Umbilical
![[Img #66263]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2023/4756_camisaninas-copia.jpg)
Umbilical es el título de la última obra del argentino Andrés Neuman. Un libro delicioso en el que el autor transita por los recovecos de la paternidad y sus asombros. Un compendio de textos sorprendente por inusual, ya que no tantos escritores logran realizar de una manera lírica y tierna al tiempo, el ejercicio de homenajear el milagro de la vida. De hecho no abundan los autores que dediquen una obra a su hijo salvo maravillosas excepciones como Francisco Umbral con su inolvidable Mortal y rosa que ya se ha convertido en una obra de culto. Recuerden. Relean.
Umbilical consta de tres partes muy diferenciadas.
La primera se titula:El imaginado,y contiene cuarenta textos breves donde la lírica se manifiesta como un regalo de la vida que emerge y es esperada con impaciencia.
El niño aún no es, pero se va formando en el vientre de su madre como un fruto dorado. El autor recrea el pasmo del milagro. Su emoción ante la grandeza que se oculta y va emergiendo lentamente hasta notar la patada y el movimiento. Dos corazones que se encadenan formando la unidad de lo mágico y un tercero que mira desde la distancia, nervioso, expectante, alucinado. Los preparativos: la casa que va mutando a nido que acogerá al nuevo inquilino que, poco a poco, se despereza y expande en el vientre materno para ir asomando al mundo en una mudanza de territorios.
32
Se te aprende a querer mientras no vienes; he ahí la otra gestación.
Eres una inminencia que captura la casa, el orden de las cosas que pronto mudarán y, sigilosamente, se despiden de sus funciones previas.
Así mismo transitas el ámbito materno, anunciando, invisible, la violencia sagrada de toda perspectiva.
La segunda parte de Umbilical se titula: El aparecido.
Consta de sesenta textos breves donde el milagro es recibido con entusiasmo. La vida ya se abrió paso definitivamente. El hijo ya es presencia y motivación. El aparecido lo inunda todo. El tiempo se detiene en la contemplación de un ser de luz. La lírica se dispara. Es canto y entusiasmo. Pasmo y creencia de lo inaudito. Los actos cotidianos se convierten en rito: amamantar, acariciar, bañar, jugar, entretenerse en el regalo de una nueva aventura. De la aventura con mayúsculas. Asombrarse y dar gracias. La risa de su bebé enamora a Neuman y lo celebra con su palabra reflexiva e intimista creando un universo donde el lector se mece y disfruta de lo que quizá ya ha experimentado en carne propia.
67
En la cocina a oscuras de pie frente a la imagen , espío los vaivenes de tu cuerpo.
El pechina de agua, los brazos de molino, la cabeza de árbol que se ilumina solo, las piernas cabalgando sin caballo. Tan pequeño que aún no te caben los dedos en los pies.
Así, objetivado , a una distancia irónica, eres aún más mi hijo.
La tercera y última parte lleva por título: ‘y un monólogo mínimo’.
Neuman aquí se desparrama en seis breves textos mucho más creativos. Realiza un ejercicio de extrapolación e inventiva sumergiéndose en el universo de su bebé, cambiándose por él, sintiéndose y fundiéndose en un solo ser pensante para que esa paternidad sea una paternidad concentrada, trabajada a golpe de deseo de un imposible. El autor parece decir: no te he llevado dentro de mi cuerpo, pero voy a recrear tus pensamientos para fundirnos en uno solo. Seremos uno.
El bebé lo que dice en sus balbuceos incomprensibles aún. El bebé lo que piensa con ese cerebrito diminuto que cabe en un puño. La palabra inventada. La posibilidad de recrear el universo infantil por medio de aproximaciones solamente esbozadas, imaginadas a través de la contemplación del gesto y los sonidos.
2
Me hablan muy convencidos. Parecen creer que entiendo lo que dicen. Y, aunque no entiendo sí.
Esa música extraña que sale de sus Bocas. Es como si la hubiera oído antes. ¿Pero antes de qué?
Quiero tener la boca. Quiero decir la música.
