Redacción
Jueves, 13 de Julio de 2023

El cultivo de cereales de invierno en la provincia de León crece mientras que en el resto de la región alcanza mínimos históricos

Con un rendimiento un 23% mayor que la media de Castilla y León, se sitúa como una de las provincias con mejores resultados

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La superficie destinada a los cereales de invierno en la provincia de León ha ascendido a 92.780 hectáreas, de las cuales una cuarta parte se cultivan en regadío, proporcionando una cosecha más estable en comparación con otras provincias. Es importante destacar que el 36% de la superficie de trigo y el 22% de la superficie de cebada se cultivan en regadío.

 

Se estima que la producción total de cereales de invierno será de 225.000 toneladas, lo que representa un 7% de la producción de Castilla y León. De la superficie total de cereales de invierno, más del 49%, que son 45.700 hectáreas, se dedicaron al cultivo de trigo. La cebada, avena, centeno y triticale ocuparon respectivamente 20.800, 12.600, 10.500 y 3.200 hectáreas.

 

La provincia de León ha logrado mantener mejores rendimientos medios en comparación con otros territorios de nuestra región, alcanzando los 2.425 kilogramos por hectárea, un 23% más que el mismo dato a nivel autonómico.

 

Los rendimientos medios de trigo blando en León alcanzaron los 3.005 kilogramos por hectárea, lo que representa un rendimiento un 40% superior al promedio autonómico. Por otro lado, se prevé que los rendimientos medios de cebada en la provincia sean de 2.281 kilogramos por hectárea, un 20% por encima de la media regional.

 

Castilla y León

 

En contra de los datos de la provincia de León, la cosecha de cereales de invierno en la Castilla y León ha supuesto un desafío año debido a las condiciones de sequía y altas temperaturas.

 

La falta de lluvias durante los meses críticos han mermado la producción a 3,24 millones de toneladas, un 52% menos que el promedio de los últimos cinco años, y un 37% menos que la campaña pasada. Este año presenta la segunda peor cosecha del siglo, sólo superada por la de 2017.

 

Además, los precios elevados de los insumos han agravado la situación, con un aumento del 70% en los abonos de sementera y un 50% en el gasóleo en comparación con la campaña anterior.

 

A pesar de las precipitaciones, que son un 121% superiores a la media en junio, llegaron demasiado tarde para el cereal de invierno, aunque han beneficiado a los cultivos de primavera.

 

El trigo sigue siendo el cereal más cultivado con 762.000 hectáreas y una producción estimada de 1,64 millones de toneladas, seguido de la cebada, con 704.000 hectáreas y una producción de 1,34 millones de toneladas.

 

El valor de la producción de cereales de invierno se estima en unos 850 millones de euros, lo que supone un 53% menos que la cosecha de la campaña pasada.

 

La superficie cultivada de cereal de invierno ha experimentado una reducción significativa, con un total de 1,64 millones de hectáreas, un 10 % inferior a la campaña pasada. Esta disminución se debe principalmente al incremento del cereal segado en verde para consumo como forraje debido a la sequía, y la necesidad de incluir cultivos que mejoran la rotación para cumplir con los requisitos de la nueva PAC y los ecoregímenes.

 

El trigo y la cebada han sufrido un descenso interanual del 26 % en sus precios con respecto al mismo mes del año pasado. Aunque las cotizaciones comenzaron a subir a partir de octubre de 2020 debido a la situación geopolítica, han disminuido desde mayo de 2022, alcanzando un máximo de 360,5 euros por tonelada para el trigo y 343,3 euros por tonelada para la cebada.

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