Asedio irmandiño al Casino De Santa Colomba de Somoza en una noche perra de difuntos
![[Img #66097]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2023/7358_3-_dsc2857-copia.jpg)
El tradicional Filandón de Otoño del Centro Cultural El Casino de Santa Colomba de Somoza, se celebraba este sábado con la intervención del público que compartía historias, anécdotas, adivinanzas e incluso chistes.
El filandón comenzaba con narraciones de tipo tradicional, sobre aparecidos, fantasmas y coro de ánimas. La Estadea, habitualmente anónima, rondaba el Casino travestida de ola irmandiña. Campesinos, gentes de ciudades, comerciantes, profesoras, sanitarios e incluso apicultores apedreaban el tejadillo de El Casino de Santa Colomba, por encima o por detrás o incluso a un tiempo con el murmullo de fondo de “Abajo la nobleza y el clero. Poder popular, justicia social”. La tempestad fustigaba el escenario. El vendaval amontonaba la hojarasca contra la puerta. patitas de animales inconcretos tentaban los resquicios de las paredes Dos gatos runflaban, ¡la puerta golpeaba y las contras crujían!, la gotera glo-glo-glo justo al centro del salón: glo, glo . glo.. "A la puerta ruge la bestia abortada. La noche de octubre. la muerte anunciada! (…) revistióse el mago la veste estelada, desnudo un gigante, sopló el caracol.” Aggg qué ahogo...
![[Img #66098]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2023/2851_2-_dsc2850-copia.jpg)
Fue en definitiva un encuentro en el que los asistentes narraron historias sobre ánimas, evocando la Noche de Difuntos y el Día de Todos los Santos. Rindieron homenaje a aquellos amigos, vecinos o conocidos que ya no están presentes. Se recordaban también tradiciones y vivencias de la vida rural, especialmente de los tiempos en que las familias se reunían al terminar las cosechas, durante las matanzas y al calor del hogar. Los niños cobraron un protagonismo final cuando se soltaron a contar pequeños cuentos, jardín de flores curiosas y adivinanzas ¡Al pronunciarse desaparece! Luego lo callas y otra vez ahí volviendo...
![[Img #66096]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/10_2023/4093_1-_dsc2844-copia.jpg)
Como colofón, el Centro Cultural El Casino ofrecía un magosto con castañas asadas, con ‘fervío’ para combatir el frío y sopas de ajo.
El tradicional Filandón de Otoño del Centro Cultural El Casino de Santa Colomba de Somoza, se celebraba este sábado con la intervención del público que compartía historias, anécdotas, adivinanzas e incluso chistes.
El filandón comenzaba con narraciones de tipo tradicional, sobre aparecidos, fantasmas y coro de ánimas. La Estadea, habitualmente anónima, rondaba el Casino travestida de ola irmandiña. Campesinos, gentes de ciudades, comerciantes, profesoras, sanitarios e incluso apicultores apedreaban el tejadillo de El Casino de Santa Colomba, por encima o por detrás o incluso a un tiempo con el murmullo de fondo de “Abajo la nobleza y el clero. Poder popular, justicia social”. La tempestad fustigaba el escenario. El vendaval amontonaba la hojarasca contra la puerta. patitas de animales inconcretos tentaban los resquicios de las paredes Dos gatos runflaban, ¡la puerta golpeaba y las contras crujían!, la gotera glo-glo-glo justo al centro del salón: glo, glo . glo.. "A la puerta ruge la bestia abortada. La noche de octubre. la muerte anunciada! (…) revistióse el mago la veste estelada, desnudo un gigante, sopló el caracol.” Aggg qué ahogo...
Fue en definitiva un encuentro en el que los asistentes narraron historias sobre ánimas, evocando la Noche de Difuntos y el Día de Todos los Santos. Rindieron homenaje a aquellos amigos, vecinos o conocidos que ya no están presentes. Se recordaban también tradiciones y vivencias de la vida rural, especialmente de los tiempos en que las familias se reunían al terminar las cosechas, durante las matanzas y al calor del hogar. Los niños cobraron un protagonismo final cuando se soltaron a contar pequeños cuentos, jardín de flores curiosas y adivinanzas ¡Al pronunciarse desaparece! Luego lo callas y otra vez ahí volviendo...
Como colofón, el Centro Cultural El Casino ofrecía un magosto con castañas asadas, con ‘fervío’ para combatir el frío y sopas de ajo.