Un cálido aliento
![[Img #67116]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2024/2152_2-al-ard-products-palestinian-black-and-white-kufiya-made-in-palestine-40507482931454_800x-copia.jpg)
Helador, se vislumbra un año helador. Empezamos con temperaturas heladas y noticias que hielan los corazones. Todo es frío alrededor. Dentro y fuera hace frio. Dentro de las casas, dentro de los cuerpos, dentro de las mentes, dentro de los corazones…, y un exterior escarchado contribuye poco a proporcionar un mínimo de aliento cálido que nos aporte un poquito de bienestar, no ya felicidad que sería mucho pedir, pero sí un algo de satisfacción que nos haga creer que todavía hay posibilidades de una vida justa y complaciente.
La prepotencia de Israel sigue marcando su proyecto de hacerse con la franja de Gaza por el simple sistema de aniquilación de la población palestina arrinconando a los pocos vivos restantes después de arrasar con un importante número de sus habitantes. Noticias heladoras.
Pero, por fin, un país, Sudáfrica, se atreve a acusar a Israel de cometer un genocidio en Gaza. Aleluya. Ese aliento cálido tan necesario nos llega de ese país africano. Después de tres meses de que los países democráticos del mundo estén observando desde sus sillones la barbaridad más grande de genocidio mientras tranquilizan sus conciencias emitiendo blandos comunicados de condena sin hacer ni mover un dedo para parar ese aniquilamiento, es Sudáfrica quien habla. Qué grata sorpresa. “La represalia contra Hamás no puede justificar un genocidio”, dicen los pretorianos, algo tan evidente como lo emitido en esta simple frase parece que a las mentes pensantes de los dirigentes del mundo no se les había ocurrido. Pretoria habla, denuncia y pone sobre la mesa pruebas, declaraciones, cifras y videos para demostrar los “actos genocidas deliberados de Estado Israelí en Gaza”.
Todo empezó el último 7 de octubre y, desde entonces, el 85% de palestinos ha tenido que abandonar sus hogares a la carrera para arrinconarse al fondo de un callejón sin salida, cargados de heridas, hambre y sed. El mismo hecho de bombardear hospitales con la justificación de ser nidos de terroristas, nunca demostrado, es una de las mayores atrocidades de los israelíes. 23.000 muertos, 7.000 desaparecidos, se supone que están entre la montaña de escombros, y un 2.000% de enfermedades infecciosas en estos tres meses, entre otras muchas calamidades.
Han pasado tres meses y hiela la sangre el pensar que a pesar de la evidencia y de las intenciones manifestadas públicamente por el ejército de Netanyahu de borrar del mapa a Gaza y de calificar a los palestinos de ‘animales’, y de seguir bombardeando a diestro y siniestro, los dirigentes de los países de la ONU sigan mirando de reojo y diciendo vaguedades.
Bien por Pretoria. Bien por alzar la voz y denunciar alto y claro. Es la mayor acusación que existe en el orden internacional y el Tribunal Internacional es el mayor órgano de la ONU para arbitrar contenciosos entre países. Este tribunal nunca ha declarado un genocidio. Ahora todo depende del veredicto de la Haya. Y si la Haya emitiera un veredicto como el de tomar medidas cautelares que obliguen a Israel a frenar su ataque de forma inmediata, el fallo sí sería vinculante, pero no hay un protocolo de acción para hacérselo cumplir. Israel, y su máximo aliado EEUU, harán oídos sordos como estamos acostumbrados. Se la ‘refanflinfla’ lo que digan los demás.
Si Israel ha llegado a esta situación de prepotencia es debido a que lleva 56 años haciendo de su capa un sayo ocupando tierras palestinas y actuando con violencia, con todo su bagaje lastimero y sus ingentes recursos económicos, contra la población que ya vivía en esas tierras antes de que ellos llegaran. Y se les amonestó con la boca pequeña y nunca se les sancionó. Y así, sin ningún impedimento, crecieron sus ansias de poder y su sentimiento de superioridad.
“Al extender nuestras manos al pueblo de Palestina lo hacemos con pleno conocimiento de que ‘somos parte de una humanidad’. Estas fueron las palabras de nuestro presidente fundador Nelson Mandela; este es el espíritu con el que Sudáfrica se adhirió a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en 1998”, dice Pretoria.
Como era de esperar Israel habla de “Hipocresía, antisemitismo y vergüenza”, calificando de infundado el proceso abierto de Pretoria. Y, como era de esperar, Israel vuelve a utilizar el victimismo histórico para justificar sus abusos, ilegalidades y despotismos. Y, como era de esperar, ha hecho ante el Tribunal Internacional lo que siempre hace ‘echar balones fuera’.
