ENTREVISTA / James Gray, director de cine
"Si algo es personal, quizá toda tu vida estés realizando la misma película..."
James Gray estudió en la School of Cinematic Arts de la Universidad del Sur de California donde, como trabajo académico, rodó una película titulada Cowboys and Angels que llamó la atención del productor Paul Webster, quien le animó a escribir un guion y le prometió ayudarle en su producción.
Con 25 años, Gray dirigió su primera película profesional, Little Odessa (Cuestión de sangre), un film de cine negro que cuenta la historia de un asesino a sueldo y su relación con su hermano tras regresar a su lugar natal, Little Odessa, un barrio de Brighton Beach, Brooklyn. La película ganó el León de Plata a la mejor dirección en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 1994.
En 2000, Miramax distribuyó su segunda película, The Yards (La otra cara del crimen), escrita y rodada en 1998.
Su tercera película, We Own the Night3 estuvo protagonizada por Joaquín Phoenix y Mark Wahlberg, compitió en el Festival Internacional de Cine de Cannes y obtuvo críticas desiguales de la prensa acreditada. En 2008 se estrenó su película Two Lovers,4 inspirada en Noches blancas de Dostoyevski y protagonizada por Joaquín Phoenix y Gwyneth Paltrow.
Fuente: Wikipedia
![[Img #62158]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2023/2304_director-james-gray-member-of-the-jury-poses-during-the-news-photo-1568921239.jpg)
Javier Gutiérrez (Saberius): La factura y el ritmo de sus películas resulta muy peculiar y personal; sus recursos más próximos al cine de autor que a los tempos que nos tienen acostumbrados las producciones del mundo de Hollywood, cada vez más influenciadas en sus ‘thrillers’ por las del género de acción. ¿Cómo ha logrado competir y abrirse paso con producciones que se situaban al margen de los cánones comerciales de la meca del cine?
James Gray: Hay quienes remarcan el ritmo pausado de mis películas como algo excéntrico… Yo siempre he procurado dar más importancia a los personajes y la verosimilitud de las situaciones y experiencias que van a vivir… El cine de Hollywood últimamente posee, en efecto, no sólo una marcada influencia procedente del cine de acción, sino cada vez más, si nos fijamos en sus producciones, del mundo de los videojuegos. Y es que ambas esferas del entretenimiento parecen reflejarse la una en la otra, tratando de emularse en su ‘modus operandi’ y también en la creatividad, pero ofreciendo un tipo de espectáculo en el que priman los efectos de la constante sorpresa y generación de adrenalina, sobre el contenido histórico o cultural... Pero entonces, en realidad este hecho lo distancia de la propia esencia del arte cinematográfico, que nació junto al documental y las representaciones dramáticas. Las interpretaciones de mis filmes están más apegadas a la experiencia escénica de los actores, y a su vez tratan de mantener un ritmo tan fiel a su historia que terminan situándolas en un territorio más afín al del cine clásico, con producciones que en su momento quizás no sean las más taquilleras pero que con el paso del tiempo se va reconociendo su valor y deciden revisarse en ciclos, filmotecas, incluso para comprender algo mejor algunas partes de nuestra historia…
…y esto, a su vez produce un cierto hastío en el espectador actual (ya acostumbrado a la celeridad y al ritmo frenético del cine de acción) hacia el cine de autor o experimental, aunque se trate de películas brillantes y conmovedoras, o con un pulso narrativo ejemplar…
Es cierto que las películas actuales hacen que los filmes tradicionales, realizados a la antigua usanza o independientes parezcan aburridos… Sin embargo… ¿Cómo interactúan y reaccionan sus personajes?... Si el drama no está presente desde lo más íntimo y profundo de los actores que lo representan, y no avanza el conflicto, y por ende la propia historia, jamás funcionará… Una película podrá entretenernos más o menos pero será difícil que la recordemos como una obra relevante o que provoque emociones intrínsecamente humanas… Creo que siempre debería estar presente, en una obra cinematográfica como tal, el retrato interno de los personajes, que nace a raíz de su propio relato y de la transmisión del mismo, y se modela mediante la comedia o la tragedia, el drama realista o fantástico, pero siempre con una premisa coherente… Y es necesario que esto fluya y además permitir el latido de su ritmo interior, lo que en ocasiones exige demora, lentitud… Si esto no ocurre, el tono dramático de un diálogo o la veracidad de la situación que se trata de representar, apenas se logrará…
¿Se podría tratar de una decisión premeditada, acatada de antemano, desde los mismos presupuestos que deciden aprobar un determinado guión para recuperar buena parte de su propia inversión?
