Mi patria
![[Img #62425]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/03_2023/2808_1ma-jose-corderov-dsc_0041-2.jpg)
Mi patria es un hogar con olor de amistad. La risa entra y sale como un perrillo hambriento de un solar abandonado, se aposenta en el salón, sobre la mesa de la cocina, entre los pliegues de las cortinas que se abren, de par en par, para que el sol de la ternura invada hasta el rincón más oscuro y recóndito de mi casa.
Mi patria es un monte mágico que abraza a la Dama Hermosa: la tierra maragata que guardó a mis ancestros y meció sus ilusiones con un cierto letargo. Algunos, los más lanzados o apremiados por la carestía del futuro, cruzaron el Atlántico y, entonces, los sueños se invirtieron y no se hablaba más que de volver, de estar tranquilos y en silencio, nuevamente, en su ‘Dama’, al calor de la lumbre; escuchando el repique de las campanas; el sonido hipnótico de las cigüeñas; el vuelo rasante de los cernícalos; el sabor de las frutas del huerto familiar…
Mi patria es un campo abierto con un cielo tan limpio que transparenta el corazón de cada estrella. No sé cómo explicarlo, no sé cómo decir que me crecen raíces en los pies y se agarran al alma; que el silencio es un abrigo como una mansa lumbre; que el cariño se posa, cual la nieve que envuelve y atrapa a cada instante, la intensa de luz de esta patria soñada.
Esta Patria que me enseñaste, padre.
Mi patria es un hogar con olor de amistad. La risa entra y sale como un perrillo hambriento de un solar abandonado, se aposenta en el salón, sobre la mesa de la cocina, entre los pliegues de las cortinas que se abren, de par en par, para que el sol de la ternura invada hasta el rincón más oscuro y recóndito de mi casa.
Mi patria es un monte mágico que abraza a la Dama Hermosa: la tierra maragata que guardó a mis ancestros y meció sus ilusiones con un cierto letargo. Algunos, los más lanzados o apremiados por la carestía del futuro, cruzaron el Atlántico y, entonces, los sueños se invirtieron y no se hablaba más que de volver, de estar tranquilos y en silencio, nuevamente, en su ‘Dama’, al calor de la lumbre; escuchando el repique de las campanas; el sonido hipnótico de las cigüeñas; el vuelo rasante de los cernícalos; el sabor de las frutas del huerto familiar…
Mi patria es un campo abierto con un cielo tan limpio que transparenta el corazón de cada estrella. No sé cómo explicarlo, no sé cómo decir que me crecen raíces en los pies y se agarran al alma; que el silencio es un abrigo como una mansa lumbre; que el cariño se posa, cual la nieve que envuelve y atrapa a cada instante, la intensa de luz de esta patria soñada.
Esta Patria que me enseñaste, padre.