Con nocturnidad y alevosía
![[Img #65609]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/09_2023/1558_2ctr-parodia-124-copia.jpg)
El vertedero de San Justo, vamos a empezar llamándole por su nombre, sigue adelante imparable, metafóricamente con nocturnidad, a la plena luz del mes de julio, y alevosía, buscando meter el gol por la gatera. Así se tramita, administrativamente, que es como se perpetran los más concienzudos y grandiosos delitos.
Solo impotentemente, con su escasa fuerza, se han manifestado Ecologistas en Acción de León, mientras los políticos de proximidad, a los que les incube, miran para otro lado, con sumisión a sus amos y sin respeto a sus votantes, que sus culpas llevan, para no interferir en las comisiones y con la esperanza de que algo les toque en el reparto, al menos como premios que ya se llevó alguien en la primera parte del desaguisado.
Cuando el CTR se instaló por primera vez en la pedanía de San Román, con promesas falsas e incumplidas, rápidamente fueron superadas por la realidad. Ahora lo que se hace es tapar la chapuza ampliándola y más, porque se incluyen de matute, residuos peligrosos, que con todo el descaro se camuflan. Nadie ha contemplado si lo que se prometió se cumplió ni si lo que se dijo era verdad, aunque se sepa que no, que nadie pone el ojo donde lo pueda perder.
Ahora se vuelve a hablar de una gran inversión, aunque no productiva. Se dan unas cifras de creación de puestos de trabajo, que no se las cree ni quien las escribe, pero ahí constan para el que lee, con el mayor de los descaros, que es una propuesta para fijar población. El vertedero la aleja. Solo beneficia a los vendedores de los terrenos mal vendidos, camuflados y mal pagados. Como tampoco se han cumplido las propuestas de gestión, sin que nadie, de los que tenían que decirlo, digan algo.
Es todo lo que se puede esperar de Valladolid y de la Junta. Sin un átomo de verdad, ni de justicia, aunque la responsabilidad última caiga en un juez de León, con responsabilidades públicas de Medio Ambiente, aunque estas más bien sean del otro Medio, el Oscuro.
Nos traen la mierda, mientras con otra mano se llevan para otro lado la lana, porque los puestos de trabajo los han creado en otro lugar, Villadangos, al que, sí regalan inversiones millonarias, como niña de sus ojos, aunque solo sea con nuevos tramos de ferrocarril, con desprecio a los que ya existen, y aquí que nos jodamos, que es lo que les pasa a los que aguantan los palos y callan, como los burros.
Así se hacen las cosas, con oportunidad estacional y descaro, que eso no está legislado, como se perpetran los mayores crímenes por los que hacen las leyes. Si nosotros no tenemos políticos válidos, dime a quien votas y te diré quien eres, nos quedan las Cortes, pero para eso no están, que eso es agua de otro molino.
Yo no digo que estas cosas no se puedan hacer cuando son necesarias, pero háganse con justicia y equidad, sin trampas, con luz y taquígrafos, como se debe y se hacen si se tiene buena política y buenos políticos y un gobierno y una oposición competentes, que sepan asumir sus lugares. Unos alcaldes eficaces y unos diputados que sirvan para algo más que para calentar escaños.
El vertedero de San Justo, vamos a empezar llamándole por su nombre, sigue adelante imparable, metafóricamente con nocturnidad, a la plena luz del mes de julio, y alevosía, buscando meter el gol por la gatera. Así se tramita, administrativamente, que es como se perpetran los más concienzudos y grandiosos delitos.
Solo impotentemente, con su escasa fuerza, se han manifestado Ecologistas en Acción de León, mientras los políticos de proximidad, a los que les incube, miran para otro lado, con sumisión a sus amos y sin respeto a sus votantes, que sus culpas llevan, para no interferir en las comisiones y con la esperanza de que algo les toque en el reparto, al menos como premios que ya se llevó alguien en la primera parte del desaguisado.
Cuando el CTR se instaló por primera vez en la pedanía de San Román, con promesas falsas e incumplidas, rápidamente fueron superadas por la realidad. Ahora lo que se hace es tapar la chapuza ampliándola y más, porque se incluyen de matute, residuos peligrosos, que con todo el descaro se camuflan. Nadie ha contemplado si lo que se prometió se cumplió ni si lo que se dijo era verdad, aunque se sepa que no, que nadie pone el ojo donde lo pueda perder.
Ahora se vuelve a hablar de una gran inversión, aunque no productiva. Se dan unas cifras de creación de puestos de trabajo, que no se las cree ni quien las escribe, pero ahí constan para el que lee, con el mayor de los descaros, que es una propuesta para fijar población. El vertedero la aleja. Solo beneficia a los vendedores de los terrenos mal vendidos, camuflados y mal pagados. Como tampoco se han cumplido las propuestas de gestión, sin que nadie, de los que tenían que decirlo, digan algo.
Es todo lo que se puede esperar de Valladolid y de la Junta. Sin un átomo de verdad, ni de justicia, aunque la responsabilidad última caiga en un juez de León, con responsabilidades públicas de Medio Ambiente, aunque estas más bien sean del otro Medio, el Oscuro.
Nos traen la mierda, mientras con otra mano se llevan para otro lado la lana, porque los puestos de trabajo los han creado en otro lugar, Villadangos, al que, sí regalan inversiones millonarias, como niña de sus ojos, aunque solo sea con nuevos tramos de ferrocarril, con desprecio a los que ya existen, y aquí que nos jodamos, que es lo que les pasa a los que aguantan los palos y callan, como los burros.
Así se hacen las cosas, con oportunidad estacional y descaro, que eso no está legislado, como se perpetran los mayores crímenes por los que hacen las leyes. Si nosotros no tenemos políticos válidos, dime a quien votas y te diré quien eres, nos quedan las Cortes, pero para eso no están, que eso es agua de otro molino.
Yo no digo que estas cosas no se puedan hacer cuando son necesarias, pero háganse con justicia y equidad, sin trampas, con luz y taquígrafos, como se debe y se hacen si se tiene buena política y buenos políticos y un gobierno y una oposición competentes, que sepan asumir sus lugares. Unos alcaldes eficaces y unos diputados que sirvan para algo más que para calentar escaños.