Conversación con Lidia (5)
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04-07-2019
Vino el camión expendedor de comida y me metió dos pepinos podridos. “Vaya, qué cabrón, como tú dices”. Sí, sí, pero siempre lo hacen ligeramente. “Te llamo dentro de un rato si estás ocupada”. No, no, si ya estoy sentada. “Ah, vale ¿ya has hecho la compra?”. Sí, y ya tengo hasta la compra colocada, cómo nos adaptamos a las circunstancias. Tú sabes, yo he comprado en un momento dado un cesto, así, de plástico, por cierto no era barato, para llevar comida, y ahora cuando estos vienen entran hasta el patio, yo no quiero que entren más, y en la mesa del patio me colocan la compra. Ahí, yo voy con ese cesto, lo meto todo en el cesto, lo pongo en el andador que tiene ruedas, y perfectamente lo entro hasta la cocina. “Huy, te has organizado estupendamente”. Sí, es así.
Bien, entonces cuéntame de ti. “De mí, liada, liada como siempre. Hace cuánto que no nos hablamos…”. No, ayer no nos hablamos, antes de ayer me contaste tus juergas.
“Pues ayer me pasó una cosa curiosa, llamé a Toñi para preguntarle una cosa muy importante, que yo consideraba muy importante en ese momento, y la llamo y me lo coge. Estaba paseando, y le digo: “hola Toñi”, “hola, hola, dime”, y, “ay, pues no sé para qué te llamo, se me olvidó”. Pienso que había sopesado: la llamo, no la llamo, le mando un mensaje…, no, la llamo porque me urge este tema. Fíjate que horror, la llamo y de repente, yo volada no sabía qué decirle. “Bueno, dime, qué”, y yo ya le tuve que decir: “sabes, se me ha olvidado para qué te llamo pero yo sabía que era muy importante para lo que te llamaba”. Ja, ja, ja, Menos mal que hablamos un ratito y ya me salió el motivo.”
“Me había puesto a trabajar por la mañana en el ordenador y cuando estaba más concentrada oigo que me llaman a voces desde el jardín. Una visita inesperada que viene a que le enseñe la casa. Me irrito con la situación. Llegan sin avisar a media mañana pensando que yo estoy disponible en todo momento y para todos. Eso es una costumbre muy de la zona, eso de que como vives en el campo no tienes nada que hacer, que estás aburrida y que en cualquier momento una visita te va a alegrar el día, y siempre estás dispuesta a recibir a todo el mundo. Eso de decir, ah, vamos a ver a este o a aquel a su casa, eso no lo hacen si vives en un piso, eso es una manera de divertimento de la gente y un motivo para salir al campo, sobre todo en verano. Tuve que enseñarles la casa y me rompieron ya el ritmo de trabajo”.
Sí, sí, sí, mira, no viene bien pero tampoco es para comerte el coco. Sí, es que tu molino inspira. “No, no es para comerme el coco. En fin, es así. Estoy regando los árboles porque no acaba de llover y los árboles necesitan que se les empape la tierra y con esta lluvia de cuatro gotas no hacemos nada. El suelo está sequísimo”. Quizás llueva por la noche, no te alteres.
“Por cierto he leído que en Dubái están a 65 grados de temperatura y las palmeras y las plantas arden solas del calor, y dicen que se espera que todavía suban más la temperaturas: Imagínate que horror”. Yo tengo curiosidad de cuantos grados hay en Huelva. Ja, ja, ja, Tengo una cierta preocupación. “Ja, ja, ja. Pues no sabemos lo de Huelva pero ya con Dubái puedes satisfacer una incertidumbre de temperaturas. Menos mal que si nos toca a nosotros esos 65 grados tenemos casas fresquitas. En fin, no sabemos dónde vamos a ir a parar”. Yo, más o menos, sé dónde voy a ir a parar. “Sí, al hoyo. Acabaremos en el hoyo”.
Mientras estamos fuera seguiremos hablando.
“Ahora voy a ver si preparo la entrevista que tengo pendiente y luego ya me meteré con otras cosas, ya veremos. Así que, esa es mi vida”. Mira está bien porque la vida tuya está activa. “Sí, a veces demasiado activa. Hace tiempo que no me siento tranquilamente a leer, porque ahora en verano el jardín te lleva mucho tiempo, y las visitas también”. Todo lo que tú haces te lleva tiempo. “Van a venir a ver si me instalan la caldera económica para poner varios radiadores arriba”.
