La pieza del mes del Palacio de Gaudí será un ostensorio de Sigüeya del siglo XVIII
El objeto litúrgico tiene un astil balaustrado, de sol radiante y dispuesto para la colocación de la Sagrada Forma
![[Img #64849]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/2551_07-agosto-2023-custodia-sigueya-h-1.png)
Durante el próximo mes de agosto, un ostensorio de 1760, de plata dorada y procedente del municipio de Sigüeya (León), se expondrá en el Museo de los Caminos del Palacio de Gaudí
El objeto litúrgico, tiene un astil balaustrado, de sol radiante y dispuesto para la colocación de la Sagrada Forma. Su pie, sobre zócalo liso, es tetralobulado, con dos cuerpos decorados con gallones y un escalón que los separa.
Los motivos florales y vegetales dominan el nudo ajarronado, que se asienta sobre una base de cuatro querubines alados. Hasta su unión con el viril, se suceden diversos cuerpos decorados y lisos.
El ostensorio presenta el viril decorado con doce rayos de notable anchura, decreciente en su base, que se unen entre sí con un fino calado formado por ces , estrellas y flores, enriquecido con treinta y siete piedras blancas y verdes. Se apoya en un gollete sobre el que descansa un querubín.
El colofón se remata con la Santa Cruz, decorada con motivos vegetales, rayos en el cuadrón central y una piedra.
Origen y desarrollo de los ostensorios
Un ostensorio es un objeto litúrgico que tiene su origen en el siglo XIII, y es utilizado en la tradición católica durante la adoración del Santísimo Sacramento, que es la hostia consagrada o la Eucaristía. Su propósito principal es exhibir y resaltar la hostia consagrada para la adoración y veneración de los fieles.
Suele estar hecho de materiales preciosos, como oro o plata, y tiene una forma elaborada y artística. Por lo general, consta de una base, una columna y una custodia en la parte superior, donde se coloca la hostia consagrada.
La custodia suele ser una pieza transparente de cristal o vidrio, lo que permite a los fieles ver la hostia mientras está expuesta.
Durante la adoración del Santísimo Sacramento, el sacerdote o el ministro coloca la hostia consagrada en el ostensorio y lo eleva para que los fieles puedan verla y adorarla. Es un momento de reverencia y oración, donde los católicos creen que Jesucristo está presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad en la Eucaristía.
A lo largo de los siglos, el ostensorio ha sido un símbolo importante de la presencia de Cristo en la Eucaristía y de la adoración eucarística en la Iglesia Católica. Aunque los estilos y los materiales utilizados pueden han variado a lo largo del tiempo, su función fundamental de mostrar y resaltar la hostia consagrada ha perdurado hasta la actualidad.
Durante el próximo mes de agosto, un ostensorio de 1760, de plata dorada y procedente del municipio de Sigüeya (León), se expondrá en el Museo de los Caminos del Palacio de Gaudí
El objeto litúrgico, tiene un astil balaustrado, de sol radiante y dispuesto para la colocación de la Sagrada Forma. Su pie, sobre zócalo liso, es tetralobulado, con dos cuerpos decorados con gallones y un escalón que los separa.
Los motivos florales y vegetales dominan el nudo ajarronado, que se asienta sobre una base de cuatro querubines alados. Hasta su unión con el viril, se suceden diversos cuerpos decorados y lisos.
El ostensorio presenta el viril decorado con doce rayos de notable anchura, decreciente en su base, que se unen entre sí con un fino calado formado por ces , estrellas y flores, enriquecido con treinta y siete piedras blancas y verdes. Se apoya en un gollete sobre el que descansa un querubín.
El colofón se remata con la Santa Cruz, decorada con motivos vegetales, rayos en el cuadrón central y una piedra.
Origen y desarrollo de los ostensorios
Un ostensorio es un objeto litúrgico que tiene su origen en el siglo XIII, y es utilizado en la tradición católica durante la adoración del Santísimo Sacramento, que es la hostia consagrada o la Eucaristía. Su propósito principal es exhibir y resaltar la hostia consagrada para la adoración y veneración de los fieles.
Suele estar hecho de materiales preciosos, como oro o plata, y tiene una forma elaborada y artística. Por lo general, consta de una base, una columna y una custodia en la parte superior, donde se coloca la hostia consagrada.
La custodia suele ser una pieza transparente de cristal o vidrio, lo que permite a los fieles ver la hostia mientras está expuesta.
Durante la adoración del Santísimo Sacramento, el sacerdote o el ministro coloca la hostia consagrada en el ostensorio y lo eleva para que los fieles puedan verla y adorarla. Es un momento de reverencia y oración, donde los católicos creen que Jesucristo está presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad en la Eucaristía.
A lo largo de los siglos, el ostensorio ha sido un símbolo importante de la presencia de Cristo en la Eucaristía y de la adoración eucarística en la Iglesia Católica. Aunque los estilos y los materiales utilizados pueden han variado a lo largo del tiempo, su función fundamental de mostrar y resaltar la hostia consagrada ha perdurado hasta la actualidad.