La divisa de Antonio Pereira
![[Img #64498]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/9352_1-dsc_7599-copia.jpg)
José Carlos González Boixo inauguró la 'I Conferencia plenaria’: ‘Antonio Pereira, el contador de historias’. Esta conferencia inaugural forma parte del congreso dirigido por Javier Huerta Calvo ‘El cuento contemporáneo en su ámbito hispano. En el centenario de Antonio Pereira (1923-2023)', que se celebra en Astorga durante los días 17, 18 y 19 de julio.
Comenzó el profesor Boixo mencionando un cuento del último libro que publicó Pereira: ‘La divisa en la torre’. Pero antes, a propósito de la selección de cuentos para la edición crítica de la editorial Cátedra, que realizó el propio Boixo, comentaba que prefirió que la selección la realizara el propio autor, no sin discrepancias, pues Pereira no paraba de reescribir sus cuentos, y a Boixo le parecía que concretamente la narración titulada ‘El ingeniero Balboa’ era más interesante en su versión primera, escrita en un momento experimental, del que más tarde abjuró en beneficio de una más clara comunicación. “Yo intentaba insistentemente que seleccionase el cuento ‘Informe sobre la ciudad de N…’, uno de los cuentos de ‘El ingeniero Balboa y otras historias civiles', pero Pereira incluyó solo el de ‘El ingeniero Balboa’ “renegando un poco de esta etapa experimentalista. Sacrificaba su experimentalismo a la comprensión”.
![[Img #64499]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/7490_2-dsc_7600-copia.jpg)
Leyó entonces, al tiempo que lo comentaba el cuento perteneciente a ‘La divisa de la torre’ titulado ‘El anacoluto’.
Se extendió, el profesor Boixo sobre el gusto metaliterario de Antonio Pereira, pues el citado relato dijo: “está escrito en clave metaliteraria porque efectivamente es un cuento para un cuentista, un cuento que reflexiona sobre el arte del cuento.”
Abordaba también Boixo, como de pasada, el tema generacional: “La catalogación generacional. Él empieza a publicar cuentos en el año 67, aunque ya en el 57 publicara su primera narración. Pero después, sobre todo, se dedica a la poesía y escribe también crónicas periodísticas para el Diario de León, más tarde en La Vanguardia. Por ello desde el punto de vista generacional es complicado situarlo”.
Señaló dos características de la escritura de Antonio Pereira: la concisión y la intensidad. “Un cuento es una novela en la cual se ahorra mucho papel”, solía decir.
Comentaba Boixo algunos otros relatos de ‘La divisa de la Torre’, incidiendo en la tensión entre realidad y ficción, como en el cuento ‘El soldado Basilio Losada’
Otro cuento en el que fijó su atención y análisis fue ‘El fabulador a domicilio’, “donde dice: “en nuestro pueblo se le tenía en mucha consideración al fabulador a domicilio, la gente de fuera se extrañaba de que en una villa próspera existiera un oficio que parece de otros tiempos…”. Después de un derrame cerebral por una ingesta pantagruélica de botillos, el fabulador ya solo cuenta historias verdaderas, “y eso en nuestro pueblo no le interesa a nadie”.
.
Comentó las tres etapas de la escritura de Pereira. La primera etapa se compone de los libros ‘Una ventana a la carretera’, que es el primero y que fue ‘Premio Leopoldo Alas’, y el titulado ‘Historias, veniales de amor’. Son cuentos realistas, incluso un poco costumbristas, en el sentido de que son cuentos muy ligados al ambiente berciano.
![[Img #64497]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/07_2023/1849_4-dsc_7628-copia.jpg)
La segunda etapa está formada por ‘El ingeniero Balboa y otras historias civiles’, “una etapa más experimental, influenciada por la moda de aquellos años, con una enorme dificultad para el lector y por eso la desechó, aunque ahí están algunas de sus narraciones más importantes”, señalaba el ponente.
Y la tercera etapa, la que va desde 'Los brazos de la i griega' hasta esta ‘Divisa de la torre'. Todos ellos, decía el profesor Boixo, "con las facetas más características de Antonio… ese humor constante, una enorme dosis de erotismo, del denominado por él ‘erotismo diocesano’, provincial, cutre, casposo, pero enormemente erótico…”. Pero, lo que define Antonio Pereira, apostillaba Boixo, por encima de todo es la perfección de su lenguaje. Él va corrigiendo constantemente sus textos de tal manera, que es un galimatías enorme desde el punto de vista de edición, porque cada vez que sacaba una nueva antología, él cambiaba siempre los cuentos o las frases.
