Los 80 años de Indiana
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A veces pienso que el tiempo sólo corre para mí y que los héroes del celuloide, esos que nos hicieron reír y soñar, están hibernando en un lugar de la eternidad por siempre.
Todos conocemos a Harrison Ford, no creo que ninguna persona del mundo civilizado sea ignorante de este actor, al que, bajo mi punto de vista, no le ha llegado un ‘gran papel’, aunque su personaje en la saga de Indiana Jones lo encumbró a la categoría de súper héroe. No me puedo imaginar al genial arqueólogo sin esa ingenuidad, sin esa ternura, sin ese corazón tan joven que, al espectador, le era imposible situarle en edad alguna. ‘Indy’ es incombustible, todos pensamos. Él estará en su sitio, aunque nosotros no vayamos de este mundo, las aventuras de Indiana Jones son ya para la historia del cine.
Pero, no hubiera sido lo mismo sin Ford, de eso nada, aunque parezca fácil, que no lo es, darle vida a Indy, al intrépido, y muchas veces inconsciente y atolondrado –un total antihéroe- personaje.
Harrison ha cumplido unos admirables 80 años. No me lo puedo creer, ¿también ha pasado por él la implacable marca del tiempo? Está estupendo, aunque con su disimulada timidez parezca decirnos: Hemos llegado, amigos. ¡A por otros más!
Felicidades, Mister Ford, seguiré siendo su más rendida admiradora y las aventuras de Indiana Jones, mis favoritas, a pesar de ‘La guerra de las galaxias’, en donde su entrada en pantalla resultaba arrolladora, eclipsando todo lo que había a su alrededor; tiene ese imán, esa virtud, esa galanura consubstancial. ¡Felicidades!
A veces pienso que el tiempo sólo corre para mí y que los héroes del celuloide, esos que nos hicieron reír y soñar, están hibernando en un lugar de la eternidad por siempre.
Todos conocemos a Harrison Ford, no creo que ninguna persona del mundo civilizado sea ignorante de este actor, al que, bajo mi punto de vista, no le ha llegado un ‘gran papel’, aunque su personaje en la saga de Indiana Jones lo encumbró a la categoría de súper héroe. No me puedo imaginar al genial arqueólogo sin esa ingenuidad, sin esa ternura, sin ese corazón tan joven que, al espectador, le era imposible situarle en edad alguna. ‘Indy’ es incombustible, todos pensamos. Él estará en su sitio, aunque nosotros no vayamos de este mundo, las aventuras de Indiana Jones son ya para la historia del cine.
Pero, no hubiera sido lo mismo sin Ford, de eso nada, aunque parezca fácil, que no lo es, darle vida a Indy, al intrépido, y muchas veces inconsciente y atolondrado –un total antihéroe- personaje.
Harrison ha cumplido unos admirables 80 años. No me lo puedo creer, ¿también ha pasado por él la implacable marca del tiempo? Está estupendo, aunque con su disimulada timidez parezca decirnos: Hemos llegado, amigos. ¡A por otros más!
Felicidades, Mister Ford, seguiré siendo su más rendida admiradora y las aventuras de Indiana Jones, mis favoritas, a pesar de ‘La guerra de las galaxias’, en donde su entrada en pantalla resultaba arrolladora, eclipsando todo lo que había a su alrededor; tiene ese imán, esa virtud, esa galanura consubstancial. ¡Felicidades!
