'Chicas de la guerra': cuentos al amor del recuerdo
![[Img #65069]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/1226_1-dsc_0005-copia.jpg)
El libro ‘Chicas de la guerra’, con portada e ilustraciones de Camino Blanco García, se presentó este lunes en la Biblioteca Municipal de Astorga. Se trata de un libro de origen familiar, pues las 20 narraciones de que consta tienen un origen oral, a partir de las anécdotas que contaba la madre de Julio Blanco Montero, el autor de la obra. Por eso, resulta natural que la presentación la realizara Alfredo Blanco Montero, hermano de Julio, y que las ilustraciones, de calidad, pertenezcan a una hija suya.
Alfredo Blanco comentaba en la presentación que el libro de Julio está escrito en un lenguaje sencillo y directo, asequible a cualquier tipo de destinatario, pues aunque esté redactado a modo de cuento ello no significa que esté destinado exclusivamente a un público infantil.
![[Img #65067]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/6620_2-dsc_0006-copia.jpg)
Desarrolla a lo largo de todo el texto vivencias con las que se puede identificar cualquier persona adulta. Las virtudes de ‘Chicas de la guerra’ son: en primer lugar, la facilidad con la que se lee, pues está contado a modo de cuento. La segunda virtud es que muchas personas adultas se podrán sentir identificadas con unos hechos que muy probablemente han podido vivir también ellos.
Julio Blanco Montero decía que ‘Chicas de la guerra’ no es un cuento pero podría serlo. Se trata de hechos reales que ocurrieron en un momento real, en sitios que existen. “Me he ceñido fidedignamente a lo que yo había oído desde pequeño por boca de mi madre. Eran cosas que le habían ocurrido a ella, aunque siempre contadas con gracia y con buen sentido del humor. La mentalidad de la niñez transformaba esas vicisitudes casi en anécdotas. Eso no es un cuento, realmente es un relato”.
![[Img #65070]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/9602_4-dsc_0008-copia.jpg)
“El libro está dividido en 20 capítulos", comentaba Julio Blanco, "originados en 20 anécdotas, 20 hechos que se produjeron en diferentes lugares de la geografía hispana. Nuestro abuelo, el padre de esas tres hermanas que irán apareciendo en la narración, era militar y sufrió diferentes destinos; por ello las localizaciones son diversas. Una gran parte de las narraciones suceden en la comunidad de Castilla y León, muchas en Villafranca del Bierzo, algunos en Benavente para finalizar con un último que empieza en Astorga, cuando ya las tres hermanas empiezan a ser mocitas".
Las vivencias que cuenta la madre comienzan cuando ella tenía tres o cuatro años, en Madrid.
![[Img #65071]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/5347_5-dsc_0022-copia.jpg)
Básicamente el libro ha sido escrito para que esas anécdotas no se perdieran, comentaba Julio: “Esos cuentos yo los he oído a lo largo de todas mis edades; de niño, ya de mayor. Anécdotas divertidas con las que nos lo pasábamos bien pero cuando nacieron los dos chicos míos seguía sucediendo lo mismo, que tras oír esas historias quedaban prendados de ellas y en cuanto había una ocasión intentaban provocarlas: Oye, qué pasó cuando os persiguió un lobo… Me pareció que eso no debía de perderse y por eso decidí escribir ‘Chicas de la guerra’".
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El libro ‘Chicas de la guerra’, con portada e ilustraciones de Camino Blanco García, se presentó este lunes en la Biblioteca Municipal de Astorga. Se trata de un libro de origen familiar, pues las 20 narraciones de que consta tienen un origen oral, a partir de las anécdotas que contaba la madre de Julio Blanco Montero, el autor de la obra. Por eso, resulta natural que la presentación la realizara Alfredo Blanco Montero, hermano de Julio, y que las ilustraciones, de calidad, pertenezcan a una hija suya.
Alfredo Blanco comentaba en la presentación que el libro de Julio está escrito en un lenguaje sencillo y directo, asequible a cualquier tipo de destinatario, pues aunque esté redactado a modo de cuento ello no significa que esté destinado exclusivamente a un público infantil.
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Desarrolla a lo largo de todo el texto vivencias con las que se puede identificar cualquier persona adulta. Las virtudes de ‘Chicas de la guerra’ son: en primer lugar, la facilidad con la que se lee, pues está contado a modo de cuento. La segunda virtud es que muchas personas adultas se podrán sentir identificadas con unos hechos que muy probablemente han podido vivir también ellos.
Julio Blanco Montero decía que ‘Chicas de la guerra’ no es un cuento pero podría serlo. Se trata de hechos reales que ocurrieron en un momento real, en sitios que existen. “Me he ceñido fidedignamente a lo que yo había oído desde pequeño por boca de mi madre. Eran cosas que le habían ocurrido a ella, aunque siempre contadas con gracia y con buen sentido del humor. La mentalidad de la niñez transformaba esas vicisitudes casi en anécdotas. Eso no es un cuento, realmente es un relato”.
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“El libro está dividido en 20 capítulos", comentaba Julio Blanco, "originados en 20 anécdotas, 20 hechos que se produjeron en diferentes lugares de la geografía hispana. Nuestro abuelo, el padre de esas tres hermanas que irán apareciendo en la narración, era militar y sufrió diferentes destinos; por ello las localizaciones son diversas. Una gran parte de las narraciones suceden en la comunidad de Castilla y León, muchas en Villafranca del Bierzo, algunos en Benavente para finalizar con un último que empieza en Astorga, cuando ya las tres hermanas empiezan a ser mocitas".
Las vivencias que cuenta la madre comienzan cuando ella tenía tres o cuatro años, en Madrid.
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Básicamente el libro ha sido escrito para que esas anécdotas no se perdieran, comentaba Julio: “Esos cuentos yo los he oído a lo largo de todas mis edades; de niño, ya de mayor. Anécdotas divertidas con las que nos lo pasábamos bien pero cuando nacieron los dos chicos míos seguía sucediendo lo mismo, que tras oír esas historias quedaban prendados de ellas y en cuanto había una ocasión intentaban provocarlas: Oye, qué pasó cuando os persiguió un lobo… Me pareció que eso no debía de perderse y por eso decidí escribir ‘Chicas de la guerra’".






