'Asturica' o las chicas del 19 (V)
![[Img #61766]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/8473_escanear0002.jpg)
(...)
Y así fue el RIP de ‘Asturica’. Antes nos habla de que el verano al fin está apretando de lo lindo, hasta el punto que “bajo la higuera nos pasamos la vida chupando de un ventrudo botijo”. Las niñas idealizadas por ‘Querubín’ en sus entrevistas como inasequibles bellezas, son halladas vulgarmente comiendo patatas fritas a la inglesa. Manolito Gullón inaugura las escuelas del Val. Comienza el turno de los ágapes que anualmente le ofrecen y él los tolera con agua de Carabaña.
Las muchachas de Puerta de Rey se han quejado porque las llamaron judías en la semana anterior. La rectificación se puede concentrar en esta frase: “Somos nosotros los que protestamos rendidos ante las bellas y sabrosas judías... de Puertaderrey.” Anda por Astorga el Marqués de Alhucemas, el astorgano Manuel García Prieto. Le acompañó Manolito Gullón y García Prieto. El marqués de Alhucemas dio en Astorga “una lección de democracia abrazando a Gabriel, el del juzgado. Paco Ferreras lucía un terno que espejeaba”. Como las fiestas de Astorga ya están al caer, hay una noticia sobre un proyecto del Casino. Lo vamos a relatar transcribiendo las mismas palabras de ‘Chunguito’: “El casino prepara una hermosa verbena, pero al estilo madrileño castizo, con sus chulos y sus chulas de mantón de Manila y, si fuera posible, sus chisperos, que de esto ya se encargaría un buen puñado de jóvenes que dispuestos parecen a dejar el pabellón bien puesto. Algunos socios graves han protestado de estos excesillos que se permite la Junta. Para ellos se tocará una entradilla y adelante con los faroles…”
Estas son las menudencias –algunas entre muchas- que confiaron al papel en confidencia entre jocosa y rosa los muchachos de aquellos seis meses del año 1919 que hicieron Asturica.
Astorga desde otro punto
A través de la pluma de Valentín Fidalgo, ‘Asturica’ nos ofrece una Astorga de amorcillos y de amoríos. ¿Qué sucedía por otra parte en Astorga. Sin ir más lejos el 4 de mayo publican un editorial que ellos llaman literario y es una instantánea -contrastes de luz- de cómo ha sido acogida la publicación de la nueva revista. A vueltas con muchas adjetivaciones románticas nos plantean unos “contrastes de luz” bajo el epígrafe de “Al nacer el sol de la nueva Asturica”. Quizás de todo el artículo lo más aprovechable sean las pinceladas que nos refieren el paisaje del Palacio: “Las siluetas graves, pardas, del Palacio Episcopal y nuestro vetusto primer templo, se destacaron como mágico relieve en un fuerte contraste de luz. Bruñendo los destellos del sol naciente, los minaretes espléndidos de la filigrana arquitectónica ingente, las agujas inmensas hendieron el infinito azul diáfano, graciosamente salpicado de nubes raudas de parleras aves matutinas.”
Y tras de la melancolía, la oriflama, el espíritu ególatra, la actitud de sibarítico letargo, las profundas tinieblas, el claror de la aurora, la simbólica humilde cruz de la espadaña rústica -todos estos tópicos y muchos más- sabemos que “las zancudas ‘zigüeñas’ altísimas que habitan la mansión episcopal saludaron al nuevo día con el batir insurgente de sus alas gigantes, lanzándose al espacio, serenas, magníficas, en vuelo planeado incomparable…-La nueva Asturica surcará triunfadora los espacios siderales derramando sobre la tierra prodigios de arte en lluvia de oro…”. Este es pues el editorial de respuesta a la recepción del primer número de Asturica.
![[Img #61765]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/503_670-escanear0001.jpg)
En el Cine-Teatro Mercantil se proyecta por aquellos días un largo serial cinematográfico en la intemerata de sesiones. Es ‘La sortija fatal’, en la que Pearl White protagoniza el interés, la atracción misteriosa. Por llamarse ella perla, en el cine se sortean joyas. Y se permite la empresa insertar un anuncio a toda plana con una fotografía de la vampiresa, leyendo un libro, descuidadamente en su picardías, mientras desde atrás le acecha el peligro de una espada o puñal. Es bueno conocer el texto que acompaña a este estreno en 15 episodios, como si fuera ya la televisión. “En las profundidades de este universo que se llama Nueva York todas las legiones del mundo hasta las más extrañas cuentan con miles de adeptos. Shiva, el feroz y sanguinario dios del mal, que tiene aún tantos millones de fieles, es en la gran ciudad objeto de secreta y salvaje veneración. Al empezar la presente historia una cruel angustiado domina a la gran sacerdotisa de Shiva y a la falange de brahmanes, derviches y faquires que la rodean. Desde hace muchos meses el maravilloso diamante que adorna el pulgar de la estatua del dios en el templo de Aarón ha sido robado. Si bien la desaparición ha sido hasta ahora ignorada, solo faltan 6 semanas para la fecha de la gran peregrinación que cada 13 años reúne delante de la efigie del dios a numerosos sectarios. Una creencia popular pretende que cuando besan el anillo sagrado ven realizado su más ardiente deseo. La ausencia del diamante Violeta será, pues, el hundimiento de una religión y el fin del poder secular de la casta más poderosa de la India".