En efecto… Además de todos los factores que hemos mencionado anteriormente, mis producciones se han situado en las antípodas de las avaladas por inversiones hollywoodienses superiores a los cuarenta o cincuenta millones de dólares. El tipo de cine independiente que realizo no suele superar el presupuesto de quince o dieciséis millones de dólares…
![[Img #62153]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2023/7153_armageddon_time-396197436-large.jpg)
Paradójicamente, a la hora de revisar su filmografía es conveniente comenzar por la última película que acaba de estrenar, ‘Armaggedon Time’, ya que llama la atención su evidente carácter autobiográfico, la decidida e incisiva mirada sobre la época en la que vivió y el lugar donde creció y, quizá, la intensidad con la que buena parte de las anécdotas han sido narradas en imágenes tras haber sido experimentadas por el propio realizador durante su infancia en la gran metrópoli neoyorkina, símbolo de esa tierra de promisión que acogía a inmigrantes de todo el mundo, pasando por la Isla de Ellis o puerta de entrada, donde se podía contemplar otro icono de bienvenida tan poderoso como la estatua de la libertad (“no podemos olvidar en este punto la imagen totémica con su reflejo en la ventana del hospital de cuarentenas en Ellis Island al lado de un Michael Corleone niño en los inicios de ‘El Padrino II’), puesto que sus abuelos procedían de la comunidad judía de Ostropol, que pertenecía al Imperio ruso y actualmente a Ucrania, y que arribaron a tierras norteamericanas escapando de los progromos antisemitas…
En efecto, mis abuelos llegaron a Nueva York en 1923 y buena parte de aquellas vivencias escolares, nutrirían sin duda el guión de esta película, hasta que estudié en la School of Cinematic Arts de la Universidad del Sur de California, donde desarrollaría mi trabajo como académico. Todas estas vivencias, por tanto, están conectadas íntimamente con mi propia infancia… Recuerdo agrios momentos y áridos pasajes vividos en el aula, la compleja integración con los compañeros, las situaciones de racismo latente y explícito, el desconsuelo de los familiares que perdían a sus seres queridos por venganzas o linchamientos, o por situaciones de desarraigo, de violencia familiar o callejera nacida de evidentes injusticias y contrastes sociales… La integración del emigrante recién llegado nunca resultó fácil, y eso que se trata de un país formado con inmigrantes… Yo siempre he remarcado que no es tan fácil como resumir la película diciendo: “Trata sobre dos chicos con problemas de adaptación a su entorno…”. En efecto, hay entremezclados tantos otros recuerdos… Pero las verdaderas influencias van mucho más allá… Suceden tras la lectura de cientos de libros, tras haber escuchado decenas de canciones, de temas musicales… Es tan amplia…
La alusión a ‘El Padrino’ no ha sido tan sólo un apunte de cinefilia. No en vano, en su última película, el director de fotografía parece emular a Gordon Willis, el director de fotografía de la legendaria película de Coppola, al utilizar recursos de iluminación similares, basados en situar luces cenitales, o pendientes del techo, para iluminar a los personajes…
La elección de la luz más apropiada para los interiores sin duda nos hizo adoptar este mágico recurso que resulta muy práctico desde muchos aspectos, como comentaré con detenimiento… Para los escenarios neoyorkinos exteriores late un pulso homogéneo a la hora de elegir referentes clásicos, desde Jackson Pollock a Caravaggio, y el director de fotografía estaba cautivado por estas tendencias para lograr ciertos tonos dorados que le aportaran un aire ‘vintage’ al estilo visual mediante el cual se hacía referencia a las remotas remembranzas de ese pasado. Pero dentro de las viviendas, como te había avanzado, existía una luz principal sobre la mesa y después luces de recorte sobre los personajes principales, aunque ninguno de ellos estaba iluminado bajo un foco principal, lo cual podría asemejarla a la personal recreación fotográfica de Gordon Willis, porque en ocasiones arrojaba sombras sobre los rostros, aunque no tan acusadas como en “El padrino”, ya que en esta ocasión se buscaba a propósito un efecto de endurecimiento de los rasgos faciales que los transformaba en siniestros. Aunque la resolución resulta muy práctica, ya que te resuelve innumerables recursos o filmación de nuevas secuencias o primeros planos con diferentes iluminaciones, no suele ser un recurso habitual adoptado por las grandes producciones. Sin embargo, y quizás por ello este hallazgo ha marcado un antes y un después en la dirección de fotografía del cine independiente, con la adopción de este recurso de nueva creación, los intérpretes pueden moverse de un lado al otro del espacio filmado, incluso subiendo o bajando las escaleras, sin que ninguno de ellos llegue a estar completamente iluminado pero respetando un patrón de luz básico, lo que ofrece una mayor verosimilitud respecto a la luz artificial habitual y, además, como apuntaba, se trataba de una resolución eminentemente práctica a la hora de iluminar la escena que, al mismo tiempo, permite bañar de luz los rincones de la vivienda real o, en su defecto, del decorado, de una forma homogénea, lo que mantenía el correlato de plasmar imágenes y escenarios de otro tiempo, con otro tipo de luz, quizá más nostálgica, y al mismo tiempo más realista, aunque pudiera parecer algo precaria… Por lo tanto, podemos confirmar que este tipo de ‘keylight’ o ‘toplight’ se convirtió, en efecto, en una constante de la película, evitando así los contraluces o los excesivos contrastes…
Y desde el punto de vista actoral, la iluminación de la película, en cierta forma, rubrica el método de filmación que antes comentaba… En vez de utilizar una sola cámara, debido a las interpretaciones corales, resultaba mejor que cada actor o actriz dispusiera de su propia cámara y que pudiéramos utilizar tomas directas y cerradas para los planos medios y primeros planos, más intimistas, y también el máster que da coherencia a la filmación de la secuencia completa y retrata sus actuaciones colectivas… Así que era mejor si mantenía la acción y no cortaba nunca, ya que así podíamos logar un mayor número de planos de recurso que nos solucionarían otros momentos de la película… Incluso el menor de los detalles, como un chillido, podía resultar orgánico para otra parte de la película, así que, decidíamos registrarlo…
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¿Y en cuanto a la cuidada selección de los temas de música clásica?
Las decisiones tanto de la iluminación como de la selección de temas musicales apenas han estado influenciadas por sus momentos históricos significativos, ya que se trataba ante todo de relatar una historia íntima y, por tanto, de realizar una película intimista… Todo ello impregnó incluso el propio discurso de los personajes… No se trataba ya de seguir el guión o que se cumpliera la continuidad del filme al milímetro, sino que, dotando a los actores de un entorno propicio, pudieran elaborar su propio diálogo, incluso en ocasiones permitiendo la improvisación… Algo que quizás tan sólo se logre cuando aparece esta atmósfera tan especial… Y esto se ha logrado porque hemos prescindido de toda injerencia o interrupciones ajenas al mismo… Y quizás a la ausencia de teléfonos móviles durante su rodaje… (Risas).
