Cáritas Astorga y la solidaridad por bandera
![[Img #65502]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2023/7262_imagen-de-whatsapp-2023-09-06-a-las-140139.jpg)
Cáritas Astorga continúa con su labor de atención, acompañamiento y entrega de alimentos a las personas desfavorecidas. Sin importar el sexo, la raza, la religión o la orientación, esta organización católica promotora de la virtud teologal de la caridad trabaja en pro de Astorga y sus comarcas sin descanso y de forma desinteresada.
Aunque se compone de voluntarios, su esfuerzo permite que, en su sede de la calle Martínez Salazar, 8, tengan atención diaria entre las 10:30h y las 12:00h, apostando de este modo por una sociedad “más acogedora en la que, independientemente e nuestras ideas, todos pongamos nuestro granito de arena”.
Sus objetivos fundamentales se relacionan con la acción caritativa y social de la Iglesia establecida en el Concilio Vaticano II, y su ámbito de actuación, en tanto que es una de las 11 unidades pastorales de la Red de Cáritas Diocesana de Astorga, se centra en las comarcas limítrofes de la Maragatería, la Cepeda, la Vega del Tuerto y la Sequeda.
Asimismo, esta organización no gubernamental trata de promover la participación, el voluntariado y los lazos de solidaridad entre los diferentes miembros y sectores de la sociedad para erradicar la pobreza, la exclusión social y/o la marginación. Dicha labor, en la que trabajan concienzudamente todos los días del año gracias a sus más de 30 voluntarios y 120 socios, permite dar asistencia, acompañamiento y ayuda a alrededor de 300 personas.
Entre sus proyectos punteros destaca el reparto mensual de comida, que realizan gracias al aval de la trabajadora social del Ayuntamiento, que es la encargada de supervisar y aceptar, mediante informes, la pertinencia o no de cada ayuda. Con la llegada del 2024, es posible que el reparto de alimentos se despersonalice y se den vales individuales que puedan canjearse en supermercados.
Como bien reflejó José Manuel Rivera, director de la Unidad Pastoral de Astorga, esta medida de modernización, de producirse, tiene tanto ventajas como inconvenientes; “si pensamos en los aspectos positivos, la gente no tiene que acudir al lugar, gestionan ellos mismo la comida, se facilitan las labores de almacenaje, etc. Sin embargo, si se cambia el sistema se pierde el contacto humano, que es otro de los elementos definitorios de esta institución, que resuelve problemas personales y acompaña a los más desfavorecidos”.
Actualmente, Cáritas Astorga recibe en su sede entre 10.000kg y 12.000kg de alimentos no perecederos con carácter bianual. Sin embargo, y en función de las necesidades de los demandantes, ellos añaden algunos productos, para completar la dieta y las demandas nutricionales de las personas. Por ejemplo, y dado el encarecimiento de la cesta de la compra, entre la comida que les llega no se encuentra la leche, que adquieren e incorporan a las bolsas por voluntad propia. Además, diariamente y gracias a la colaboración de Alimerka, reparten panes y alimentos que el supermercado les cede.
Rivera recuerda, a su vez, que Cáritas no depende únicamente del Banco de Alimentos, sino que cuenta con su propia estructura logística como la ‘Operación kilo’ o los kits de emergencias para cubrir las necesidades sobrevenidas de gente con pocos medios.
Otros proyectos
Desde la organización explican que sus acciones no se limitan estrictamente al reparto de comida, sino que pretenden dar continuidad al proyecto ‘Escuela de menores en exclusión’, que busca dar apoyo escolar y nutricional a niños de entre 10 y 15 años que se encuentren en situación precaria. Para ello, contarán con los espacios de ‘La Casita de San José’, desarrollando la actividad los martes y miércoles lectivos de 17:00h a 18:00h.
Unido a ello proporcionan, en caso de necesidad, ayuda al hogar, atención a personas mayores y/o con discapacidad, ayudan en la realización de trámites burocráticos, tienen un ropero todos los lunes y miércoles y, no pocas veces, han funcionado como intermediarios entre demandantes de empleo y empresas.