Ah, muy bien, preparas calefacción porque a lo mejor a finales de agosto habrá que encenderla. “Con este clima que tenemos no creo, pero prefiero preparar y que no me llegue luego el frío. Este año por primera vez me estoy adelantando al invierno y ya he pedido leña también. Yo misma me sorprendo de la previsión que estoy haciendo para el invierno.”
Yo te comprendo porque eso significa que estás más organizada. Y ¿por qué más organizada? he pensado, pues porque no tienes hijos en el molino que te comen también tiempo, cosas y dinero. Así que te organizas más para ti. ”Tienes razón”. Porque es así. Tú sabes, tienes más tiempo liberado para pensar y puedes pensar con antelación para el invierno. Ya no estás con la cabeza en ¡madre!, ¡madre!. Ja, ja, ja, qué gracia me hace ¡madre! ¡madre! Naturalmente estás más centrada.
“El ¡madre!, ¡madre!, también me cortaba el césped y otras muchas cosas muy agradables”.
Si, naturalmente yo hablo solamente en modo negativo por mis circunstancias de la vida. Pero sin hijos tienes cabeza más libre ¿no? Sí, sí, sí. Así sólo tienes que organizar lo tuyo, lo de hijos, llamadas consultas, madre tal, madre cual. Eso te descentra y no puedes concentrarte en tu invierno. “En mi invierno y en el ´día a día”.
Volviendo a las visitas. Es que pueden pensar que en cierto modo te hacen un favor, ‘está ahí sola, pobre, vamos a verla’. Es como me dijo Arturo y su mujer cuando se marchaban de mi casa, ¿sabes? ¡qué cosas! Muchas veces no pensamos que la gente piensa diferente. Me dice “magnífico sitio para encuentros”, y yo digo, lo que hacemos ahora, exactamente esto, un encuentro. Eso es lo que yo hago y ahora lo estamos haciendo. Cuando ellos vinieron la otra vez de viaje por Europa, coincidieron en un buen momento, el día de mi cumpleaños, entonces yo he comprado para mí ciertas cosas que me gustan para tener yo en casa para estos días, no para celebrar cumpleaños, jamón bueno, fruta buena y a voluntad, sabes, y también buena carne, una gran variedad de todo, pero yo no les comentaba nada y ellos entonces comieron y disfrutaron mucho sin comentarios sobre los productos de excelente calidad y todo. Entonces cuando vinieron la segunda vez yo no estaba de cumpleaños y había también de todo pero no de tanto lujo, pero bien, tampoco no muchos comentarios a propósito del tema, pero él habla de gente que puede venir, y me dice “no, naturalmente Lidia, tú das tan bien de comer y das tan buena conversación que la gente vuelve”. Sabes, como si mi pretensión fuera dar el máximo placer a la gente y que vuelva. Depende de quién vuelve y para qué. Él lo vio como un esfuerzo para que la gente vuelva. Es otro punto, y desde el punto de vista de las personas también correcto. Pero muchos piensan que te hacen favor visitándote. Ahora tú en el molino sola… “Si la gente piensa que yo sola en el molino, pobre tiene que estar muy aburrida…”
La gente tenemos planteamientos y puntos de vista en la vida que muchas veces no coinciden. Los comentarios de esta visita de como recibo tan bien que la gente vuelve no era agradable para mí, no lo hago expresamente para ellos, a mí me gusta comer bien, compro pastas y fruta porque me gustan, y el jamón me gusta también, no especialmente porque viene gente hago un gasto extraordinario. En general los puntos de vista son a veces tan sorprendentes… “Hombre tu recibes bien porque te gusta que la gente esté a gusto en tu casa y si tiene que volver vuelva pero no es el objetivo”.
Por cierto ya acabé de ver tus películas, ya puedes ir bajando más del salón porque yo no sé si ya subiré. “Cuando vengas te bajaré todo lo que tenga que bajar, o te lo llevare” .
