El expresidente del ‘Dulma’ Astorga, Goyo, reclama siete millones de pesetas a Perandones
“Nadie ha llevado el nombre de Astorga tan lejos y durante tanto tiempo como este club”, asevera
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Con el 40 aniversario del Dulma Fútbol Sala, su expresidente Goyo Río, ha atendido a los medios para, en primer lugar, contar someramente parte de la historia del club y, en segundo lugar, reclamar a Juan José Alonso Perandones siete millones de pesetas que acordaron “verbalmente”.
El equipo, que estuvo 17 temporadas en la división más alta, empezó sus andaduras sin pabellón propio. “Teníamos que alquilar y jugar en pabellones de otras ciudades”, contaba Goyo. Con el tiempo, todo creció exponencialmente y consiguieron ese deseado pabellón. “El equipo era de lo mejor del país. Jugamos once veces los playoffs y en varias ocasiones la fase final de la Copa de España”.
Posteriormente, Goyo se refirió a las deudas del club y a sus propias deudas personales. “Contábamos con las instituciones porque éramos un equipo humilde, pero con el tiempo dejó de ser así”. A principio de los 2.000 y con el equipo descendido, “yo tenía una deuda de más de 50 millones de pesetas, y Perandones me dijo que me ayudaría con siete millones de pesetas”. “Aquí sigo esperando. Yo antes podía pagar los créditos, pero con la pensión estoy ahogado”, sentencia Goyo.
Con el 40 aniversario del Dulma Fútbol Sala, su expresidente Goyo Río, ha atendido a los medios para, en primer lugar, contar someramente parte de la historia del club y, en segundo lugar, reclamar a Juan José Alonso Perandones siete millones de pesetas que acordaron “verbalmente”.
El equipo, que estuvo 17 temporadas en la división más alta, empezó sus andaduras sin pabellón propio. “Teníamos que alquilar y jugar en pabellones de otras ciudades”, contaba Goyo. Con el tiempo, todo creció exponencialmente y consiguieron ese deseado pabellón. “El equipo era de lo mejor del país. Jugamos once veces los playoffs y en varias ocasiones la fase final de la Copa de España”.
Posteriormente, Goyo se refirió a las deudas del club y a sus propias deudas personales. “Contábamos con las instituciones porque éramos un equipo humilde, pero con el tiempo dejó de ser así”. A principio de los 2.000 y con el equipo descendido, “yo tenía una deuda de más de 50 millones de pesetas, y Perandones me dijo que me ayudaría con siete millones de pesetas”. “Aquí sigo esperando. Yo antes podía pagar los créditos, pero con la pensión estoy ahogado”, sentencia Goyo.
