Arranca la recolección de 18.800 hectáreas de pipa de girasol en la provincia de León
“Muchas siembras de girasol en tierras de regadío no son una elección personal del agricultor sino una respuesta a los requisitos de la PAC”, indica Asaja
![[Img #65389]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/08_2023/5592_2933_190_6301_8050_cultivo-de-girasol.jpg)
La provincia de León se prepara para recolectar más de 18.800 hectáreas de pipa de girasol. Este cultivo, que ha demostrado una fuerte resistencia a la sequía, se divide equitativamente entre tierras de secano y regadío.
La operación de recolección se llevará a cabo en etapas, comenzando con las fincas sembradas a principios de abril y concluyendo en noviembre, con las parcelas más tardías. No obstante, la duración de este proceso dependerá en gran medida de las condiciones climáticas en las próximas semanas, ya que las lluvias podrían provocar posibles retrasos.
Entre las tierras de secano, que abarcan unas 9.500 hectáreas, el girasol ha logrado sortear las adversidades de la sequía que han afectado a otros cultivos. Se espera que la producción oscile entre 800 y 1.100 kilogramos por hectárea, una cifra que se considera satisfactoria dadas las condiciones agronómicas de la provincia.
Por otro lado, las 9.300 hectáreas de tierras de regadío han experimentado un desarrollo agronómico óptimo, lo que sugiere rendimientos más sustanciales de entre 3.500 y 4.000 kilogramos por hectárea.
Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), indican que “a pesar de estos buenos resultados, el girasol de regadío no es la opción preferida para los agricultores locales debido a la competencia con cultivos como el maíz, ya que los ingresos generados por el girasol no son suficientes para cubrir los costos significativos asociados con las obras de regadío”.
Resulta interesante observar que “muchas siembras de girasol en tierras de regadío no son una elección personal del agricultor sino una respuesta a los requisitos de la PAC, que exigen rotación de parcelas, diversificación de cultivos y la introducción de cultivos mejorantes”.
La temporada de recolección de la pipa de girasol comienza en un contexto de precios bajos, en contraste con las cotizaciones de años anteriores que llegaron a alcanzar los 650 euros por tonelada. Actualmente, las lonjas en las zonas de recolección temprana registran precios de alrededor de 460 euros por tonelada.
La principal utilización de este girasol cultivado en León es la obtención de aceite destinado al consumo humano. Sin embargo, algunos agricultores que siembran en regadío cuentan con contratos para producir pipas destinadas al consumo humano, empleando semillas de mayor tamaño.
En el mercado, no se observa un efecto de contagio proveniente de los altos precios del aceite de oliva. Las industrias extractoras españolas se abastecen sin dificultad de materia prima procedente de la Unión Europea y otros lugares del mundo, como Ucrania.
Esta situación, según detalla Asaja, "coloca en desventaja a los agricultores españoles, quienes enfrentan costos más elevados y rendimientos considerablemente más bajos en comparación con otros productores".
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La provincia de León se prepara para recolectar más de 18.800 hectáreas de pipa de girasol. Este cultivo, que ha demostrado una fuerte resistencia a la sequía, se divide equitativamente entre tierras de secano y regadío.
La operación de recolección se llevará a cabo en etapas, comenzando con las fincas sembradas a principios de abril y concluyendo en noviembre, con las parcelas más tardías. No obstante, la duración de este proceso dependerá en gran medida de las condiciones climáticas en las próximas semanas, ya que las lluvias podrían provocar posibles retrasos.
Entre las tierras de secano, que abarcan unas 9.500 hectáreas, el girasol ha logrado sortear las adversidades de la sequía que han afectado a otros cultivos. Se espera que la producción oscile entre 800 y 1.100 kilogramos por hectárea, una cifra que se considera satisfactoria dadas las condiciones agronómicas de la provincia.
Por otro lado, las 9.300 hectáreas de tierras de regadío han experimentado un desarrollo agronómico óptimo, lo que sugiere rendimientos más sustanciales de entre 3.500 y 4.000 kilogramos por hectárea.
Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), indican que “a pesar de estos buenos resultados, el girasol de regadío no es la opción preferida para los agricultores locales debido a la competencia con cultivos como el maíz, ya que los ingresos generados por el girasol no son suficientes para cubrir los costos significativos asociados con las obras de regadío”.
Resulta interesante observar que “muchas siembras de girasol en tierras de regadío no son una elección personal del agricultor sino una respuesta a los requisitos de la PAC, que exigen rotación de parcelas, diversificación de cultivos y la introducción de cultivos mejorantes”.
La temporada de recolección de la pipa de girasol comienza en un contexto de precios bajos, en contraste con las cotizaciones de años anteriores que llegaron a alcanzar los 650 euros por tonelada. Actualmente, las lonjas en las zonas de recolección temprana registran precios de alrededor de 460 euros por tonelada.
La principal utilización de este girasol cultivado en León es la obtención de aceite destinado al consumo humano. Sin embargo, algunos agricultores que siembran en regadío cuentan con contratos para producir pipas destinadas al consumo humano, empleando semillas de mayor tamaño.
En el mercado, no se observa un efecto de contagio proveniente de los altos precios del aceite de oliva. Las industrias extractoras españolas se abastecen sin dificultad de materia prima procedente de la Unión Europea y otros lugares del mundo, como Ucrania.
Esta situación, según detalla Asaja, "coloca en desventaja a los agricultores españoles, quienes enfrentan costos más elevados y rendimientos considerablemente más bajos en comparación con otros productores".