El retrato de familia, por lo tanto, es realista y prácticamente fiel a ella…
Digamos que, después de todos estos años de profesión, el mismo rodaje de esta película transcurrió como si fuera mi propio día de cumpleaños: la preocupación técnica se redujo a un diez por ciento y la relajación sobre la misma abarcó el noventa por ciento restante, puesto que se trataba de recordar escenas más o menos amables de mi pasado, pero me decidí a recrearme en ellas, disfrutando como nunca lo había hecho con otras películas… Normalmente me interesa mucho la técnica cinematográfica pero en este caso adopté resoluciones más clásicas, tradicionales y melodramáticas…
También ha afectado al tempo o ritmo interno y externo del filme, con secuencias muy prolongadas, parlamentos meditados y extensas narraciones… Tan diferente a otras producciones suyas como la película de aventuras e histórica ‘La ciudad perdida’, narrada en algunas partes con un pulso muy acelerado, aunque adoptando un estilo igualmente innovador, lo que provoca paradójicas situaciones de ritmos sincopados, pero nunca abruptos, logrando un filme atípico que en ocasiones parecería acoger otros marchamos más contemporáneos…
En fin, a veces parece como si el resto de mis películas se caracterizaran por la falta de éxito o su lentitud… (Risas)… No, en serio… Sin embargo, aunque ‘La ciudad perdida’ haya sido la más popular y conocida de mis películas, o los ‘thrillers’ sobre las mafias, yo con frecuencia me aburro mortalmente con la mayor parte de las películas de acción que se producen en Hollywood… A pesar de que parezca que tienen un ritmo frenético… ¿Dónde está ese necesario tiempo de reposo necesario para comprender el desarrollo dramático de una escena, o la evolución psicológica de sus personajes… Eso sin duda los convierte en filmes planos y vacíos… Son necesarios estos lapsus temporales para poder comprender muchas de las motivaciones de todos los personajes, lo que les conmueve, lo que les hace reaccionar de una forma determinada, tomar sus decisiones más trascendentes, lo que los define… Para muchos espectadores la acción reside en los incidentes narrados en la película, como ocurre cuando hablaba de las excesivas semejanzas de este tipo de cine con los videojuegos, incluso en películas que ya se realizan sobre los mismos, cuando antes era al contrario… Pero se trata de rodar una película y cuando vas a presenciarla a una sala de cine se supone que no vas a jugar a un videojuego, así que… Cada forma de expresión debería tener su medio y su espacio… Sin que nos condicione hasta el punto de modificar o manipular el ritmo de una película para que al espectador que le gustan más los videojuegos no le parezca excesivamente lenta… Pero yo siempre he creído que si los impulsos dramáticos avanzan y el espectador más avezado es el que trata de comprender o rechazar, identificarse o cuestionar lo que les mueve a sus personajes a actuar como lo hacen o a adoptar sus decisiones, y cuando esto ocurre siempre tendrá el ritmo adecuado… Y en ocasiones esta lentitud resulta necesaria… Los actores son humanos y necesitan su tiempo… Si no estaríamos transformándolos en meros objetos, robotizándoles… Las películas que más recuerdo y que más me han conmovido no son aquellas en las que sucede una explosión cada equis minutos, sino aquellas en las que lograba comprender y me llegaban a emocionar los sentimientos y la caracterización de un determinado personaje porque en algún momento me había identificado, o había logrado empatizar con esa forma de ser…
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¿Y cuál es la motivación principal que le lleva a trabajar con actores tan jóvenes que en muchos casos parece como si les descubriera con sus propias películas: Joaquin Phoenix, Mark Whalberg, Edward Furlong, Tim Roth, Charlize Theron?... Junto a estrellas consagradas incluso europeas como Vanessa Redgrave, Maximilian Schell, u otros que recuerdan a su cinefilia como James Caan, Faye Danaway o Ellen Burstyn. Su elección forma parte de esa complicidad que reafirma sus aspiraciones de cineasta independiente?
¿Alguna vez nos hemos parado a pensar cuales son las aspiraciones de cada cineasta?... Quiero decir, Orson Welles fue un director a todas luces innovador, que trataba de romper moldes respecto a lo que se hacía en Hollywood y todo el mundo reconoce sus películas como de autor… Pero ¿Quién era su director de fotografía?: el reconocido Greg Toland; ¿Y su productor? El omnipotente William Cameron Menzies… Y debes tener a grandes profesionales a tu alrededor si quieres hacer una gran película…
A los actores conocidos también les interesan determinado tipo de películas que a lo mejor no se ruedan en Hollywood y por eso les convence una historia que les parece menos manida y encorsetada, o más interesante desde el punto de vista interpretativo, o todo un reto, y desean participar en ella como sea. Con el tiempo, vas conociendo cada vez a más profesionales de la parte artística y técnica con la que logras una sintonía particular y quienes, siempre que sea posible, deciden participar en tu proyecto. Es algo recíproco…
Con el presupuesto que he mencionado para mis películas, y tras haber recorrido todo el mundo con ellas para tratar de recuperar cada inversión pero habiendo recibido mucho más desde la admiración que el público ha profesado hacia ellas, ¿cómo he de juzgar este bagaje? Claramente de una forma extremadamente positiva… En términos de rentabilidad social, humana, emocional…
Para toda una generación de admiradores de Coppola, una parte de sus películas, los ‘thrillers’ o películas que parecen ampliar el espectro del género negro centrado en el entorno de la mafia y de la corrupción, parecen una prolongación de todas esas historias, con una actualización de sus situaciones e intérpretes, bien en el papel de capos o en el de los policías que los persiguen, o en ese terreno movedizo y turbulento de quien camina a uno y otro lado… ¿Está de acuerdo con esa asociación que parte de la crítica y espectadores han realizado de sus filmes y con la que iniciábamos esta entrevista?... ¿Se identifica con aquellas producciones que marcaron una impronta indeleble en la década de los sesenta con la saga de ‘El Padrino’ aunque ampliando en su caso la panorámica hacia otras mafias como la rusa en su película iniciática, ‘Little Odessa’, premiada en importantes festivales y acreedora, entre otros, del prestigioso León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia, aquí estrenada como ‘Cuestión de sangre’?. Fue un filme que dirigió con tan sólo veinticinco años…
Comparto mi admiración por Coppola y reconozco su influencia pero también debo manifestar que mis filmes han podido elaborarse a partir de numerosas fuentes de inspiración… En efecto, los premios cosechados por ‘Little Odessa’ y su admiración inicial en Europa provocaron nuevos estrenos en Estados Unidos y pudo propiciar mi continuidad, de la misma forma que su estilo independiente de filmación e interpretación lo tildaron de ‘rara avis’… Pero fue como el primogénito, sin duda…
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Respecto a su última película, “Armaggedon Time”, ¿a qué se debe el título?
