Los albergues de Astorga y Foncebadón de Camino Francés Federación no admitirán maletas
Con esta decisión se pretende recuperar la concepción del peregrinaje basado en el esfuerzo, el sacrificio y la templanza
![[Img #64062]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2023/9584_5531_2519_7439_2931_img_22583.jpg)
A partir del 12 de junio, los albergues de Astorga y Foncebadón de Camino Francés Federación dejarán de admitir maletas en sus instalaciones. Esta decisión parte de la masificación y desvirtuación del Camino de Santiago. Si en un principio era una suerte de peregrinaje sustentado sobre la redención y la penitencia, con el paso del tiempo, especialmente en la última década, se ha transformado en un aliciente turístico sin significación que supone la “banalización de la ruta jacobea”.
A ellos se unen otra serie de complejos, como los de Estella, Los Arcos, Canfranc, Logroño, Navarrete, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Burgos y Ponferrada. Asimismo, se espera que tras el verano se homogenice el orden de prioridad para la ocupación de camas y otros servicios.
“En los últimos tiempos la proliferación de transporte de maletas y mochilas está siendo cada vez más impactante. Existen muchas formas de realizar el Camino de Santiago, pero en los albergues de donativo o públicos no queremos admitir estas a no ser que sea por causas médicas muy, muy concretas. E insisten en la carga simbólica que representa la mochila en el caminante y que queda totalmente desconfigurada con las maletas”.
A menos que existan razones médicas muy específicas, los albergues de donativo o públicos no aceptarán el transporte de maletas. Se hace hincapié en el simbolismo de la mochila para los peregrinos, que se ve desvirtuado por el uso de maletas. Por ello, Camino Francés ha llevado a cabo los trámites necesarios con las empresas encargadas del transporte de maletas y mochilas de los peregrinos, para informarles sobre esta nueva política.
Estos albergues, que siguen el modelo de los hospitales medievales dependientes de órdenes monásticas, iniciativas episcopales o monárquicas, se encargan de cubrir las necesidades básicas de los peregrinos, tal como se ha hecho desde los primeros tiempos. Actualmente, son organizaciones civiles, como las Amigos del Camino de Santiago, y eclesiásticas, las que asumen esta importante labor.
A partir del 12 de junio, los albergues de Astorga y Foncebadón de Camino Francés Federación dejarán de admitir maletas en sus instalaciones. Esta decisión parte de la masificación y desvirtuación del Camino de Santiago. Si en un principio era una suerte de peregrinaje sustentado sobre la redención y la penitencia, con el paso del tiempo, especialmente en la última década, se ha transformado en un aliciente turístico sin significación que supone la “banalización de la ruta jacobea”.
A ellos se unen otra serie de complejos, como los de Estella, Los Arcos, Canfranc, Logroño, Navarrete, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Burgos y Ponferrada. Asimismo, se espera que tras el verano se homogenice el orden de prioridad para la ocupación de camas y otros servicios.
“En los últimos tiempos la proliferación de transporte de maletas y mochilas está siendo cada vez más impactante. Existen muchas formas de realizar el Camino de Santiago, pero en los albergues de donativo o públicos no queremos admitir estas a no ser que sea por causas médicas muy, muy concretas. E insisten en la carga simbólica que representa la mochila en el caminante y que queda totalmente desconfigurada con las maletas”.
A menos que existan razones médicas muy específicas, los albergues de donativo o públicos no aceptarán el transporte de maletas. Se hace hincapié en el simbolismo de la mochila para los peregrinos, que se ve desvirtuado por el uso de maletas. Por ello, Camino Francés ha llevado a cabo los trámites necesarios con las empresas encargadas del transporte de maletas y mochilas de los peregrinos, para informarles sobre esta nueva política.
Estos albergues, que siguen el modelo de los hospitales medievales dependientes de órdenes monásticas, iniciativas episcopales o monárquicas, se encargan de cubrir las necesidades básicas de los peregrinos, tal como se ha hecho desde los primeros tiempos. Actualmente, son organizaciones civiles, como las Amigos del Camino de Santiago, y eclesiásticas, las que asumen esta importante labor.