El cultivo de remolacha crece un 77% en la provincia de León
Este incremento deriva de los amplios márgenes de ganancia de las dos principales empresas compradoras
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El cultivo de remolacha en la provincia de León alcanza las 6.800 hectáreas y experimenta un crecimiento del 77% frente a las 3.837 hectáreas de 2022, según informa la Comisión Provincial de Estadística Agraria.
Este auge se atribuye a la mejora de los precios de las dos principales empresas compradoras, AB Azucarera y ACOR, que tienen grandes márgenes gracias a las alzas de los precios del azúcar en los mercados europeos y globales.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) sostiene que si bien el buen estado general del cultivo podría traducirse en una producción de más de 650.000 toneladas, no toda será procesada en la azucarera de La Bañeza.
Alrededor de 1.000 hectáreas corresponden a la cooperativa ACOR, que las procesará en su planta en Olmedo, Valladolid. Por su parte, la Bañeza recibirá remolacha de otros orígenes, especialmente de los nuevos regadíos de Villalón de Campos (Valladolid).
El aumento en el cultivo de remolacha ha sido generalizado, con un incremento más pronunciado en áreas de nuevos regadíos como la zona de Payuelos. En general, los productores han optado por contratos de "integración" o "costes compartidos", que transfieren el riesgo del cultivo a la empresa azucarera, asegurando al agricultor un pago fijo por hectárea que puede aumentar en función de los rendimientos.
Ante estas estimaciones de producción, ASAJA insta a AB Azucarera a planificar el procesamiento de la remolacha en dos fases: una al inicio del otoño para la remolacha temprana y otra a finales del invierno para la remolacha tardía.
La entidad agraria sostiene que es inviable manejar tal volumen de remolacha en una única campaña sin interrupciones debido a las lluvias invernales.
Además, ASAJA solicita a las empresas azucareras que aumenten el precio al productor, compartiendo así los amplios márgenes que están obteniendo, instando a las empresas a invertir en sus instalaciones para aumentar la competitividad en un mercado globalizado y fortalecer la resiliencia para tiempos de menor prosperidad en el mercado mundial del azúcar.
El cultivo de remolacha en la provincia de León alcanza las 6.800 hectáreas y experimenta un crecimiento del 77% frente a las 3.837 hectáreas de 2022, según informa la Comisión Provincial de Estadística Agraria.
Este auge se atribuye a la mejora de los precios de las dos principales empresas compradoras, AB Azucarera y ACOR, que tienen grandes márgenes gracias a las alzas de los precios del azúcar en los mercados europeos y globales.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) sostiene que si bien el buen estado general del cultivo podría traducirse en una producción de más de 650.000 toneladas, no toda será procesada en la azucarera de La Bañeza.
Alrededor de 1.000 hectáreas corresponden a la cooperativa ACOR, que las procesará en su planta en Olmedo, Valladolid. Por su parte, la Bañeza recibirá remolacha de otros orígenes, especialmente de los nuevos regadíos de Villalón de Campos (Valladolid).
El aumento en el cultivo de remolacha ha sido generalizado, con un incremento más pronunciado en áreas de nuevos regadíos como la zona de Payuelos. En general, los productores han optado por contratos de "integración" o "costes compartidos", que transfieren el riesgo del cultivo a la empresa azucarera, asegurando al agricultor un pago fijo por hectárea que puede aumentar en función de los rendimientos.
Ante estas estimaciones de producción, ASAJA insta a AB Azucarera a planificar el procesamiento de la remolacha en dos fases: una al inicio del otoño para la remolacha temprana y otra a finales del invierno para la remolacha tardía.
La entidad agraria sostiene que es inviable manejar tal volumen de remolacha en una única campaña sin interrupciones debido a las lluvias invernales.
Además, ASAJA solicita a las empresas azucareras que aumenten el precio al productor, compartiendo así los amplios márgenes que están obteniendo, instando a las empresas a invertir en sus instalaciones para aumentar la competitividad en un mercado globalizado y fortalecer la resiliencia para tiempos de menor prosperidad en el mercado mundial del azúcar.