Es porque cuando tienes once o doce años todo se vive como si fuera a tratarse del “fin del mundo”, cada una de las experiencias por las que atraviesas parecen formar parte del momento más trascendental de tu vida, como si se marcara a fuego nuestra propia existencia. Así que, para estos chicos, todas sus vivencias resultaban extremas, como si fuera a ocurrir, de un momento a otro, el fin de su propia existencia, es decir, el ‘armaggedon’. Pero también debemos recordar que esta historia tenía lugar durante la época de la Guerra Fría en la que parecía que el fin del mundo se estaba acercando, así que, tanto para sus protagonistas como para toda la humanidad, había una sensación de que todo iba a terminar… Y este ambiente tan angustioso y enrarecido tuvo un impacto tal en mi infancia que terminaría impregnando todos los significados de mi película…
¿Incluso la flagrante denuncia del racismo hacia el afroamericano?
Incluso, en efecto, ese racismo latente y evidente que todavía caracterizaba a la sociedad norteamericana y que marcaría tan poderosamente el final de mi película… Sin duda alguna, todos presentíamos que, si seguíamos por ese camino de la intolerancia con nuestros semejantes, tanto por cuestiones de raza como por muchas otras, todo ello nos conduciría a la perdición, a la aniquilación…
Además de su carácter autobiográfico más evidente, ¿el filme está basado en episodios concretos de su adolescencia?
En efecto se traslucen tanto personajes como situaciones que he podido vivir en mi propia adolescencia, y en recuerdos propios…
Habiendo realizado filmes de prácticamente todos los géneros (‘thrillers’, cine de aventuras, histórico, costumbrista, realista, melodrama), ¿con cuál de los que le falta le gustaría experimentar?
Me he vuelto una persona tan ocupada que cuando me preguntan acerca de lo que haría en los próximos tres años, realmente no podría estar seguro de lo que me acontecerá… Ni siquiera en el próximo año… Aunque parezcan en realidad diversos géneros en los que me he adentrado, en realidad, quizá tan sólo en tres de ellos he podido logran un cierto éxito… En el caso, por ejemplo, del ‘cine de terror’, hay muy pocas producciones que admire, y aunque me encantan películas como ‘El resplandor’ (‘The Shining’) de Stanley Kubrick, también creo que, en un momento de la historia, la tensión dramática desaparece en favor de los efectos para causar pánico en el espectador y, por ejemplo, la secuencia en la que el niño es perseguido dentro del nevado laberinto de setos por el psicópata interpretado por Jack Nicholson, debido al uso excesivo de la ‘steady cam’ y a la prolongación excesiva de esta tensión en el tiempo, en cierta forma cae en el tópico que había tratado de evitar durante todo el metraje, y esa resolución o secuencia de cierre opera en detrimento de la necesaria tensión dramática que requería la historia y que se había estado fraguando… Sin embargo a otros cineastas y críticos esta parte final les parece magistral… Así que, según mi opinión, repito, siempre desde mi punto de vista, creo que este final resulta fallido… Y una película que considero magnífica dentro del género de ‘ciencia-ficción’, aunque también podría estar a medio camino entre este género y el de ‘terror’, es la versión de John Carpenter de ‘La cosa’ (‘The thing’), basada en un clásico de la ciencia-ficción, que pude ver en mi adolescencia y recuerdo que tuvo críticas terribles que la consideraban un desastre. En concreto había un crítico llamado Rodgers que hizo mucho daño con las películas de género y a ésta la consideraba como un ejemplo de de lo que no se debía hacer en cine, con excesivos altibajos y una trama completamente desorientada y desorientadora… Y sin embargo a mí me pareció muy brillante y original, y me encontré tan emocionado con esa historia y con su asombroso final que fue durante muchos años mi favorita dentro del género… Y me enfadó tanto la actitud de Rodgers hacia este filme… Y tampoco me plantearía hacer una típica película de acción… Por supuesto que puedes equivocarte pero siempre he creído en ese dicho de que, si es algo personal, quizá toda tu vida estés realizando la misma película una y otra vez… Sobre el mismo argumento dramático… Quizá sea lo más honesto… Pero también es cierto que tenemos que encontrar, dentro de este procedimiento, una nueva forma de mostrarlo, de ofrecerlo al espectador con personajes y situaciones que parezcan completamente distintas porque si no, en cierta forma, estaríamos defraudándolos… Sin duda, siempre he pensado que el ser fiel a ese tipo de historias que en realidad nos acaban remitiendo a nuestra historia personal, es lo que verdaderamente marca el estilo definitivo de un autor…
Con 25 años, Gray dirigió su primera película profesional, Little Odessa (Cuestión de sangre), un film de cine negro que cuenta la historia de un asesino a sueldo y su relación con su hermano tras regresar a su lugar natal, Little Odessa, un barrio de Brighton Beach, Brooklyn. La película ganó el León de Plata a la mejor dirección en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 1994.