Así se divertían los astorganos del año 19. Por aquellos días Francisco Juanes concertaba su violín en el Café Campesino, mientras Nera Zan debutaba en el Café , y en el Café Victoria actuaba la graciosa artista Mari-Gloria. En el Centro Católico había función teatral.
Pocos días más tarde se sabe de la muerte de un gran músico, hijo de quién había sido director de la Banda Municipal. Se publica una fotografía en la que aparece el muerto, Pedro Blanco de buen ver y los lutos correspondientes. Asturica concibe su necrología en los siguientes términos: “Murió en Oporto el artista eminente, hijo ilustre de España, leonés preclaro, amigo bueno, Pedro Blanco constituía, una indiscutible gloria musical. La pérdida que con su muerte experimenta el arte es inmensa, irreparable. Enamorado de su Patria y de su arte, a Pedro Blanco le acariciaba la alegría de vivir, ciñendo en su frente los ricos laureles del triunfo y de la gloria. Asturica se asocia al sentimiento que la muerte de Pedro Blanco ha producido en España y Portugal, rindiendo fervoroso este modesto tributo póstumo de admiración y cariño, al malogrado, autor de ‘Añoranzas’”. Pedro Blanco murió muy joven, fecundo y prometedor, maduro y esperanzado.
![[Img #61764]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/4010_utilizable.jpg)
El Círculo Mercantil continúa con ‘La sortija fatal’ sin que sea obstáculo para la escenificación dramática de la compañía de Francisco Rodrigo. En algo había que pasar la noche. En la tarde de aquellos días de siete a nueve la Banda Municipal interpretaba en el Paseo del Jardín, ‘Serenata bohemia’, de Cetina; la polka ‘Pepita’, de J. Franco; ’La marcha galante’ de Frank; ‘El vals lento’, ‘Aurora boreal’ de Leovigildo Blanco, de quién también eran ‘Los aliados, Two-step’.
Hacia el 18 de mayo se sabe que un astorgano del calibre de don Marcelo Macías va a ser homenajeado en Ourense. Se le regala un óleo al sabio epigrafista astorgano: “El cuadro, obra de Don Jesús Soria, ilustrado profesor del Instituto de Ourense, al decir de la prensa, constituye un lienzo admirable de colorido perfección y belleza.” Los de Asturica resaltan “su admiración por el sabio astorgano.”
‘Gameson’ firma un sueltillo en que parecen implicados como “prohombres en salsa verde” y figuras del día los autores de Asturica. Pero es que pocos días antes acaba de suceder un hecho capaz de desbrozar las riberas más encenagadas. Al fin Astorga tiene ya alcalde. Es Don Adolfo Manrique, el que dos años antes había preparado ‘la judiada’ en honor al ‘Fresco’. Asturica lo recibe así: “Nuestro municipio aceptó, aunque con sentimiento, la renuncia que del cargo de Alcalde hizo el señor Gavela (Don Joaquín) fundado en justos motivos de salud. Nosotros, y como nosotros muchos son los amigos que sienten la decisión del señor Gavela, ya que su espíritu al frente de la alcaldía fue siempre obrar y hacer el bien, lo que le conquistó un gran número de buenos amigos. Para sucederle fue nombrado el joven concejal Don Adolfo A. Manrique. No es la amistad la que nos obliga a reconocer y proclamar en el joven alcalde, energías, iniciativas e independencia para obrar; de todo ello ha habido excedentes pruebas en su interinidad de dicho cargo, y con dos o tres cuestiones de las más difíciles que pudieran surgir en un pueblo. Excelente amigo de todos, se caracteriza principalmente por su bondad y la justicia que siempre preside sus actos. Nosotros, al mismo tiempo que nos felicitamos, felicitamos a Astorga, porque estamos seguros de que el nuevo alcalde, digno sucesor del señor Gavela, hará un excelente administrador de los intereses morales y materiales de nuestro querido pueblo. Asturica felicita entusiasmada al nuevo e inteligente alcalde, y se complace en ofrecerle su modesta y decidida cooperación para todo lo que sea beneficio, progreso y bienestar de Astorga.”
Los puercoespines municipales de la época del ‘Fresco’ se habían mellado. Asturica ya era otra cosa.
