Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia
Martes, 26 de Septiembre de 2023

OPINIÓN / ¡Basta de violencia machista!

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Manifiesto leído en la concentración del pasado lunes 24 de septiembre sacado del artículo de Miguel Lorente Acosta: Camaradería asesina e imitación

 

La situación actual de la violencia machista asesina es dramática y preocupante, puesto que se observa un aumento de lo que el informe de la UNESCO y ONU Mujeres destacan precisamente como lo que hay que evitar. Por una parte, aumenta la banalización de la violencia de género con todo lo relacionado con el “negacionismo” y su confusión con otras violencias. Y por otra, se observa una concentración de casos, situación que debe ser analizada con más perspectiva y seguimiento, pero de la que ya podemos destacar un dato grave, como es que la media de mujeres asesinadas dentro de los periodos de concentración en los cinco últimos años ha aumentado.

 

No hay nada más grupal que la masculinidad, ser hombre es “ser reconocido como hombre por otros hombres”, por eso hay una continua interacción entre lo que cada hombre hace y lo que los hombres de su entorno (personal, familiar, laboral, grupal…) perciben y responden ante su conducta. Y por ello, la forma de ser hombre y de subir en la consideración de su hombría ante los demás conlleva copiar y hacer lo que otros hombres que buscaban el mismo objetivo, ya han hecho y conseguido. Como ocurre con la violencia de género. Un estudio elaborado por la Universidad de Granada en 2011, demostró que había una relación entre un homicidio previo y el que se cometía al día siguiente debido a la “imitación” de otra conducta.

 

En el amplio informe de la UNESCO y ONU-Mujeres de 2019, se insiste en la importancia del trabajo con los medios de comunicación, y se destacan como efectos negativos la “banalización de la violencia de género” y el “efecto imitación”.

 

Los estudios y la experiencia que nos indica la influencia de un homicidio previo en algunos agresores que se ven reforzados y se sienten identificados con el hombre que para ellos se presenta como modelo de la hombría que ellos mismos quieren reproducir con la violencia y el homicidio. No será el único factor, ni siquiera el más importante, pero es un factor que incide en el resultado y como tal tenemos que abordarlo.

 

La solución, no es dejar de informar, sino todo lo contrario, informar más y mejor, sobre todo poniendo el énfasis y la crítica en la conducta de los asesinos y en una cultura que les proporciona las referencias para usar la violencia contra las mujeres desde la normalidad hasta llegar al homicidio.

 

Si a la desinformación que ahora potencian algunos medios y las redes sociales se une la pasividad histórica de una población poco crítica, acomodada en su posición de bienestar e individualista. Y además no se actúa sobre los elementos específicos de la violencia de género, el resultado es, y seguirá siendo, el que tenemos: violencia contra las mujeres y homicidios como parte de ella, unas veces concentrados en cortos periodos de tiempo, otras dispersados entre los días, pero siempre homicidios de mujeres asesinadas por hombres que miran a otros hombres.

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