En 2000, Miramax distribuyó su segunda película, The Yards (La otra cara del crimen), escrita y rodada en 1998.
Su tercera película, We Own the Night3 estuvo protagonizada por Joaquín Phoenix y Mark Wahlberg, compitió en el Festival Internacional de Cine de Cannes y obtuvo críticas desiguales de la prensa acreditada. En 2008 se estrenó su película Two Lovers,4 inspirada en Noches blancas de Dostoyevski y protagonizada por Joaquín Phoenix y Gwyneth Paltrow.
Fuente: Wikipedia
![[Img #62158]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2023/2304_director-james-gray-member-of-the-jury-poses-during-the-news-photo-1568921239.jpg)
Javier Gutiérrez (Saberius): La factura y el ritmo de sus películas resulta muy peculiar y personal; sus recursos más próximos al cine de autor que a los tempos que nos tienen acostumbrados las producciones del mundo de Hollywood, cada vez más influenciadas en sus ‘thrillers’ por las del género de acción. ¿Cómo ha logrado competir y abrirse paso con producciones que se situaban al margen de los cánones comerciales de la meca del cine?
James Gray: Hay quienes remarcan el ritmo pausado de mis películas como algo excéntrico… Yo siempre he procurado dar más importancia a los personajes y la verosimilitud de las situaciones y experiencias que van a vivir… El cine de Hollywood últimamente posee, en efecto, no sólo una marcada influencia procedente del cine de acción, sino cada vez más, si nos fijamos en sus producciones, del mundo de los videojuegos. Y es que ambas esferas del entretenimiento parecen reflejarse la una en la otra, tratando de emularse en su ‘modus operandi’ y también en la creatividad, pero ofreciendo un tipo de espectáculo en el que priman los efectos de la constante sorpresa y generación de adrenalina, sobre el contenido histórico o cultural... Pero entonces, en realidad este hecho lo distancia de la propia esencia del arte cinematográfico, que nació junto al documental y las representaciones dramáticas. Las interpretaciones de mis filmes están más apegadas a la experiencia escénica de los actores, y a su vez tratan de mantener un ritmo tan fiel a su historia que terminan situándolas en un territorio más afín al del cine clásico, con producciones que en su momento quizás no sean las más taquilleras pero que con el paso del tiempo se va reconociendo su valor y deciden revisarse en ciclos, filmotecas, incluso para comprender algo mejor algunas partes de nuestra historia…
…y esto, a su vez produce un cierto hastío en el espectador actual (ya acostumbrado a la celeridad y al ritmo frenético del cine de acción) hacia el cine de autor o experimental, aunque se trate de películas brillantes y conmovedoras, o con un pulso narrativo ejemplar…
Es cierto que las películas actuales hacen que los filmes tradicionales, realizados a la antigua usanza o independientes parezcan aburridos… Sin embargo… ¿Cómo interactúan y reaccionan sus personajes?... Si el drama no está presente desde lo más íntimo y profundo de los actores que lo representan, y no avanza el conflicto, y por ende la propia historia, jamás funcionará… Una película podrá entretenernos más o menos pero será difícil que la recordemos como una obra relevante o que provoque emociones intrínsecamente humanas… Creo que siempre debería estar presente, en una obra cinematográfica como tal, el retrato interno de los personajes, que nace a raíz de su propio relato y de la transmisión del mismo, y se modela mediante la comedia o la tragedia, el drama realista o fantástico, pero siempre con una premisa coherente… Y es necesario que esto fluya y además permitir el latido de su ritmo interior, lo que en ocasiones exige demora, lentitud… Si esto no ocurre, el tono dramático de un diálogo o la veracidad de la situación que se trata de representar, apenas se logrará…
¿Se podría tratar de una decisión premeditada, acatada de antemano, desde los mismos presupuestos que deciden aprobar un determinado guión para recuperar buena parte de su propia inversión?