(CONTINUARÁ)
![[Img #61766]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/8473_escanear0002.jpg)
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Y así fue el RIP de ‘Asturica’. Antes nos habla de que el verano al fin está apretando de lo lindo, hasta el punto que “bajo la higuera nos pasamos la vida chupando de un ventrudo botijo”. Las niñas idealizadas por ‘Querubín’ en sus entrevistas como inasequibles bellezas, son halladas vulgarmente comiendo patatas fritas a la inglesa. Manolito Gullón inaugura las escuelas del Val. Comienza el turno de los ágapes que anualmente le ofrecen y él los tolera con agua de Carabaña.
Las muchachas de Puerta de Rey se han quejado porque las llamaron judías en la semana anterior. La rectificación se puede concentrar en esta frase: “Somos nosotros los que protestamos rendidos ante las bellas y sabrosas judías... de Puertaderrey.” Anda por Astorga el Marqués de Alhucemas, el astorgano Manuel García Prieto. Le acompañó Manolito Gullón y García Prieto. El marqués de Alhucemas dio en Astorga “una lección de democracia abrazando a Gabriel, el del juzgado. Paco Ferreras lucía un terno que espejeaba”. Como las fiestas de Astorga ya están al caer, hay una noticia sobre un proyecto del Casino. Lo vamos a relatar transcribiendo las mismas palabras de ‘Chunguito’: “El casino prepara una hermosa verbena, pero al estilo madrileño castizo, con sus chulos y sus chulas de mantón de Manila y, si fuera posible, sus chisperos, que de esto ya se encargaría un buen puñado de jóvenes que dispuestos parecen a dejar el pabellón bien puesto. Algunos socios graves han protestado de estos excesillos que se permite la Junta. Para ellos se tocará una entradilla y adelante con los faroles…”
Estas son las menudencias –algunas entre muchas- que confiaron al papel en confidencia entre jocosa y rosa los muchachos de aquellos seis meses del año 1919 que hicieron Asturica.
Astorga desde otro punto
A través de la pluma de Valentín Fidalgo, ‘Asturica’ nos ofrece una Astorga de amorcillos y de amoríos. ¿Qué sucedía por otra parte en Astorga. Sin ir más lejos el 4 de mayo publican un editorial que ellos llaman literario y es una instantánea -contrastes de luz- de cómo ha sido acogida la publicación de la nueva revista. A vueltas con muchas adjetivaciones románticas nos plantean unos “contrastes de luz” bajo el epígrafe de “Al nacer el sol de la nueva Asturica”. Quizás de todo el artículo lo más aprovechable sean las pinceladas que nos refieren el paisaje del Palacio: “Las siluetas graves, pardas, del Palacio Episcopal y nuestro vetusto primer templo, se destacaron como mágico relieve en un fuerte contraste de luz. Bruñendo los destellos del sol naciente, los minaretes espléndidos de la filigrana arquitectónica ingente, las agujas inmensas hendieron el infinito azul diáfano, graciosamente salpicado de nubes raudas de parleras aves matutinas.”
Y tras de la melancolía, la oriflama, el espíritu ególatra, la actitud de sibarítico letargo, las profundas tinieblas, el claror de la aurora, la simbólica humilde cruz de la espadaña rústica -todos estos tópicos y muchos más- sabemos que “las zancudas ‘zigüeñas’ altísimas que habitan la mansión episcopal saludaron al nuevo día con el batir insurgente de sus alas gigantes, lanzándose al espacio, serenas, magníficas, en vuelo planeado incomparable…-La nueva Asturica surcará triunfadora los espacios siderales derramando sobre la tierra prodigios de arte en lluvia de oro…”. Este es pues el editorial de respuesta a la recepción del primer número de Asturica.
![[Img #61765]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/503_670-escanear0001.jpg)
En el Cine-Teatro Mercantil se proyecta por aquellos días un largo serial cinematográfico en la intemerata de sesiones. Es ‘La sortija fatal’, en la que Pearl White protagoniza el interés, la atracción misteriosa. Por llamarse ella perla, en el cine se sortean joyas. Y se permite la empresa insertar un anuncio a toda plana con una fotografía de la vampiresa, leyendo un libro, descuidadamente en su picardías, mientras desde atrás le acecha el peligro de una espada o puñal. Es bueno conocer el texto que acompaña a este estreno en 15 episodios, como si fuera ya la televisión. “En las profundidades de este universo que se llama Nueva York todas las legiones del mundo hasta las más extrañas cuentan con miles de adeptos. Shiva, el feroz y sanguinario dios del mal, que tiene aún tantos millones de fieles, es en la gran ciudad objeto de secreta y salvaje veneración. Al empezar la presente historia una cruel angustiado domina a la gran sacerdotisa de Shiva y a la falange de brahmanes, derviches y faquires que la rodean. Desde hace muchos meses el maravilloso diamante que adorna el pulgar de la estatua del dios en el templo de Aarón ha sido robado. Si bien la desaparición ha sido hasta ahora ignorada, solo faltan 6 semanas para la fecha de la gran peregrinación que cada 13 años reúne delante de la efigie del dios a numerosos sectarios. Una creencia popular pretende que cuando besan el anillo sagrado ven realizado su más ardiente deseo. La ausencia del diamante Violeta será, pues, el hundimiento de una religión y el fin del poder secular de la casta más poderosa de la India".