Israel utiliza la ‘acción/reacción’ para justificarse, pero olvida que ese movimiento de ‘acción/reacción’ también la pueden utilizar los demás. 56 años de violentas acciones injustificables sobre palestinos provocan una acción violenta sobre israelíes que a su vez enardece una respuesta inconmensurable y arrasadora sobre palestinos. Y ahí estamos. Israel solo mira aquel 7 de octubre terrible para él y se olvida de los 56 años terribles y los tres meses de guerra sin tregua para los palestinos.
La cuestión que siempre utiliza Israel, y siempre le favorece, es el continuo recordar de su histórico sufrimiento de persecución, sabe que con ello consigue ablandar la mala conciencia del resto del mundo, empezando por Alemania, y por ello se les va permitiendo todo y ellos van tomándolo todo a su antojo. En este último caso, acción (palestina:1200 muertos) / reacción (israelí 23000 muertos, de momento). Y aluden que el genocidio es el que hacen los palestinos no ellos. Compara la violenta acción de Hamás de un día con el Holocausto, pero su violentísima acción sobre civiles palestinos durante tres meses lo justifica como ‘autodefensa’. El victimismo es siempre su baza.
Los tentáculos del poder judío son inmensos y poderosos. No todos los judíos están de acuerdo con esta guerra, es ante todo una cuestión israelí, pero sí que hay un tremendo poder judío detrás, sobre todo en EEUU, que limita y coarta las actitudes de los países. Los intereses económicos siempre van por delante a los humanitarios, como estamos hartos de ver. Y este es uno de los casos más sangrantes.
Es interesante observar que los primeros países que se han adherido a la demanda de Pretoria son Turquía, Jordania, Venezuela, Brasil y Colombia. Y Austria y Chequia los primeros en oponerse. Curioso.
Este soplo cálido de Pretoria no parece que vaya a desencadenar un deshielo en las frías mentes de los que tienen opción de poner orden humanitario en el mundo sino todo lo contrario, abren otro frente e intervienen en las nuevas revueltas de Yemen. Es un no parar. Es que hay que mantener en activo el pingue mercado armamentístico.
Seguiremos helándonos ante tanta barbarie y su beneficio.
O tempora o mores
Helador, se vislumbra un año helador. Empezamos con temperaturas heladas y noticias que hielan los corazones. Todo es frío alrededor. Dentro y fuera hace frio. Dentro de las casas, dentro de los cuerpos, dentro de las mentes, dentro de los corazones…, y un exterior escarchado contribuye poco a proporcionar un mínimo de aliento cálido que nos aporte un poquito de bienestar, no ya felicidad que sería mucho pedir, pero sí un algo de satisfacción que nos haga creer que todavía hay posibilidades de una vida justa y complaciente.
La prepotencia de Israel sigue marcando su proyecto de hacerse con la franja de Gaza por el simple sistema de aniquilación de la población palestina arrinconando a los pocos vivos restantes después de arrasar con un importante número de sus habitantes. Noticias heladoras.
Pero, por fin, un país, Sudáfrica, se atreve a acusar a Israel de cometer un genocidio en Gaza. Aleluya. Ese aliento cálido tan necesario nos llega de ese país africano. Después de tres meses de que los países democráticos del mundo estén observando desde sus sillones la barbaridad más grande de genocidio mientras tranquilizan sus conciencias emitiendo blandos comunicados de condena sin hacer ni mover un dedo para parar ese aniquilamiento, es Sudáfrica quien habla. Qué grata sorpresa. “La represalia contra Hamás no puede justificar un genocidio”, dicen los pretorianos, algo tan evidente como lo emitido en esta simple frase parece que a las mentes pensantes de los dirigentes del mundo no se les había ocurrido. Pretoria habla, denuncia y pone sobre la mesa pruebas, declaraciones, cifras y videos para demostrar los “actos genocidas deliberados de Estado Israelí en Gaza”.
Todo empezó el último 7 de octubre y, desde entonces, el 85% de palestinos ha tenido que abandonar sus hogares a la carrera para arrinconarse al fondo de un callejón sin salida, cargados de heridas, hambre y sed. El mismo hecho de bombardear hospitales con la justificación de ser nidos de terroristas, nunca demostrado, es una de las mayores atrocidades de los israelíes. 23.000 muertos, 7.000 desaparecidos, se supone que están entre la montaña de escombros, y un 2.000% de enfermedades infecciosas en estos tres meses, entre otras muchas calamidades.