En efecto… Además de todos los factores que hemos mencionado anteriormente, mis producciones se han situado en las antípodas de las avaladas por inversiones hollywoodienses superiores a los cuarenta o cincuenta millones de dólares. El tipo de cine independiente que realizo no suele superar el presupuesto de quince o dieciséis millones de dólares…
![[Img #62153]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2023/7153_armageddon_time-396197436-large.jpg)
Paradójicamente, a la hora de revisar su filmografía es conveniente comenzar por la última película que acaba de estrenar, ‘Armaggedon Time’, ya que llama la atención su evidente carácter autobiográfico, la decidida e incisiva mirada sobre la época en la que vivió y el lugar donde creció y, quizá, la intensidad con la que buena parte de las anécdotas han sido narradas en imágenes tras haber sido experimentadas por el propio realizador durante su infancia en la gran metrópoli neoyorkina, símbolo de esa tierra de promisión que acogía a inmigrantes de todo el mundo, pasando por la Isla de Ellis o puerta de entrada, donde se podía contemplar otro icono de bienvenida tan poderoso como la estatua de la libertad (“no podemos olvidar en este punto la imagen totémica con su reflejo en la ventana del hospital de cuarentenas en Ellis Island al lado de un Michael Corleone niño en los inicios de ‘El Padrino II’), puesto que sus abuelos procedían de la comunidad judía de Ostropol, que pertenecía al Imperio ruso y actualmente a Ucrania, y que arribaron a tierras norteamericanas escapando de los progromos antisemitas…
En efecto, mis abuelos llegaron a Nueva York en 1923 y buena parte de aquellas vivencias escolares, nutrirían sin duda el guión de esta película, hasta que estudié en la School of Cinematic Arts de la Universidad del Sur de California, donde desarrollaría mi trabajo como académico. Todas estas vivencias, por tanto, están conectadas íntimamente con mi propia infancia… Recuerdo agrios momentos y áridos pasajes vividos en el aula, la compleja integración con los compañeros, las situaciones de racismo latente y explícito, el desconsuelo de los familiares que perdían a sus seres queridos por venganzas o linchamientos, o por situaciones de desarraigo, de violencia familiar o callejera nacida de evidentes injusticias y contrastes sociales… La integración del emigrante recién llegado nunca resultó fácil, y eso que se trata de un país formado con inmigrantes… Yo siempre he remarcado que no es tan fácil como resumir la película diciendo: “Trata sobre dos chicos con problemas de adaptación a su entorno…”. En efecto, hay entremezclados tantos otros recuerdos… Pero las verdaderas influencias van mucho más allá… Suceden tras la lectura de cientos de libros, tras haber escuchado decenas de canciones, de temas musicales… Es tan amplia…
La alusión a ‘El Padrino’ no ha sido tan sólo un apunte de cinefilia. No en vano, en su última película, el director de fotografía parece emular a Gordon Willis, el director de fotografía de la legendaria película de Coppola, al utilizar recursos de iluminación similares, basados en situar luces cenitales, o pendientes del techo, para iluminar a los personajes…
La elección de la luz más apropiada para los interiores sin duda nos hizo adoptar este mágico recurso que resulta muy práctico desde muchos aspectos, como comentaré con detenimiento… Para los escenarios neoyorkinos exteriores late un pulso homogéneo a la hora de elegir referentes clásicos, desde Jackson Pollock a Caravaggio, y el director de fotografía estaba cautivado por estas tendencias para lograr ciertos tonos dorados que le aportaran un aire ‘vintage’ al estilo visual mediante el cual se hacía referencia a las remotas remembranzas de ese pasado. Pero dentro de las viviendas, como te había avanzado, existía una luz principal sobre la mesa y después luces de recorte sobre los personajes principales, aunque ninguno de ellos estaba iluminado bajo un foco principal, lo cual podría asemejarla a la personal recreación fotográfica de Gordon Willis, porque en ocasiones arrojaba sombras sobre los rostros, aunque no tan acusadas como en “El padrino”, ya que en esta ocasión se buscaba a propósito un efecto de endurecimiento de los rasgos faciales que los transformaba en siniestros. Aunque la resolución resulta muy práctica, ya que te resuelve innumerables recursos o filmación de nuevas secuencias o primeros planos con diferentes iluminaciones, no suele ser un recurso habitual adoptado por las grandes producciones. Sin embargo, y quizás por ello este hallazgo ha marcado un antes y un después en la dirección de fotografía del cine independiente, con la adopción de este recurso de nueva creación, los intérpretes pueden moverse de un lado al otro del espacio filmado, incluso subiendo o bajando las escaleras, sin que ninguno de ellos llegue a estar completamente iluminado pero respetando un patrón de luz básico, lo que ofrece una mayor verosimilitud respecto a la luz artificial habitual y, además, como apuntaba, se trataba de una resolución eminentemente práctica a la hora de iluminar la escena que, al mismo tiempo, permite bañar de luz los rincones de la vivienda real o, en su defecto, del decorado, de una forma homogénea, lo que mantenía el correlato de plasmar imágenes y escenarios de otro tiempo, con otro tipo de luz, quizá más nostálgica, y al mismo tiempo más realista, aunque pudiera parecer algo precaria… Por lo tanto, podemos confirmar que este tipo de ‘keylight’ o ‘toplight’ se convirtió, en efecto, en una constante de la película, evitando así los contraluces o los excesivos contrastes…
Y desde el punto de vista actoral, la iluminación de la película, en cierta forma, rubrica el método de filmación que antes comentaba… En vez de utilizar una sola cámara, debido a las interpretaciones corales, resultaba mejor que cada actor o actriz dispusiera de su propia cámara y que pudiéramos utilizar tomas directas y cerradas para los planos medios y primeros planos, más intimistas, y también el máster que da coherencia a la filmación de la secuencia completa y retrata sus actuaciones colectivas… Así que era mejor si mantenía la acción y no cortaba nunca, ya que así podíamos logar un mayor número de planos de recurso que nos solucionarían otros momentos de la película… Incluso el menor de los detalles, como un chillido, podía resultar orgánico para otra parte de la película, así que, decidíamos registrarlo…
![[Img #62152]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2023/5832_6-cuestion-de-sangre-little-odessa-1994.jpg)
¿Y en cuanto a la cuidada selección de los temas de música clásica?
Las decisiones tanto de la iluminación como de la selección de temas musicales apenas han estado influenciadas por sus momentos históricos significativos, ya que se trataba ante todo de relatar una historia íntima y, por tanto, de realizar una película intimista… Todo ello impregnó incluso el propio discurso de los personajes… No se trataba ya de seguir el guión o que se cumpliera la continuidad del filme al milímetro, sino que, dotando a los actores de un entorno propicio, pudieran elaborar su propio diálogo, incluso en ocasiones permitiendo la improvisación… Algo que quizás tan sólo se logre cuando aparece esta atmósfera tan especial… Y esto se ha logrado porque hemos prescindido de toda injerencia o interrupciones ajenas al mismo… Y quizás a la ausencia de teléfonos móviles durante su rodaje… (Risas).