Así se divertían los astorganos del año 19. Por aquellos días Francisco Juanes concertaba su violín en el Café Campesino, mientras Nera Zan debutaba en el Café , y en el Café Victoria actuaba la graciosa artista Mari-Gloria. En el Centro Católico había función teatral.
Pocos días más tarde se sabe de la muerte de un gran músico, hijo de quién había sido director de la Banda Municipal. Se publica una fotografía en la que aparece el muerto, Pedro Blanco de buen ver y los lutos correspondientes. Asturica concibe su necrología en los siguientes términos: “Murió en Oporto el artista eminente, hijo ilustre de España, leonés preclaro, amigo bueno, Pedro Blanco constituía, una indiscutible gloria musical. La pérdida que con su muerte experimenta el arte es inmensa, irreparable. Enamorado de su Patria y de su arte, a Pedro Blanco le acariciaba la alegría de vivir, ciñendo en su frente los ricos laureles del triunfo y de la gloria. Asturica se asocia al sentimiento que la muerte de Pedro Blanco ha producido en España y Portugal, rindiendo fervoroso este modesto tributo póstumo de admiración y cariño, al malogrado, autor de ‘Añoranzas’”. Pedro Blanco murió muy joven, fecundo y prometedor, maduro y esperanzado.
![[Img #61764]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2023/4010_utilizable.jpg)
El Círculo Mercantil continúa con ‘La sortija fatal’ sin que sea obstáculo para la escenificación dramática de la compañía de Francisco Rodrigo. En algo había que pasar la noche. En la tarde de aquellos días de siete a nueve la Banda Municipal interpretaba en el Paseo del Jardín, ‘Serenata bohemia’, de Cetina; la polka ‘Pepita’, de J. Franco; ’La marcha galante’ de Frank; ‘El vals lento’, ‘Aurora boreal’ de Leovigildo Blanco, de quién también eran ‘Los aliados, Two-step’.
Hacia el 18 de mayo se sabe que un astorgano del calibre de don Marcelo Macías va a ser homenajeado en Ourense. Se le regala un óleo al sabio epigrafista astorgano: “El cuadro, obra de Don Jesús Soria, ilustrado profesor del Instituto de Ourense, al decir de la prensa, constituye un lienzo admirable de colorido perfección y belleza.” Los de Asturica resaltan “su admiración por el sabio astorgano.”
‘Gameson’ firma un sueltillo en que parecen implicados como “prohombres en salsa verde” y figuras del día los autores de Asturica. Pero es que pocos días antes acaba de suceder un hecho capaz de desbrozar las riberas más encenagadas. Al fin Astorga tiene ya alcalde. Es Don Adolfo Manrique, el que dos años antes había preparado ‘la judiada’ en honor al ‘Fresco’. Asturica lo recibe así: “Nuestro municipio aceptó, aunque con sentimiento, la renuncia que del cargo de Alcalde hizo el señor Gavela (Don Joaquín) fundado en justos motivos de salud. Nosotros, y como nosotros muchos son los amigos que sienten la decisión del señor Gavela, ya que su espíritu al frente de la alcaldía fue siempre obrar y hacer el bien, lo que le conquistó un gran número de buenos amigos. Para sucederle fue nombrado el joven concejal Don Adolfo A. Manrique. No es la amistad la que nos obliga a reconocer y proclamar en el joven alcalde, energías, iniciativas e independencia para obrar; de todo ello ha habido excedentes pruebas en su interinidad de dicho cargo, y con dos o tres cuestiones de las más difíciles que pudieran surgir en un pueblo. Excelente amigo de todos, se caracteriza principalmente por su bondad y la justicia que siempre preside sus actos. Nosotros, al mismo tiempo que nos felicitamos, felicitamos a Astorga, porque estamos seguros de que el nuevo alcalde, digno sucesor del señor Gavela, hará un excelente administrador de los intereses morales y materiales de nuestro querido pueblo. Asturica felicita entusiasmada al nuevo e inteligente alcalde, y se complace en ofrecerle su modesta y decidida cooperación para todo lo que sea beneficio, progreso y bienestar de Astorga.”
Los puercoespines municipales de la época del ‘Fresco’ se habían mellado. Asturica ya era otra cosa.
(CONTINUARÁ)