En todo caso una de esas películas yo la veía con mucho escepticismo. Es un documental que se llama Rusia criminal, y se ve que hay varios de esos documentales. Me pareció interesantísimo porque todo transcurre a partir de Perestroika y Perestroika mismo, de esas bandas que han aparecido. Además es en directo, son trabajos relacionados con policía directamente, hay un caso de policías y lo graban. “Si eso lo hacen los americanos”. Sí eso es, de ese tipo. Hay también unos comentarios pero esencialmente era esto. Cuando lo empecé a ver, mira yo con tanto escepticismo, y es magnífico, para mí muy interesante aunque muy dura. A lo que voy, mucha policía, investigadores, procuradores… todo equipo jurídico, se podría decir militar, porque todos ellos son policías al mismo tiempo que juristas. Muy interesante porque había muchas matanzas, por ejemplo solo a viejas para coger dinero de las pensiones, y matan en cadena, van matando a viejas que viven en el pueblo solas. Ahí hay un análisis que se puede hacer. Cómo surgieron esas bandas es impresionante, como se apoderaron de las fábricas. Imagínate que empezaron siendo una pequeña banda casi callejera, y cómo llegaron ellos a vender coches que salían directamente de la fábrica, se organizaron entre sí y vendían directamente los coches recién fabricados de una fábrica enorme de Rusia, como puede ser aquí Citroën. Entonces hay unos casos de corrupción extrema, ninguna ley y gente que mata. Al parecer esta gente era gente muy acomplejada. Mira, todos estos piensan que en su vida merecen mucho más por sus cualidades, por su inteligencia…, algunos son muy inteligentes, guapos…, y que ellos por su conjunto de personalidad, de cosas, de lo que sea merecen mucho más de lo que tienen, de lo que han conseguido o no han conseguido, o no han luchado; es como un egocentrismo extremo: ‘a mí todo me tiene que venir y si no me viene lo cojo’. Sabes. Esta mentalidad nunca yo sabía, nunca pensaba en esa mentalidad ‘yo merezco más y como no me lo da la sociedad lo cojo, lo cojo o mato a este, que lo tiene porque vive mejor que yo y yo me merezco lo mismo o más. Entonces esta mentalidad me llamó la atención que nunca pensé en esto. Y también, mira, qué trabajo más desagradecido el de los policías que todo el mundo les desprecia, noté una gran tristeza en ellos. Otra vez un cadáver, otra vez van…, les pagan, da igual, algunos matan…, yo les vi un aspecto deprimido. Aunque hablan muy correctamente de cosas incluso que no conciernen a ese caso concreto. Yo vi a todos muy tristes, sabes, y me acordé, imagínate, cuando yo vivía en Varsovia y por casualidad, da igual por qué razón, para no alargar, una vez conocí a un policía criminalista de la policía central de Varsovia, y entonces le empecé a tratar, él a mí y yo a él, no me acuerdo quien empezó, empezamos a tratarnos, no mucho, él estaba casado y con hijos pero hablábamos, él venía algunas veces a verme a casa…, y me sorprendió que cuando yo hablaba él conocía tan bien la literatura de todo el mundo…, era un gran lector. Me sorprendió y, entonces, yo en un momento dado le pregunto pero ¿tú por qué estás tan preparado? y él me dice “porque tengo un trabajo tan horroroso y tan feo. Ver a la gente y como estos gánsteres unos a otros se venden en seguida”. Porque una vez que ya les han cogido empiezan a delatarse unos a otros en un modo bestial, desagradable. Y, entonces, este me hablaba de esto y me decía que no sólo encuentras que alguien atenta contra alguien, sino que ellos entre tienen unas relaciones que dan asco. Entonces me decía que él, para huir un poco de esto, leía buena literatura. Mira qué cosas. Cómo es la vida.
Nada, esto para hoy. Ya. Ahora voy a hacerme un café porque voy a consolarme, no sé de qué pero en general de mi situación porque como no voy a ir a matar a alguien ni quitar algo a alguien porque no tengo fuerzas suficientes, voy a hacerme un café y he comprado unas pastas que me gustan y que normalmente las compro en ocasiones porque son caras como tales. Porque no es como tú, que puedes comprar dulce a cualquier precio porque lo guardas y dentro de un año encuentras que no lo has comido. Yo me lo como en dos días. Bien, hoy he comprado. “Es verdad, tienes razón, el otro día compré pastas de té acordándome de cuando tomábamos todos los días el té con pastas, no a las cinco de la tarde como los ingleses, lo tomábamos a eso de las seis o las siete ¿te acuerdas?, bueno pues todavía no he abierto el paquete”. Ja, ja, ja, ves como yo ya sé. “Sí, sí, las compré y he pensado que habrá que comerlas en algún momento”. Yo ahora abro y no me las comeré todas porque puede darme algo, pero tengo para tres días. Nada, estaremos en contacto. Que te sea todo leve.
O témpora o mores.