Andrés Neuman. Umbilical; Editorial Alfaguara; 2022
![[Img #66263]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2023/4756_camisaninas-copia.jpg)
Umbilical es el título de la última obra del argentino Andrés Neuman. Un libro delicioso en el que el autor transita por los recovecos de la paternidad y sus asombros. Un compendio de textos sorprendente por inusual, ya que no tantos escritores logran realizar de una manera lírica y tierna al tiempo, el ejercicio de homenajear el milagro de la vida. De hecho no abundan los autores que dediquen una obra a su hijo salvo maravillosas excepciones como Francisco Umbral con su inolvidable Mortal y rosa que ya se ha convertido en una obra de culto. Recuerden. Relean.
Umbilical consta de tres partes muy diferenciadas.
La primera se titula:El imaginado,y contiene cuarenta textos breves donde la lírica se manifiesta como un regalo de la vida que emerge y es esperada con impaciencia.
El niño aún no es, pero se va formando en el vientre de su madre como un fruto dorado. El autor recrea el pasmo del milagro. Su emoción ante la grandeza que se oculta y va emergiendo lentamente hasta notar la patada y el movimiento. Dos corazones que se encadenan formando la unidad de lo mágico y un tercero que mira desde la distancia, nervioso, expectante, alucinado. Los preparativos: la casa que va mutando a nido que acogerá al nuevo inquilino que, poco a poco, se despereza y expande en el vientre materno para ir asomando al mundo en una mudanza de territorios.
32
Se te aprende a querer mientras no vienes; he ahí la otra gestación.
Eres una inminencia que captura la casa, el orden de las cosas que pronto mudarán y, sigilosamente, se despiden de sus funciones previas.
Así mismo transitas el ámbito materno, anunciando, invisible, la violencia sagrada de toda perspectiva.
La segunda parte de Umbilical se titula: El aparecido.
Consta de sesenta textos breves donde el milagro es recibido con entusiasmo. La vida ya se abrió paso definitivamente. El hijo ya es presencia y motivación. El aparecido lo inunda todo. El tiempo se detiene en la contemplación de un ser de luz. La lírica se dispara. Es canto y entusiasmo. Pasmo y creencia de lo inaudito. Los actos cotidianos se convierten en rito: amamantar, acariciar, bañar, jugar, entretenerse en el regalo de una nueva aventura. De la aventura con mayúsculas. Asombrarse y dar gracias. La risa de su bebé enamora a Neuman y lo celebra con su palabra reflexiva e intimista creando un universo donde el lector se mece y disfruta de lo que quizá ya ha experimentado en carne propia.
67
En la cocina a oscuras de pie frente a la imagen , espío los vaivenes de tu cuerpo.
El pechina de agua, los brazos de molino, la cabeza de árbol que se ilumina solo, las piernas cabalgando sin caballo. Tan pequeño que aún no te caben los dedos en los pies.
Así, objetivado , a una distancia irónica, eres aún más mi hijo.
La tercera y última parte lleva por título: ‘y un monólogo mínimo’.
Neuman aquí se desparrama en seis breves textos mucho más creativos. Realiza un ejercicio de extrapolación e inventiva sumergiéndose en el universo de su bebé, cambiándose por él, sintiéndose y fundiéndose en un solo ser pensante para que esa paternidad sea una paternidad concentrada, trabajada a golpe de deseo de un imposible. El autor parece decir: no te he llevado dentro de mi cuerpo, pero voy a recrear tus pensamientos para fundirnos en uno solo. Seremos uno.
El bebé lo que dice en sus balbuceos incomprensibles aún. El bebé lo que piensa con ese cerebrito diminuto que cabe en un puño. La palabra inventada. La posibilidad de recrear el universo infantil por medio de aproximaciones solamente esbozadas, imaginadas a través de la contemplación del gesto y los sonidos.
2
Me hablan muy convencidos. Parecen creer que entiendo lo que dicen. Y, aunque no entiendo sí.
Esa música extraña que sale de sus Bocas. Es como si la hubiera oído antes. ¿Pero antes de qué?
Quiero tener la boca. Quiero decir la música.
Andrés Neuman. Umbilical; Editorial Alfaguara; 2022






