Que la guerra no me sea indiferente
![[Img #66086]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2023/8133_3-ma-jose-cordero-copia.jpg)
No consigo entender la barbarie, el horror, la sangre vertida inútilmente. Menos entiendo que esa barbarie tenga matices, según quien la perpetre.
Asisto con pavor a las noticias que nos llegan de Oriente próximo y, con asco, cómo los políticos de ideologías opuestas son capaces de defender lo indefendible, viendo sólo por un ojo, clasificando la violencia según sus intereses ideológicos. ¡Espanto dan!
No suelo ver debates en la TV, sea de la cadena que sean, porque es tanta la burrez y la inmundicia que observo, que velo por mis digestiones y mi salud mental.
Que alguien me explique qué vida tiene más valor. ¿En la guerra todo vale? Siempre la peor parte la llevan las mujeres, siempre. El hombre, desatado, es la bestia más cruel e inhumana, parece olvidar que vino del vientre de una madre, que tiene madre o incluso hermanas…
Israel va a aniquilar a los ‘molestos’ palestinos: tiene ya una buena disculpa; están aplicando la Ley de Talión, sí o sí. Los palestinos, que no todos se identifican con los terroristas de Hamás, huyen despavoridos a no se sabe dónde, mujeres, niños, ancianos…sin agua, sin comida, sin alimentos. Todo un espectáculo dantesco.
¿Qué hace el mundo mientras? Posicionarse, eso es lo que hacen los políticos. En estos momentos están pensando dónde les interesa más estar: las víctimas, sean palestinos o judíos, es lo que menos les importa y la ONU, como casi siempre, sin objetividad alguna, también se posiciona.
La gente muere: seres humanos. Da igual su color o credo, y si no da igual es que nos hemos quedado sin alma, somos más parecidos a bestias que a personas, por eso no consigo entender la barbarie; mirar con un solo ojo; posicionarme. La disyuntiva es ¿barbarie o genocidio?
“Sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente”*
*León Gieco, compositor y cantautor argentino.
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No consigo entender la barbarie, el horror, la sangre vertida inútilmente. Menos entiendo que esa barbarie tenga matices, según quien la perpetre.
Asisto con pavor a las noticias que nos llegan de Oriente próximo y, con asco, cómo los políticos de ideologías opuestas son capaces de defender lo indefendible, viendo sólo por un ojo, clasificando la violencia según sus intereses ideológicos. ¡Espanto dan!
No suelo ver debates en la TV, sea de la cadena que sean, porque es tanta la burrez y la inmundicia que observo, que velo por mis digestiones y mi salud mental.
Que alguien me explique qué vida tiene más valor. ¿En la guerra todo vale? Siempre la peor parte la llevan las mujeres, siempre. El hombre, desatado, es la bestia más cruel e inhumana, parece olvidar que vino del vientre de una madre, que tiene madre o incluso hermanas…
Israel va a aniquilar a los ‘molestos’ palestinos: tiene ya una buena disculpa; están aplicando la Ley de Talión, sí o sí. Los palestinos, que no todos se identifican con los terroristas de Hamás, huyen despavoridos a no se sabe dónde, mujeres, niños, ancianos…sin agua, sin comida, sin alimentos. Todo un espectáculo dantesco.
¿Qué hace el mundo mientras? Posicionarse, eso es lo que hacen los políticos. En estos momentos están pensando dónde les interesa más estar: las víctimas, sean palestinos o judíos, es lo que menos les importa y la ONU, como casi siempre, sin objetividad alguna, también se posiciona.
La gente muere: seres humanos. Da igual su color o credo, y si no da igual es que nos hemos quedado sin alma, somos más parecidos a bestias que a personas, por eso no consigo entender la barbarie; mirar con un solo ojo; posicionarme. La disyuntiva es ¿barbarie o genocidio?
“Sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente”*
*León Gieco, compositor y cantautor argentino.






