Astorica o las chicas del 19 (XIX)
![[Img #64103]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2023/3322_1-magin-gonzalez-revillo-fuertes-copia.jpg)
Querubín o don Magín
La intervención de Revillo -Magín González Revillo Fuertes- es intensa dentro de ‘Asturica’. Nos hemos referido a ciertas noticias galantes que tuvo que improvisar, al desaparecer de la revista Valentín Fidalgo, hijo de Nicesio Fidalgo, el fundador de ‘La luz de Astorga’. Sin embargo, lo más importante son sus entrevistas y encuestas a las muchachas de aquella época, bajo el seudónimo de 'Querubín' o 'Nibereung'.
Vayamos por partes. La primera entrevista va acompañada de fotografía espléndida de la interviuvada, -en este caso, más o menos oculto amor del propio periodista Interviúvador-. La sección lleva el epígrafe: ‘Del rico vergel femenino’. La aceptación de la entrevista la recibe 'Querubín', mediante una tarjeta perfumada de ‘Mariluz’ Gullón, a las 12 del mediodía. La hora la mide por el 'reloj canonical'. El cielo es plomizo. El entrevistador nos describe así el gabinete alegre y coquetón de doña Felisa Núñez de Gullón, “rico florón de la buena sociedad astorgana": "En la semipenumbra irrumpió Mariluz, en el recibidor, graciosa, ondulante, hechicera. La mágica aparición tuvo para nosotros un sortílego encanto. Contemplamos absortos su figura gentil, de una belleza mística estatuaria; la pureza de sus líneas armónicas, exquisitas, con la sugestión de su juventud florescente; divinos y claros sus ojos de gacela, irradiantes, adivinando en la transparencia impecable la piel de Azucena de sus brazos ebúrneos, cuando nos ofreció el prodigio de su mano de nácar, llenos de dulzura los labios bermejos al conjuro de su voz arrulladora". Comienza con esas palabras de arranque la entrevista, tan romantizada, tan traspuesta de tópicos, que nos ayuda a comprender la sociedad astorgana de los años diez. Luego Mariluz se convierte en esfinge y acacia, flores decorativas. Ella es más "fascinadora, con un bucle gracioso desprendido sobre su frente de alabastro, luciendo un amplio collar de gruesas cuentas, los brazos caídos para entrelazarse al fin en un gesto de melancolía, sobre el elegante vestido funeral". Una divinidad del Partenón, continúa Revillo. Ella se muestra en la entrevista como no ostentosa; el periodista no desaprovecha momento para hablarnos de piedras preciosas. Platonismo sublimado se llama esa figura, que le parece sutil, alada, sublime, fervorosa, exquisita, bondadosa. Lee bastante. Le gusta Jacinto Benavente, Linares Rivas, Martínez Sierra, Sofía Casanova, Concha Espina. Es culta, como la Reina Católica.
![[Img #64100]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2023/5503_2-escanear0001-2.jpg)
![[Img #64102]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2023/8348_31-escanear0001-3-copia.jpg)
Tras la respuesta negativa de haber tenido novio, 'Querubín’ vuelve a la carga, porque la esfinge es gratis como la palmera, galante como mano de nieve, "belleza mística, soberana", con "rictus de diosa", como Fidias le hubiera colocado la "aurea rama de mirto". En la misma casa de María Luz vivía ya, la que después sería la esposa del periodista. De Esther en aquella ocasión sólo percibe "la alegría franca cascabelera".
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Querubín o don Magín
La intervención de Revillo -Magín González Revillo Fuertes- es intensa dentro de ‘Asturica’. Nos hemos referido a ciertas noticias galantes que tuvo que improvisar, al desaparecer de la revista Valentín Fidalgo, hijo de Nicesio Fidalgo, el fundador de ‘La luz de Astorga’. Sin embargo, lo más importante son sus entrevistas y encuestas a las muchachas de aquella época, bajo el seudónimo de 'Querubín' o 'Nibereung'.
Vayamos por partes. La primera entrevista va acompañada de fotografía espléndida de la interviuvada, -en este caso, más o menos oculto amor del propio periodista Interviúvador-. La sección lleva el epígrafe: ‘Del rico vergel femenino’. La aceptación de la entrevista la recibe 'Querubín', mediante una tarjeta perfumada de ‘Mariluz’ Gullón, a las 12 del mediodía. La hora la mide por el 'reloj canonical'. El cielo es plomizo. El entrevistador nos describe así el gabinete alegre y coquetón de doña Felisa Núñez de Gullón, “rico florón de la buena sociedad astorgana": "En la semipenumbra irrumpió Mariluz, en el recibidor, graciosa, ondulante, hechicera. La mágica aparición tuvo para nosotros un sortílego encanto. Contemplamos absortos su figura gentil, de una belleza mística estatuaria; la pureza de sus líneas armónicas, exquisitas, con la sugestión de su juventud florescente; divinos y claros sus ojos de gacela, irradiantes, adivinando en la transparencia impecable la piel de Azucena de sus brazos ebúrneos, cuando nos ofreció el prodigio de su mano de nácar, llenos de dulzura los labios bermejos al conjuro de su voz arrulladora". Comienza con esas palabras de arranque la entrevista, tan romantizada, tan traspuesta de tópicos, que nos ayuda a comprender la sociedad astorgana de los años diez. Luego Mariluz se convierte en esfinge y acacia, flores decorativas. Ella es más "fascinadora, con un bucle gracioso desprendido sobre su frente de alabastro, luciendo un amplio collar de gruesas cuentas, los brazos caídos para entrelazarse al fin en un gesto de melancolía, sobre el elegante vestido funeral". Una divinidad del Partenón, continúa Revillo. Ella se muestra en la entrevista como no ostentosa; el periodista no desaprovecha momento para hablarnos de piedras preciosas. Platonismo sublimado se llama esa figura, que le parece sutil, alada, sublime, fervorosa, exquisita, bondadosa. Lee bastante. Le gusta Jacinto Benavente, Linares Rivas, Martínez Sierra, Sofía Casanova, Concha Espina. Es culta, como la Reina Católica.
![[Img #64100]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/06_2023/5503_2-escanear0001-2.jpg)
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Tras la respuesta negativa de haber tenido novio, 'Querubín’ vuelve a la carga, porque la esfinge es gratis como la palmera, galante como mano de nieve, "belleza mística, soberana", con "rictus de diosa", como Fidias le hubiera colocado la "aurea rama de mirto". En la misma casa de María Luz vivía ya, la que después sería la esposa del periodista. De Esther en aquella ocasión sólo percibe "la alegría franca cascabelera".