El retrato de familia, por lo tanto, es realista y prácticamente fiel a ella…
Digamos que, después de todos estos años de profesión, el mismo rodaje de esta película transcurrió como si fuera mi propio día de cumpleaños: la preocupación técnica se redujo a un diez por ciento y la relajación sobre la misma abarcó el noventa por ciento restante, puesto que se trataba de recordar escenas más o menos amables de mi pasado, pero me decidí a recrearme en ellas, disfrutando como nunca lo había hecho con otras películas… Normalmente me interesa mucho la técnica cinematográfica pero en este caso adopté resoluciones más clásicas, tradicionales y melodramáticas…
También ha afectado al tempo o ritmo interno y externo del filme, con secuencias muy prolongadas, parlamentos meditados y extensas narraciones… Tan diferente a otras producciones suyas como la película de aventuras e histórica ‘La ciudad perdida’, narrada en algunas partes con un pulso muy acelerado, aunque adoptando un estilo igualmente innovador, lo que provoca paradójicas situaciones de ritmos sincopados, pero nunca abruptos, logrando un filme atípico que en ocasiones parecería acoger otros marchamos más contemporáneos…
En fin, a veces parece como si el resto de mis películas se caracterizaran por la falta de éxito o su lentitud… (Risas)… No, en serio… Sin embargo, aunque ‘La ciudad perdida’ haya sido la más popular y conocida de mis películas, o los ‘thrillers’ sobre las mafias, yo con frecuencia me aburro mortalmente con la mayor parte de las películas de acción que se producen en Hollywood… A pesar de que parezca que tienen un ritmo frenético… ¿Dónde está ese necesario tiempo de reposo necesario para comprender el desarrollo dramático de una escena, o la evolución psicológica de sus personajes… Eso sin duda los convierte en filmes planos y vacíos… Son necesarios estos lapsus temporales para poder comprender muchas de las motivaciones de todos los personajes, lo que les conmueve, lo que les hace reaccionar de una forma determinada, tomar sus decisiones más trascendentes, lo que los define… Para muchos espectadores la acción reside en los incidentes narrados en la película, como ocurre cuando hablaba de las excesivas semejanzas de este tipo de cine con los videojuegos, incluso en películas que ya se realizan sobre los mismos, cuando antes era al contrario… Pero se trata de rodar una película y cuando vas a presenciarla a una sala de cine se supone que no vas a jugar a un videojuego, así que… Cada forma de expresión debería tener su medio y su espacio… Sin que nos condicione hasta el punto de modificar o manipular el ritmo de una película para que al espectador que le gustan más los videojuegos no le parezca excesivamente lenta… Pero yo siempre he creído que si los impulsos dramáticos avanzan y el espectador más avezado es el que trata de comprender o rechazar, identificarse o cuestionar lo que les mueve a sus personajes a actuar como lo hacen o a adoptar sus decisiones, y cuando esto ocurre siempre tendrá el ritmo adecuado… Y en ocasiones esta lentitud resulta necesaria… Los actores son humanos y necesitan su tiempo… Si no estaríamos transformándolos en meros objetos, robotizándoles… Las películas que más recuerdo y que más me han conmovido no son aquellas en las que sucede una explosión cada equis minutos, sino aquellas en las que lograba comprender y me llegaban a emocionar los sentimientos y la caracterización de un determinado personaje porque en algún momento me había identificado, o había logrado empatizar con esa forma de ser…
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¿Y cuál es la motivación principal que le lleva a trabajar con actores tan jóvenes que en muchos casos parece como si les descubriera con sus propias películas: Joaquin Phoenix, Mark Whalberg, Edward Furlong, Tim Roth, Charlize Theron?... Junto a estrellas consagradas incluso europeas como Vanessa Redgrave, Maximilian Schell, u otros que recuerdan a su cinefilia como James Caan, Faye Danaway o Ellen Burstyn. Su elección forma parte de esa complicidad que reafirma sus aspiraciones de cineasta independiente?
¿Alguna vez nos hemos parado a pensar cuales son las aspiraciones de cada cineasta?... Quiero decir, Orson Welles fue un director a todas luces innovador, que trataba de romper moldes respecto a lo que se hacía en Hollywood y todo el mundo reconoce sus películas como de autor… Pero ¿Quién era su director de fotografía?: el reconocido Greg Toland; ¿Y su productor? El omnipotente William Cameron Menzies… Y debes tener a grandes profesionales a tu alrededor si quieres hacer una gran película…
A los actores conocidos también les interesan determinado tipo de películas que a lo mejor no se ruedan en Hollywood y por eso les convence una historia que les parece menos manida y encorsetada, o más interesante desde el punto de vista interpretativo, o todo un reto, y desean participar en ella como sea. Con el tiempo, vas conociendo cada vez a más profesionales de la parte artística y técnica con la que logras una sintonía particular y quienes, siempre que sea posible, deciden participar en tu proyecto. Es algo recíproco…
Con el presupuesto que he mencionado para mis películas, y tras haber recorrido todo el mundo con ellas para tratar de recuperar cada inversión pero habiendo recibido mucho más desde la admiración que el público ha profesado hacia ellas, ¿cómo he de juzgar este bagaje? Claramente de una forma extremadamente positiva… En términos de rentabilidad social, humana, emocional…
Para toda una generación de admiradores de Coppola, una parte de sus películas, los ‘thrillers’ o películas que parecen ampliar el espectro del género negro centrado en el entorno de la mafia y de la corrupción, parecen una prolongación de todas esas historias, con una actualización de sus situaciones e intérpretes, bien en el papel de capos o en el de los policías que los persiguen, o en ese terreno movedizo y turbulento de quien camina a uno y otro lado… ¿Está de acuerdo con esa asociación que parte de la crítica y espectadores han realizado de sus filmes y con la que iniciábamos esta entrevista?... ¿Se identifica con aquellas producciones que marcaron una impronta indeleble en la década de los sesenta con la saga de ‘El Padrino’ aunque ampliando en su caso la panorámica hacia otras mafias como la rusa en su película iniciática, ‘Little Odessa’, premiada en importantes festivales y acreedora, entre otros, del prestigioso León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia, aquí estrenada como ‘Cuestión de sangre’?. Fue un filme que dirigió con tan sólo veinticinco años…
Comparto mi admiración por Coppola y reconozco su influencia pero también debo manifestar que mis filmes han podido elaborarse a partir de numerosas fuentes de inspiración… En efecto, los premios cosechados por ‘Little Odessa’ y su admiración inicial en Europa provocaron nuevos estrenos en Estados Unidos y pudo propiciar mi continuidad, de la misma forma que su estilo independiente de filmación e interpretación lo tildaron de ‘rara avis’… Pero fue como el primogénito, sin duda…
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Respecto a su última película, “Armaggedon Time”, ¿a qué se debe el título?