José Carlos González Boixo inauguró la 'I Conferencia plenaria’: ‘Antonio Pereira, el contador de historias’. Esta conferencia inaugural forma parte del congreso dirigido por Javier Huerta Calvo ‘El cuento contemporáneo en su ámbito hispano. En el centenario de Antonio Pereira (1923-2023)', que se celebra en Astorga durante los días 17, 18 y 19 de julio.
Comenzó el profesor Boixo mencionando un cuento del último libro que publicó Pereira: ‘La divisa en la torre’. Pero antes, a propósito de la selección de cuentos para la edición crítica de la editorial Cátedra, que realizó el propio Boixo, comentaba que prefirió que la selección la realizara el propio autor, no sin discrepancias, pues Pereira no paraba de reescribir sus cuentos, y a Boixo le parecía que concretamente la narración titulada ‘El ingeniero Balboa’ era más interesante en su versión primera, escrita en un momento experimental, del que más tarde abjuró en beneficio de una más clara comunicación. “Yo intentaba insistentemente que seleccionase el cuento ‘Informe sobre la ciudad de N…’, uno de los cuentos de ‘El ingeniero Balboa y otras historias civiles', pero Pereira incluyó solo el de ‘El ingeniero Balboa’ “renegando un poco de esta etapa experimentalista. Sacrificaba su experimentalismo a la comprensión”.
Leyó entonces, al tiempo que lo comentaba el cuento perteneciente a ‘La divisa de la torre’ titulado ‘El anacoluto’.
Se extendió, el profesor Boixo sobre el gusto metaliterario de Antonio Pereira, pues el citado relato dijo: “está escrito en clave metaliteraria porque efectivamente es un cuento para un cuentista, un cuento que reflexiona sobre el arte del cuento.”
Abordaba también Boixo, como de pasada, el tema generacional: “La catalogación generacional. Él empieza a publicar cuentos en el año 67, aunque ya en el 57 publicara su primera narración. Pero después, sobre todo, se dedica a la poesía y escribe también crónicas periodísticas para el Diario de León, más tarde en La Vanguardia. Por ello desde el punto de vista generacional es complicado situarlo”.
Señaló dos características de la escritura de Antonio Pereira: la concisión y la intensidad. “Un cuento es una novela en la cual se ahorra mucho papel”, solía decir.
Comentaba Boixo algunos otros relatos de ‘La divisa de la Torre’, incidiendo en la tensión entre realidad y ficción, como en el cuento ‘El soldado Basilio Losada’
Otro cuento en el que fijó su atención y análisis fue ‘El fabulador a domicilio’, “donde dice: “en nuestro pueblo se le tenía en mucha consideración al fabulador a domicilio, la gente de fuera se extrañaba de que en una villa próspera existiera un oficio que parece de otros tiempos…”. Después de un derrame cerebral por una ingesta pantagruélica de botillos, el fabulador ya solo cuenta historias verdaderas, “y eso en nuestro pueblo no le interesa a nadie”.
.
Comentó las tres etapas de la escritura de Pereira. La primera etapa se compone de los libros ‘Una ventana a la carretera’, que es el primero y que fue ‘Premio Leopoldo Alas’, y el titulado ‘Historias, veniales de amor’. Son cuentos realistas, incluso un poco costumbristas, en el sentido de que son cuentos muy ligados al ambiente berciano.
La segunda etapa está formada por ‘El ingeniero Balboa y otras historias civiles’, “una etapa más experimental, influenciada por la moda de aquellos años, con una enorme dificultad para el lector y por eso la desechó, aunque ahí están algunas de sus narraciones más importantes”, señalaba el ponente.
Y la tercera etapa, la que va desde 'Los brazos de la i griega' hasta esta ‘Divisa de la torre'. Todos ellos, decía el profesor Boixo, "con las facetas más características de Antonio… ese humor constante, una enorme dosis de erotismo, del denominado por él ‘erotismo diocesano’, provincial, cutre, casposo, pero enormemente erótico…”. Pero, lo que define Antonio Pereira, apostillaba Boixo, por encima de todo es la perfección de su lenguaje. Él va corrigiendo constantemente sus textos de tal manera, que es un galimatías enorme desde el punto de vista de edición, porque cada vez que sacaba una nueva antología, él cambiaba siempre los cuentos o las frases.