Han pasado tres meses y hiela la sangre el pensar que a pesar de la evidencia y de las intenciones manifestadas públicamente por el ejército de Netanyahu de borrar del mapa a Gaza y de calificar a los palestinos de ‘animales’, y de seguir bombardeando a diestro y siniestro, los dirigentes de los países de la ONU sigan mirando de reojo y diciendo vaguedades.
Bien por Pretoria. Bien por alzar la voz y denunciar alto y claro. Es la mayor acusación que existe en el orden internacional y el Tribunal Internacional es el mayor órgano de la ONU para arbitrar contenciosos entre países. Este tribunal nunca ha declarado un genocidio. Ahora todo depende del veredicto de la Haya. Y si la Haya emitiera un veredicto como el de tomar medidas cautelares que obliguen a Israel a frenar su ataque de forma inmediata, el fallo sí sería vinculante, pero no hay un protocolo de acción para hacérselo cumplir. Israel, y su máximo aliado EEUU, harán oídos sordos como estamos acostumbrados. Se la ‘refanflinfla’ lo que digan los demás.
Si Israel ha llegado a esta situación de prepotencia es debido a que lleva 56 años haciendo de su capa un sayo ocupando tierras palestinas y actuando con violencia, con todo su bagaje lastimero y sus ingentes recursos económicos, contra la población que ya vivía en esas tierras antes de que ellos llegaran. Y se les amonestó con la boca pequeña y nunca se les sancionó. Y así, sin ningún impedimento, crecieron sus ansias de poder y su sentimiento de superioridad.
“Al extender nuestras manos al pueblo de Palestina lo hacemos con pleno conocimiento de que ‘somos parte de una humanidad’. Estas fueron las palabras de nuestro presidente fundador Nelson Mandela; este es el espíritu con el que Sudáfrica se adhirió a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en 1998”, dice Pretoria.
Como era de esperar Israel habla de “Hipocresía, antisemitismo y vergüenza”, calificando de infundado el proceso abierto de Pretoria. Y, como era de esperar, Israel vuelve a utilizar el victimismo histórico para justificar sus abusos, ilegalidades y despotismos. Y, como era de esperar, ha hecho ante el Tribunal Internacional lo que siempre hace ‘echar balones fuera’.
Israel utiliza la ‘acción/reacción’ para justificarse, pero olvida que ese movimiento de ‘acción/reacción’ también la pueden utilizar los demás. 56 años de violentas acciones injustificables sobre palestinos provocan una acción violenta sobre israelíes que a su vez enardece una respuesta inconmensurable y arrasadora sobre palestinos. Y ahí estamos. Israel solo mira aquel 7 de octubre terrible para él y se olvida de los 56 años terribles y los tres meses de guerra sin tregua para los palestinos.
La cuestión que siempre utiliza Israel, y siempre le favorece, es el continuo recordar de su histórico sufrimiento de persecución, sabe que con ello consigue ablandar la mala conciencia del resto del mundo, empezando por Alemania, y por ello se les va permitiendo todo y ellos van tomándolo todo a su antojo. En este último caso, acción (palestina:1200 muertos) / reacción (israelí 23000 muertos, de momento). Y aluden que el genocidio es el que hacen los palestinos no ellos. Compara la violenta acción de Hamás de un día con el Holocausto, pero su violentísima acción sobre civiles palestinos durante tres meses lo justifica como ‘autodefensa’. El victimismo es siempre su baza.
Los tentáculos del poder judío son inmensos y poderosos. No todos los judíos están de acuerdo con esta guerra, es ante todo una cuestión israelí, pero sí que hay un tremendo poder judío detrás, sobre todo en EEUU, que limita y coarta las actitudes de los países. Los intereses económicos siempre van por delante a los humanitarios, como estamos hartos de ver. Y este es uno de los casos más sangrantes.
Es interesante observar que los primeros países que se han adherido a la demanda de Pretoria son Turquía, Jordania, Venezuela, Brasil y Colombia. Y Austria y Chequia los primeros en oponerse. Curioso.
Este soplo cálido de Pretoria no parece que vaya a desencadenar un deshielo en las frías mentes de los que tienen opción de poner orden humanitario en el mundo sino todo lo contrario, abren otro frente e intervienen en las nuevas revueltas de Yemen. Es un no parar. Es que hay que mantener en activo el pingue mercado armamentístico.
Seguiremos helándonos ante tanta barbarie y su beneficio.
O tempora o mores