Un año, una noche

‘Un año, una noche’ supone la adaptación de la obra literaria de Ramón González ‘Paz, amor y Death Metal’, en torno a las consecuencias psicológicas, en concreto de stress post-traumático, con las que tuvieron que convivir buena parte de los supervivientes de los atentados terroristas de la Sala Bataclán de París. El autor de la novela había sido uno de los supervivientes del mencionado atentado perpetrado el 13 de Noviembre de 2015.

Una arriesgada apuesta de ‘Bambú producciones’ en una coproducción hispano-fancesa junto a ‘Mr. Fields and Friends, La Termita Films y Noodles Productions’, con un reparto internacional encabezado por Nahuerl Pérez Biscayart, Noèmie Merlant (tras su sublime actuación en ‘Retrato de una mujer en llamas’), Quim Gutiérrez, Alba Guilera, Natalia de Molina, y el debut actoral del cantante C. Tangana entre otros –Enric Auquer, Blanca Apilánez…-.

Precedida por el Premio del Jurado ecuménico en el 72 Festival de Berlín del presente año, la misma edición en la que se alzaría con el Oso de Oro ‘Alcarràs’, y presentado dentro de la sección Perlas del Festival de San Sebastián, su innovadora dirección permite la fluida y espontánea interpretación de sus protagonistas cuya relación de pareja se desgrana al mismo tiempo que las secuencias traumáticas del atentado van ocupando sus recuerdos merced a un montaje sincopado, capaz de conectar su estado presente con un pasado demasiado reciente…

El realizador, que coescribió la historia con su pareja Isa Campo, como suele resultar habitual, subraya cómo gracias a la valiente decisión del productor, que otorgó al filme el doble del presupuesto con el que suelen contar este tipo de películas, los resultados fueron mucho más allá de lo esperado en casi todos sus aspectos (interpretativo, estético, de puesta en escena, etc…). La película se inicia con los dos protagonistas recorriendo bajo una capa dorada identificada con el material que se coloca sobre las víctimas, desnudando los sentimientos que se ocultan bajo la memoria quebradiza que suplantan y catapultan las imágenes distorsionadas de los terribles sucesos vividos en primera persona: el sorprendente atentado durante el concierto en el que deben ocultarse en el camerino del propio grupo musical, sufriendo los primeros síntomas de ansiedad, desmayos, reacciones desbocadas…

Respecto a sus temas musicales, casi todos compuestos por Refree, sin obviar las canciones originales de los Eagles of Black Metal que resuenan en la sala Bataclán, resulta sobrecogedor el inicio de la misma con la Obertura del ‘Lamento della Ninfa’ de Claudio Monteverdi, mientras los protagonistas supervivientes a la tragedia avanzan desorientados por las calles de París, absortos, sin ser del todo conscientes de lo que ha podido ocurrir…

La pareja principal había logrado refugiarse en el camerino de los músicos, pero los traumas vividos y las sensaciones de peligro constante para no ser descubiertos y aniquilados, aflorarán más adelante en su relación, ya nunca volverán a ser los mismos… Sus recuerdos reales se entremezclan con los tergiversados por su mente para que la historia mantenga una condición universal en torno a este tipo de traumas.

Lacuesta incidía en que lo que le había resultado más difícil fue lograr no ya la recreación documental de lo ocurrido en Bataclán sino la experiencia subjetiva de la pareja superviviente que va modificándose a lo largo del tiempo, tratando de diferenciar las vivencias reales de los recuerdos transfigurados por la mente en una amalgama difícil de separar…

Lo más interesante de la película, deviene, no obstante, de las investigaciones en torno a la psicología de la memoria y de los falsos recuerdos emanados, muchos de ellos, a partir de los atentados del 11 de Septiembre, donde existieron numerosos testigos presenciales cuyo testimonio se fue modificando a lo largo del tiempo… Según el propio Lacuesta “el cine permite plasmar esta idea porque la imagen objetiva y la subjetiva tienen la misma presencia y puedes elegir como director cómo mostrar eventos temporales como el pasado y el futuro con recursos como la película en blanco y negro, los flashbacks… etc, pero también puedes hacerlo sin tratar de estructurarlo y el cine lo admite con tanta naturalidad como nuestra forma de pensar… De hecho, los propios personajes reales que lo vivieron, tras haber transcrito sus recuerdos en el libro, eran incapaces de ponerse de acuerdo y se contradecían tiempo después…”

La labor de documentación ha resultado impresionante en la recreación de los espacios, movimientos, iluminación de los personajes según los acontecimientos acaecidos.

La originalidad de la película reside por tanto en  su novedosa estructura inspirada en la imagen reprimida, que en lugar de ‘flash-backs’ acoge imágenes que emergen en los momentos más íntimos de la pareja, y que van apareciendo a tenor de las pequeñas liberaciones de recuerdos que permite su bloqueo postraumático, paralelamente a lo sucedido en la realidad, para contraponer lo realmente vivido y las fabulaciones de la conciencia.

Respecto a la adaptación del propio guión en torno a la novela original, la mayor diferencia reside en que la película se centra más en las vivencias íntimas de los personajes, a partir de las cuales afloran los recuerdos confusos, mientras que el libro dedica gran parte a describir el atentado, casi las tres cuartas partes del mismo, exactamente el espacio que en la película se dedica a las relaciones de los personajes implicados en detrimento de la crónica del atentado en la Sala Bataclán de París.

Por otra parte la película se focaliza en torno al punto de vista del Celine, el personaje femenino que en la novela es de nacionalidad argentina pero en la película se convierte en francesa para incorporar la perspectiva del país más conmocionado y con mayor número de víctimas.

Con este recurso se afianza, además, una forma diferente de gestionar los traumas personales respecto a cada miembro de la pareja: mientras la nacionalidad española de Ramón, con un personaje autobiográfico, le proporciona la posibilidad de huida a España y por tanto la ocasión de comenzar casi desde cero al cambiar de país, los orígenes de Celine le obligan a continuar viviendo incluso en el propio lugar donde ambos pasaron por la terrible experiencia, lo que impide, de alguna forma, que logre superar esa parte traumática y, por el contrario, se encuentra impelida a revivir más a menudo la terrible tragedia, sin poder desconectar de su pasado mediante las nuevas realidades que se le presentan en su día a día; un sentimiento latente que reflotará en sus conversaciones para envenenar sus propósitos de superación y transformar sus conversaciones en reproches y desesperanza… No obstante, será precisamente el atuendo que vestían aquella noche, con el que comparecen hacia la conclusión del filme para asistir a un nuevo concierto de Rock, lo que les ayudará a superar definitivamente aquél pasado reciente en el que un atentado fundamentalista parecía haberles cambiado la vida para siempre…