 'Bienvenido'. Pero siempre es algún nombre de los santos de ese día. 

 

Comentaba que el libro tiene también algo de novela en marcha. "El libro transcurre en la época de mi infancia y juventud, que suelen ser las que nos conforman", señalaba Toribios, en el libro aparecen repartidores, vendedores ambulantes, lecheras, carboneros, abundan las ferreterías, droguerías al uso. Cosas casi ya de otra época. 

 

"¿Hay la intención -preguntaba Mercedes- de salvar alguno de esos nombres de la extinción?". No, contestabaToribios, el libro no reivindica cosa alguna. La salvación de esos nombres no es el móvil principal del libro. Hasta no hace mucho en León se ponía el nombre del santo del día a un recién nacido. Era un material que estando ahí presente podía dar juego.

 

"Cuál sería tu recomendación para fomentar su lectura", planteaba la conductora del acto. "Hay quien se lo desayuna a diario, relato a relato; y quién se lo lee de sopetón, o a salto de mata, o se busca el cuento que corresponde a aquellos nombres que conoces", respondía el autor.

 

 

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Por último, la presentadora, se interesaba por el título de ‘El envés de los días’. Respondía Toribios que su blog se llamaba 'Almanaque'. No pretendía hacer una parodia del santoral, ni hacerlo demoníaco. De la misma manera que en los almanaques la leyenda va por el reverso de la hoja y como ese reverso en botánica se denomina envés, pues equiparando esos dos términos, que ya de por sí se entreveran en la denominación de 'Hojas de almanaque', pues surgió muy espontáneamente este título.

 

El acto finalizaba con la lectura del cuento titulado ‘Natividad’, dedicado a su abuela nacida en el día de la Natividad del Señor.

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