Néstor Rojas
Sábado, 30 de Septiembre de 2023

Francisco Arévalo: Estoy fatigado de tanto dolor

Desde hace unos días está entre nosotros uno de los más destacados poetas y novelistas de Venezuela, Francisco Arévalo, de ascendencia paterna gallega. Nació a orillas del Orinoco, en San Félix, estado Bolívar, Venezuela. Por ese Motivo en 'Manakisanti', asociación cultural de Villoria de Órbigo se ha desarrollado un encuentro público con el escritor, en el que participaron Balbino Ferrero, como presentador y Néstor Rojas como tertuliano.

Francisco Arevalo es autor de más de diez libros de poesía entre los que destacamos ‘Siempre áspero’ (1993), ‘Alcoholes de la otra iglesia’ (1996), ‘Textos para insomnes’(1997), ‘El libro de las piedras’ (2001, y Cerodosochoseis’ (2014).

Ha publicado cinco novelas, la última de las cuales lleva por título ‘La Pecera de los bagres’ (2019).

Durante 35 años alternó el oficio de la escritura con la Gerencia Cultural al servicio de una empresa estatal. Hoy, de paso por España, no desaprovechamos la oportunidad de entrevistarlo para los lectores de Astorga Redacción.

Entrevista a Francisco Arévalo, por Néstor Rojas

 

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“Lo que nos pasa en Venezuela es una destrucción integral de todo lo que logramos en democracia”

 

Néstor Rojas: desde hace tiempo sé de tus orígenes gallegos, cuéntanos un poco de eso.

 

Francisco Arévalo: mi padre salió de La Coruña en 1957 huyendo de lo implacable que solía ser el servicio militar. Llegó inicialmente a Caracas en un buque repleto de inmigrantes. Durante un tiempo trabajó en la capital y después tomó la ruta del sur, concretamente a un pueblo del estado Bolívar, El Palmar; allí casó con mi madre y nacimos dos hijos de esa unión. El  murió muy joven, en 1967, pero los lazos familiares se estrecharon y producto de eso hoy me encuentro pasando una temporada con mis tíos y primos, en Dexo y Veige, disfrutando del mar y de esta manera muy particular de vivir en armonía con el paisaje.

Siempre he sentido a Galicia muy cerca de mí, ya tengo algunas temporadas visitándola y por supuesto que cada vez la hago más mía.

 

 

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Tanto tú como yo, venimos de una relación con el río que de una u otra manera nos ha abierto las puertas de la poesía. Háblame de esa poética fluvial.

 

Es cierto, felizmente cierto. En tu caso el universo poético es mucho más amplio, empieza de esa relación de sortilegio con la Mesa de Guanipa y los Kariñas para después caer con la misma bruma en el Orinoco, en mi caso nací y me levanté a la orilla de dos ríos mayúsculos, el Caroní con su violencia y la obscuridad de sus aguas que terminan feneciendo en el majestuoso Orinoco. De mi casa de infancia se ve el Orinoco con su tranquilidad que seduce.

La otra bisagra que me impresiona y me sigue dando respiro poético es lo urbano mezclado con el desarrollo industrial que por estos días se ha convertido en una triste ruina estructural de la ciudad. La ciudad fue molida por la maldad instituida desde lo más alto de eso que muchos dicen llamar gobierno y que yo todavía le estoy buscando una definición acorde.

 

 

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¿Cómo ves la poesía por estos días?

 

Cada vez la veo con más motivos para seguir siendo ese bálsamo que atenúa la soledad árida que genera la muchedumbre.

Ahora hay muchas maneras de entrar en el hecho poético sin la estridencia de siglos pasados. Veo a los poetas con más motivos, con más intención, con más conocimiento del idioma, con más riqueza expresiva expuesta que permite comparar y alimentar el hecho mismo. En fin creo que la poesía es una gran triunfadora por estos días de pragmatismo insustancial y de intentos de alejamiento del conocimiento clásico.

Hoy la poesía a la vez que es más cerebral también es más amiga de la filosofía, que no es más que la fuente viva de interpretación de la vida, pero a la vez ha asumido la cotidianidad como objetivo. Con esto resumo que el oficio poético nunca estuvo más cerca de lo que pasa por el aro de la existencia.

 

 

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En tu nota de presentación destacan 5 novelas y un libro de relatos. ¿Cómo llevas la poesía con la narrativa?

 

Antes que todo, la poesía para mi es todo, es la altura, sin ella no existiesen mis especulaciones narrativas. Descubrí la literatura como oficio a través del cristal transparente de la poesía. Esto que quede claro, siempre será la poesía, por encima de todo lo demás. Es la arcilla que moldea  mi personalidad. Soy narrador cuando el aburrimiento me asfixia, es allí que me dedico a darle rienda suelta a esos personajes que no puedo dibujar con el bisturí poético.

 

Dame tu visión de esa relación entre España y Venezuela partiendo de la existencia de lazos muy estrechos.

 

En mi caso el lazo es más que estrecho, ya te comenté que mi padre era gallego, el llegó a trabajar y hacerse una manera de vivir huyendo del dramático estado de pobreza y represión que vivía España postguerra civil. En estos momentos los venezolanos viven el drama que ellos vivieron y buscan con desespero cobijo ante la barbarie instituida como forma de gobierno y vida. A veces no consigo palabras para describir lo que nos sucede. Me ataca una honda morriña, como suelen decir los gallegos y te digo que ya no reparo en culpables.

 

 

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¿Cómo ves nuestro país hoy día?

 

Tú como yo vimos un país moderno y pudiéramos hablar de vanguardia. El Sistema de Orquestas, los museos y editoriales eran logros evidentes y contundentes. Por supuesto el estar bajo la sombrilla democrática permitió muchos desafueros e Injusticias, la esencia de la democracia es aprender sobre los errores.

Esa es la lección por aprender, nos pasamos de tolerantes y le dimos participación dentro de la diversidad a la barbarie.

Ahora tenemos un país atrasado, rezagado y aplastado, donde cada día crece la estampida y lo más triste la mayoría se van con una honda impotencia por no poder ver el fin de la catástrofe.

Te pongo un ejemplo de la destrucción que vivimos, solicité una copia legalizada y apostillada de la partida de nacimiento de mi padre, el trámite se extendió a 4 días porque quise, pero lo pude haber realizado en 4 horas o menos. En Venezuela eso como mínimo te tarda tres a 4 meses en medio de procedimientos kafkianos y mordidas insaltables. Tenemos un país destruido en toda su arquitectura burocrática. Lo que nos pasa en Venezuela es una destrucción integral de todo lo saludable que nos dio calidad de vida otrora.

En qué estado estará el Museo de Arte Moderno Sofía Imber. Qué fue de la Librería Kuai Mare, de la Biblioteca Ayacucho, de Monte Ávila Editores. Te hablo del país cultural, el país sublime, porque la musculatura industrial pasó a mejor vida.

Lo que pasa en Venezuela se cuenta y no se cree. En América hay ejemplos parecidso, lo que le hizo Juan Domingo Perón a Argentina. La destruyó al igual que el militar que tocó a la puerta de nuestra modernidad y la aplastó con su bota y sus hordas de fanáticos y sobre todo con su mal gusto.

En la medida que uno va narrando la destrucción de todo instrumento de creación y educación el cambio de humor ópera. Nuestras universidades emblemáticas dan vergüenza en que las han convertido por la falta de atención y por el intento de controlarlas para finalmente desaparecerlas.

Creo que ya no me queda aliento para seguir contandote poeta. Estoy fatigado de tanto dolor.

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