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04-07-2019
Vino el camión expendedor de comida y me metió dos pepinos podridos. “Vaya, qué cabrón, como tú dices”. Sí, sí, pero siempre lo hacen ligeramente. “Te llamo dentro de un rato si estás ocupada”. No, no, si ya estoy sentada. “Ah, vale ¿ya has hecho la compra?”. Sí, y ya tengo hasta la compra colocada, cómo nos adaptamos a las circunstancias. Tú sabes, yo he comprado en un momento dado un cesto, así, de plástico, por cierto no era barato, para llevar comida, y ahora cuando estos vienen entran hasta el patio, yo no quiero que entren más, y en la mesa del patio me colocan la compra. Ahí, yo voy con ese cesto, lo meto todo en el cesto, lo pongo en el andador que tiene ruedas, y perfectamente lo entro hasta la cocina. “Huy, te has organizado estupendamente”. Sí, es así.
Bien, entonces cuéntame de ti. “De mí, liada, liada como siempre. Hace cuánto que no nos hablamos…”. No, ayer no nos hablamos, antes de ayer me contaste tus juergas.
“Pues ayer me pasó una cosa curiosa, llamé a Toñi para preguntarle una cosa muy importante, que yo consideraba muy importante en ese momento, y la llamo y me lo coge. Estaba paseando, y le digo: “hola Toñi”, “hola, hola, dime”, y, “ay, pues no sé para qué te llamo, se me olvidó”. Pienso que había sopesado: la llamo, no la llamo, le mando un mensaje…, no, la llamo porque me urge este tema. Fíjate que horror, la llamo y de repente, yo volada no sabía qué decirle. “Bueno, dime, qué”, y yo ya le tuve que decir: “sabes, se me ha olvidado para qué te llamo pero yo sabía que era muy importante para lo que te llamaba”. Ja, ja, ja, Menos mal que hablamos un ratito y ya me salió el motivo.”
“Me había puesto a trabajar por la mañana en el ordenador y cuando estaba más concentrada oigo que me llaman a voces desde el jardín. Una visita inesperada que viene a que le enseñe la casa. Me irrito con la situación. Llegan sin avisar a media mañana pensando que yo estoy disponible en todo momento y para todos. Eso es una costumbre muy de la zona, eso de que como vives en el campo no tienes nada que hacer, que estás aburrida y que en cualquier momento una visita te va a alegrar el día, y siempre estás dispuesta a recibir a todo el mundo. Eso de decir, ah, vamos a ver a este o a aquel a su casa, eso no lo hacen si vives en un piso, eso es una manera de divertimento de la gente y un motivo para salir al campo, sobre todo en verano. Tuve que enseñarles la casa y me rompieron ya el ritmo de trabajo”.
Sí, sí, sí, mira, no viene bien pero tampoco es para comerte el coco. Sí, es que tu molino inspira. “No, no es para comerme el coco. En fin, es así. Estoy regando los árboles porque no acaba de llover y los árboles necesitan que se les empape la tierra y con esta lluvia de cuatro gotas no hacemos nada. El suelo está sequísimo”. Quizás llueva por la noche, no te alteres.
“Por cierto he leído que en Dubái están a 65 grados de temperatura y las palmeras y las plantas arden solas del calor, y dicen que se espera que todavía suban más la temperaturas: Imagínate que horror”. Yo tengo curiosidad de cuantos grados hay en Huelva. Ja, ja, ja, Tengo una cierta preocupación. “Ja, ja, ja. Pues no sabemos lo de Huelva pero ya con Dubái puedes satisfacer una incertidumbre de temperaturas. Menos mal que si nos toca a nosotros esos 65 grados tenemos casas fresquitas. En fin, no sabemos dónde vamos a ir a parar”. Yo, más o menos, sé dónde voy a ir a parar. “Sí, al hoyo. Acabaremos en el hoyo”.
Mientras estamos fuera seguiremos hablando.
“Ahora voy a ver si preparo la entrevista que tengo pendiente y luego ya me meteré con otras cosas, ya veremos. Así que, esa es mi vida”. Mira está bien porque la vida tuya está activa. “Sí, a veces demasiado activa. Hace tiempo que no me siento tranquilamente a leer, porque ahora en verano el jardín te lleva mucho tiempo, y las visitas también”. Todo lo que tú haces te lleva tiempo. “Van a venir a ver si me instalan la caldera económica para poner varios radiadores arriba”.