Es porque cuando tienes once o doce años todo se vive como si fuera a tratarse del “fin del mundo”, cada una de las experiencias por las que atraviesas parecen formar parte del momento más trascendental de tu vida, como si se marcara a fuego nuestra propia existencia. Así que, para estos chicos, todas sus vivencias resultaban extremas, como si fuera a ocurrir, de un momento a otro, el fin de su propia existencia, es decir, el ‘armaggedon’. Pero también debemos recordar que esta historia tenía lugar durante la época de la Guerra Fría en la que parecía que el fin del mundo se estaba acercando, así que, tanto para sus protagonistas como para toda la humanidad, había una sensación de que todo iba a terminar… Y este ambiente tan angustioso y enrarecido tuvo un impacto tal en mi infancia que terminaría impregnando todos los significados de mi película…
¿Incluso la flagrante denuncia del racismo hacia el afroamericano?
Incluso, en efecto, ese racismo latente y evidente que todavía caracterizaba a la sociedad norteamericana y que marcaría tan poderosamente el final de mi película… Sin duda alguna, todos presentíamos que, si seguíamos por ese camino de la intolerancia con nuestros semejantes, tanto por cuestiones de raza como por muchas otras, todo ello nos conduciría a la perdición, a la aniquilación…
Además de su carácter autobiográfico más evidente, ¿el filme está basado en episodios concretos de su adolescencia?
En efecto se traslucen tanto personajes como situaciones que he podido vivir en mi propia adolescencia, y en recuerdos propios…
Habiendo realizado filmes de prácticamente todos los géneros (‘thrillers’, cine de aventuras, histórico, costumbrista, realista, melodrama), ¿con cuál de los que le falta le gustaría experimentar?
Me he vuelto una persona tan ocupada que cuando me preguntan acerca de lo que haría en los próximos tres años, realmente no podría estar seguro de lo que me acontecerá… Ni siquiera en el próximo año… Aunque parezcan en realidad diversos géneros en los que me he adentrado, en realidad, quizá tan sólo en tres de ellos he podido logran un cierto éxito… En el caso, por ejemplo, del ‘cine de terror’, hay muy pocas producciones que admire, y aunque me encantan películas como ‘El resplandor’ (‘The Shining’) de Stanley Kubrick, también creo que, en un momento de la historia, la tensión dramática desaparece en favor de los efectos para causar pánico en el espectador y, por ejemplo, la secuencia en la que el niño es perseguido dentro del nevado laberinto de setos por el psicópata interpretado por Jack Nicholson, debido al uso excesivo de la ‘steady cam’ y a la prolongación excesiva de esta tensión en el tiempo, en cierta forma cae en el tópico que había tratado de evitar durante todo el metraje, y esa resolución o secuencia de cierre opera en detrimento de la necesaria tensión dramática que requería la historia y que se había estado fraguando… Sin embargo a otros cineastas y críticos esta parte final les parece magistral… Así que, según mi opinión, repito, siempre desde mi punto de vista, creo que este final resulta fallido… Y una película que considero magnífica dentro del género de ‘ciencia-ficción’, aunque también podría estar a medio camino entre este género y el de ‘terror’, es la versión de John Carpenter de ‘La cosa’ (‘The thing’), basada en un clásico de la ciencia-ficción, que pude ver en mi adolescencia y recuerdo que tuvo críticas terribles que la consideraban un desastre. En concreto había un crítico llamado Rodgers que hizo mucho daño con las películas de género y a ésta la consideraba como un ejemplo de de lo que no se debía hacer en cine, con excesivos altibajos y una trama completamente desorientada y desorientadora… Y sin embargo a mí me pareció muy brillante y original, y me encontré tan emocionado con esa historia y con su asombroso final que fue durante muchos años mi favorita dentro del género… Y me enfadó tanto la actitud de Rodgers hacia este filme… Y tampoco me plantearía hacer una típica película de acción… Por supuesto que puedes equivocarte pero siempre he creído en ese dicho de que, si es algo personal, quizá toda tu vida estés realizando la misma película una y otra vez… Sobre el mismo argumento dramático… Quizá sea lo más honesto… Pero también es cierto que tenemos que encontrar, dentro de este procedimiento, una nueva forma de mostrarlo, de ofrecerlo al espectador con personajes y situaciones que parezcan completamente distintas porque si no, en cierta forma, estaríamos defraudándolos… Sin duda, siempre he pensado que el ser fiel a ese tipo de historias que en realidad nos acaban remitiendo a nuestra historia personal, es lo que verdaderamente marca el estilo definitivo de un autor…