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Cáritas Astorga continúa con su labor de atención, acompañamiento y entrega de alimentos a las personas desfavorecidas. Sin importar el sexo, la raza, la religión o la orientación, esta organización católica promotora de la virtud teologal de la caridad trabaja en pro de Astorga y sus comarcas sin descanso y de forma desinteresada.
Aunque se compone de voluntarios, su esfuerzo permite que, en su sede de la calle Martínez Salazar, 8, tengan atención diaria entre las 10:30h y las 12:00h, apostando de este modo por una sociedad “más acogedora en la que, independientemente e nuestras ideas, todos pongamos nuestro granito de arena”.
Sus objetivos fundamentales se relacionan con la acción caritativa y social de la Iglesia establecida en el Concilio Vaticano II, y su ámbito de actuación, en tanto que es una de las 11 unidades pastorales de la Red de Cáritas Diocesana de Astorga, se centra en las comarcas limítrofes de la Maragatería, la Cepeda, la Vega del Tuerto y la Sequeda.
Asimismo, esta organización no gubernamental trata de promover la participación, el voluntariado y los lazos de solidaridad entre los diferentes miembros y sectores de la sociedad para erradicar la pobreza, la exclusión social y/o la marginación. Dicha labor, en la que trabajan concienzudamente todos los días del año gracias a sus más de 30 voluntarios y 120 socios, permite dar asistencia, acompañamiento y ayuda a alrededor de 300 personas.
Entre sus proyectos punteros destaca el reparto mensual de comida, que realizan gracias al aval de la trabajadora social del Ayuntamiento, que es la encargada de supervisar y aceptar, mediante informes, la pertinencia o no de cada ayuda. Con la llegada del 2024, es posible que el reparto de alimentos se despersonalice y se den vales individuales que puedan canjearse en supermercados.
Como bien reflejó José Manuel Rivera, director de la Unidad Pastoral de Astorga, esta medida de modernización, de producirse, tiene tanto ventajas como inconvenientes; “si pensamos en los aspectos positivos, la gente no tiene que acudir al lugar, gestionan ellos mismo la comida, se facilitan las labores de almacenaje, etc. Sin embargo, si se cambia el sistema se pierde el contacto humano, que es otro de los elementos definitorios de esta institución, que resuelve problemas personales y acompaña a los más desfavorecidos”.
Actualmente, Cáritas Astorga recibe en su sede entre 10.000kg y 12.000kg de alimentos no perecederos con carácter bianual. Sin embargo, y en función de las necesidades de los demandantes, ellos añaden algunos productos, para completar la dieta y las demandas nutricionales de las personas. Por ejemplo, y dado el encarecimiento de la cesta de la compra, entre la comida que les llega no se encuentra la leche, que adquieren e incorporan a las bolsas por voluntad propia. Además, diariamente y gracias a la colaboración de Alimerka, reparten panes y alimentos que el supermercado les cede.
Rivera recuerda, a su vez, que Cáritas no depende únicamente del Banco de Alimentos, sino que cuenta con su propia estructura logística como la ‘Operación kilo’ o los kits de emergencias para cubrir las necesidades sobrevenidas de gente con pocos medios.
Otros proyectos
Desde la organización explican que sus acciones no se limitan estrictamente al reparto de comida, sino que pretenden dar continuidad al proyecto ‘Escuela de menores en exclusión’, que busca dar apoyo escolar y nutricional a niños de entre 10 y 15 años que se encuentren en situación precaria. Para ello, contarán con los espacios de ‘La Casita de San José’, desarrollando la actividad los martes y miércoles lectivos de 17:00h a 18:00h.
Unido a ello proporcionan, en caso de necesidad, ayuda al hogar, atención a personas mayores y/o con discapacidad, ayudan en la realización de trámites burocráticos, tienen un ropero todos los lunes y miércoles y, no pocas veces, han funcionado como intermediarios entre demandantes de empleo y empresas.