Ah, muy bien, preparas calefacción porque a lo mejor a finales de agosto habrá que encenderla. “Con este clima que tenemos no creo, pero prefiero preparar y que no me llegue luego el frío. Este año por primera vez me estoy adelantando al invierno y ya he pedido leña también. Yo misma me sorprendo de la previsión que estoy haciendo para el invierno.”
Yo te comprendo porque eso significa que estás más organizada. Y ¿por qué más organizada? he pensado, pues porque no tienes hijos en el molino que te comen también tiempo, cosas y dinero. Así que te organizas más para ti. ”Tienes razón”. Porque es así. Tú sabes, tienes más tiempo liberado para pensar y puedes pensar con antelación para el invierno. Ya no estás con la cabeza en ¡madre!, ¡madre!. Ja, ja, ja, qué gracia me hace ¡madre! ¡madre! Naturalmente estás más centrada.
“El ¡madre!, ¡madre!, también me cortaba el césped y otras muchas cosas muy agradables”.
Si, naturalmente yo hablo solamente en modo negativo por mis circunstancias de la vida. Pero sin hijos tienes cabeza más libre ¿no? Sí, sí, sí. Así sólo tienes que organizar lo tuyo, lo de hijos, llamadas consultas, madre tal, madre cual. Eso te descentra y no puedes concentrarte en tu invierno. “En mi invierno y en el ´día a día”.
Volviendo a las visitas. Es que pueden pensar que en cierto modo te hacen un favor, ‘está ahí sola, pobre, vamos a verla’. Es como me dijo Arturo y su mujer cuando se marchaban de mi casa, ¿sabes? ¡qué cosas! Muchas veces no pensamos que la gente piensa diferente. Me dice “magnífico sitio para encuentros”, y yo digo, lo que hacemos ahora, exactamente esto, un encuentro. Eso es lo que yo hago y ahora lo estamos haciendo. Cuando ellos vinieron la otra vez de viaje por Europa, coincidieron en un buen momento, el día de mi cumpleaños, entonces yo he comprado para mí ciertas cosas que me gustan para tener yo en casa para estos días, no para celebrar cumpleaños, jamón bueno, fruta buena y a voluntad, sabes, y también buena carne, una gran variedad de todo, pero yo no les comentaba nada y ellos entonces comieron y disfrutaron mucho sin comentarios sobre los productos de excelente calidad y todo. Entonces cuando vinieron la segunda vez yo no estaba de cumpleaños y había también de todo pero no de tanto lujo, pero bien, tampoco no muchos comentarios a propósito del tema, pero él habla de gente que puede venir, y me dice “no, naturalmente Lidia, tú das tan bien de comer y das tan buena conversación que la gente vuelve”. Sabes, como si mi pretensión fuera dar el máximo placer a la gente y que vuelva. Depende de quién vuelve y para qué. Él lo vio como un esfuerzo para que la gente vuelva. Es otro punto, y desde el punto de vista de las personas también correcto. Pero muchos piensan que te hacen favor visitándote. Ahora tú en el molino sola… “Si la gente piensa que yo sola en el molino, pobre tiene que estar muy aburrida…”
La gente tenemos planteamientos y puntos de vista en la vida que muchas veces no coinciden. Los comentarios de esta visita de como recibo tan bien que la gente vuelve no era agradable para mí, no lo hago expresamente para ellos, a mí me gusta comer bien, compro pastas y fruta porque me gustan, y el jamón me gusta también, no especialmente porque viene gente hago un gasto extraordinario. En general los puntos de vista son a veces tan sorprendentes… “Hombre tu recibes bien porque te gusta que la gente esté a gusto en tu casa y si tiene que volver vuelva pero no es el objetivo”.
Por cierto ya acabé de ver tus películas, ya puedes ir bajando más del salón porque yo no sé si ya subiré. “Cuando vengas te bajaré todo lo que tenga que bajar, o te lo llevare” .
