Asturica o las chicas del 19 (XXII y final)
![[Img #64318]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/1688_2.jpg)
Lo mejor de Astorga
Con su mismo seudónimo de ‘Querubín’ se ha dirigido al vergel bañezano para preguntarle a las chicas que es lo que más le gusta y disgusta de Astorga. A Pilar Núñez le gustan las astorganas por simpáticas; a Cecilia de la Fuente el suntuoso palacio episcopal de Gaudí; a Enriqueta López, las chicas cariñosas; a Elisa Ferrero, el Maragato y su señora la del reloj y ¿Cómo no?, También Pedro Mato.
También hemos de hacer el recuento de lo menos gustado. A Pilar F. Núñez lo que menos le agrada es la ‘gracia’ con que pregonan en la estación las famosas cajas de mantecadas; a Cecilia de la Fuente, que no sea diario el ‘Asturica’; a Enriqueta López, los chicos. A Enriqueta le apostilla ‘Querubín’: "y que los pollos de Astorga por su mal, no se podrán casar en la vecina ciudad... Si todas las muchachas comparten la opinión de la bella señorita"; a Esperanza Fernández Casado, el abandono de las calles; a Laura Lombó, su asfalto; a María de los Dolores, nada le desagrada; a Elisa Ferrero, el quiosco de música y el mal amueblamiento del Palacio Episcopal.
Esta es la intervención escrita de ‘Querubín’, uno de los puntales de la publicación.
![[Img #64320]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/3438_1-magin-gonzalez-revillo-fuertes-copia-2.jpg)
Final
Dieciséis números. La composición, a tres columnas. De abril a agosto captaron las señales y vivencias de Astorga. Llenaban semanalmente diez páginas, que vendían a perra gorda. Quien más hacía por vender ‘Asturica’ era 'Turrina'. Tuvieron un ideal literario. Vivieron en juventud. Se unían las letras y la feminidad. Comenzaron en la imprenta Fidalgo, terminaron en la de Sierra. Les acompañaron anuncios que les sacaban de apuros económicos. A manos del 'sindineritis' murió la publicación que había comenzado con más alientos, sin meterse con el Ayuntamiento. Terminó la guerra europea. Una Astorga feminista y Rosa aparece en estas páginas; allí cerca estaban las convulsiones de España. Quienes hicieron ‘Asturica’ demostraron fuerza periodística y buena pluma. Dominaban el oficio con mucha habilidad técnica y esta vez, el amorcillo, la muchachada femenina fue uno de sus temas más coherentes. A través de la publicación, con fotografías, buenos titulares, dibujos, poemas, cuentos, prosas poéticas, chistes, cuentecillos, hicieron saludable pasatiempo veraniego. Quede aquí este trabajo, divulgador, sobre ‘Asturica’; reconocemos en esta la hermosa gracia de aquellos periodistas que supieron llevar largamente la antorcha de su palabra escrita de mil maneras y con garbo. ‘Asturica’ es un ejemplo, entre muchos.
![[Img #64321]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/7573_3-escanear0002-copia.jpg)
FIN
![[Img #64318]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/1688_2.jpg)
Lo mejor de Astorga
Con su mismo seudónimo de ‘Querubín’ se ha dirigido al vergel bañezano para preguntarle a las chicas que es lo que más le gusta y disgusta de Astorga. A Pilar Núñez le gustan las astorganas por simpáticas; a Cecilia de la Fuente el suntuoso palacio episcopal de Gaudí; a Enriqueta López, las chicas cariñosas; a Elisa Ferrero, el Maragato y su señora la del reloj y ¿Cómo no?, También Pedro Mato.
También hemos de hacer el recuento de lo menos gustado. A Pilar F. Núñez lo que menos le agrada es la ‘gracia’ con que pregonan en la estación las famosas cajas de mantecadas; a Cecilia de la Fuente, que no sea diario el ‘Asturica’; a Enriqueta López, los chicos. A Enriqueta le apostilla ‘Querubín’: "y que los pollos de Astorga por su mal, no se podrán casar en la vecina ciudad... Si todas las muchachas comparten la opinión de la bella señorita"; a Esperanza Fernández Casado, el abandono de las calles; a Laura Lombó, su asfalto; a María de los Dolores, nada le desagrada; a Elisa Ferrero, el quiosco de música y el mal amueblamiento del Palacio Episcopal.
Esta es la intervención escrita de ‘Querubín’, uno de los puntales de la publicación.
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Final
Dieciséis números. La composición, a tres columnas. De abril a agosto captaron las señales y vivencias de Astorga. Llenaban semanalmente diez páginas, que vendían a perra gorda. Quien más hacía por vender ‘Asturica’ era 'Turrina'. Tuvieron un ideal literario. Vivieron en juventud. Se unían las letras y la feminidad. Comenzaron en la imprenta Fidalgo, terminaron en la de Sierra. Les acompañaron anuncios que les sacaban de apuros económicos. A manos del 'sindineritis' murió la publicación que había comenzado con más alientos, sin meterse con el Ayuntamiento. Terminó la guerra europea. Una Astorga feminista y Rosa aparece en estas páginas; allí cerca estaban las convulsiones de España. Quienes hicieron ‘Asturica’ demostraron fuerza periodística y buena pluma. Dominaban el oficio con mucha habilidad técnica y esta vez, el amorcillo, la muchachada femenina fue uno de sus temas más coherentes. A través de la publicación, con fotografías, buenos titulares, dibujos, poemas, cuentos, prosas poéticas, chistes, cuentecillos, hicieron saludable pasatiempo veraniego. Quede aquí este trabajo, divulgador, sobre ‘Asturica’; reconocemos en esta la hermosa gracia de aquellos periodistas que supieron llevar largamente la antorcha de su palabra escrita de mil maneras y con garbo. ‘Asturica’ es un ejemplo, entre muchos.
![[Img #64321]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/7573_3-escanear0002-copia.jpg)
FIN


