En todo caso una de esas películas yo la veía con mucho escepticismo. Es un documental que se llama Rusia criminal, y se ve que hay varios de esos documentales. Me pareció interesantísimo porque todo transcurre a partir de Perestroika y Perestroika mismo, de esas bandas que han aparecido. Además es en directo, son trabajos relacionados con policía directamente, hay un caso de policías y lo graban. “Si eso lo hacen los americanos”. Sí eso es, de ese tipo. Hay también unos comentarios pero esencialmente era esto. Cuando lo empecé a ver, mira yo con tanto escepticismo, y es magnífico, para mí muy interesante aunque muy dura. A lo que voy, mucha policía, investigadores, procuradores… todo equipo jurídico, se podría decir militar, porque todos ellos son policías al mismo tiempo que juristas. Muy interesante porque había muchas matanzas, por ejemplo solo a viejas para coger dinero de las pensiones, y matan en cadena, van matando a viejas que viven en el pueblo solas. Ahí hay un análisis que se puede hacer. Cómo surgieron esas bandas es impresionante, como se apoderaron de las fábricas. Imagínate que empezaron siendo una pequeña banda casi callejera, y cómo llegaron ellos a vender coches que salían directamente de la fábrica, se organizaron entre sí y vendían directamente los coches recién fabricados de una fábrica enorme de Rusia, como puede ser aquí Citroën. Entonces hay unos casos de corrupción extrema, ninguna ley y gente que mata. Al parecer esta gente era gente muy acomplejada. Mira, todos estos piensan que en su vida merecen mucho más por sus cualidades, por su inteligencia…, algunos son muy inteligentes, guapos…, y que ellos por su conjunto de personalidad, de cosas, de lo que sea merecen mucho más de lo que tienen, de lo que han conseguido o no han conseguido, o no han luchado; es como un egocentrismo extremo: ‘a mí todo me tiene que venir y si no me viene lo cojo’. Sabes. Esta mentalidad nunca yo sabía, nunca pensaba en esa mentalidad ‘yo merezco más y como no me lo da la sociedad lo cojo, lo cojo o mato a este, que lo tiene porque vive mejor que yo y yo me merezco lo mismo o más. Entonces esta mentalidad me llamó la atención que nunca pensé en esto. Y también, mira, qué trabajo más desagradecido el de los policías que todo el mundo les desprecia, noté una gran tristeza en ellos. Otra vez un cadáver, otra vez van…, les pagan, da igual, algunos matan…, yo les vi un aspecto deprimido. Aunque hablan muy correctamente de cosas incluso que no conciernen a ese caso concreto. Yo vi a todos muy tristes, sabes, y me acordé, imagínate, cuando yo vivía en Varsovia y por casualidad, da igual por qué razón, para no alargar, una vez conocí a un policía criminalista de la policía central de Varsovia, y entonces le empecé a tratar, él a mí y yo a él, no me acuerdo quien empezó, empezamos a tratarnos, no mucho, él estaba casado y con hijos pero hablábamos, él venía algunas veces a verme a casa…, y me sorprendió que cuando yo hablaba él conocía tan bien la literatura de todo el mundo…, era un gran lector. Me sorprendió y, entonces, yo en un momento dado le pregunto pero ¿tú por qué estás tan preparado? y él me dice “porque tengo un trabajo tan horroroso y tan feo. Ver a la gente y como estos gánsteres unos a otros se venden en seguida”. Porque una vez que ya les han cogido empiezan a delatarse unos a otros en un modo bestial, desagradable. Y, entonces, este me hablaba de esto y me decía que no sólo encuentras que alguien atenta contra alguien, sino que ellos entre tienen unas relaciones que dan asco. Entonces me decía que él, para huir un poco de esto, leía buena literatura. Mira qué cosas. Cómo es la vida.
Nada, esto para hoy. Ya. Ahora voy a hacerme un café porque voy a consolarme, no sé de qué pero en general de mi situación porque como no voy a ir a matar a alguien ni quitar algo a alguien porque no tengo fuerzas suficientes, voy a hacerme un café y he comprado unas pastas que me gustan y que normalmente las compro en ocasiones porque son caras como tales. Porque no es como tú, que puedes comprar dulce a cualquier precio porque lo guardas y dentro de un año encuentras que no lo has comido. Yo me lo como en dos días. Bien, hoy he comprado. “Es verdad, tienes razón, el otro día compré pastas de té acordándome de cuando tomábamos todos los días el té con pastas, no a las cinco de la tarde como los ingleses, lo tomábamos a eso de las seis o las siete ¿te acuerdas?, bueno pues todavía no he abierto el paquete”. Ja, ja, ja, ves como yo ya sé. “Sí, sí, las compré y he pensado que habrá que comerlas en algún momento”. Yo ahora abro y no me las comeré todas porque puede darme algo, pero tengo para tres días. Nada, estaremos en contacto. Que te sea todo leve.
O témpora o mores.






