Martes, 31 de Diciembre de 2013

El Hogar del Pensionista y su pequeña historia

JUAN JOSÉ ALONSO PERANDONES /   

Los primeros pasos para la construcción de un Hogar del Pensionista (así era denominado en su nacimiento) se dieron apenas iniciada la legislatura de 1983 a 1987,  por parte de la concejala socialista Llanos Martínez. Era preciso, en primer lugar, constituir una gestora con los jubilados de la ciudad (aunque la  vocación de esta Asociación siempre ha sido comarcal) y ofrecerles un local provisional donde empezar a desarrollar sus actividades. En 1983 la ciudad estaba gobernada por la coalición de gobierno de AEPI, con Recaredo Bautista, alcalde, y otros dos ediles, y seis socialistas, desempeñando yo el cometido de la primera tenencia de alcaldía.

El 19 de octubre de tal año, en la Casa Consistorial aún no remodelada, Llanos presidió una reunión con el Salón de Sesiones repleto de personas mayores. Se tomaron los primeros acuerdos, como la elección de la Junta Gestora. El presidente sería Luis Antuña Antuña (posteriormente sustituido por Cesáreo Blanco), vicepresidenta, María Pizarro Rivera;  secretario Jerónimo Martínez, tesorero, Antonio Murias López; y en calidad de vocales Julio Cuiñas, Eduardo H. Rivera, Ascensión Luengo y otra persona, cuyo nombre ahora desconozco. La primera decisión fue aceptar, si reunía condiciones, el espacio hoy dedicado a exposiciones de la Biblioteca y establecer unas normas de funcionamiento.  No me resisto a citar, por su ingenuidad, uno de los requisitos tratados: “El no permitir la presencia de nietos /.../ porque no se puede concentrar uno en la partida teniendo chicos corriendo y gritando al lado”. El espacio era totalmente insuficiente para desarrollar las actividades, pero cumplió su cometido hasta el traslado al nuevo centro.

Sería el arquitecto Diego Polo el encargado de redactar el proyecto, el cual,  a mi humilde entender, acertó plenamente, con un edificio sólido y funcional;  el Pleno lo aprobaría el 28 de febrero de 1984,  para recabar informe positivo de la Autonomía, con el Salón de Sesiones, esta vez en la sede provisional del C. Leopoldo Panero, como en todos los trámites de este expediente,  completamente lleno por personas mayores. Era aquél un momento de  gran optimismo y el gobierno municipal llevaba a cabo una actividad intensa, con múltiples proyectos de obras públicas  y con cuestiones de calado, dotación de Policía Nacional, Hacienda, la muralla apuntalada en Mártires de Somiedo, con el gran problema del agua, etc., infinidad de propósitos que ahora resulta imposible relatar. 

Ante tantos frentes abiertos, era preciso conseguir subvenciones, también para el Hogar, pues la idea de este gobierno municipal, y de los que le sucedieron,  siempre fue no agotar la inversión municipal en un único proyecto, sino diversificarla para, con ayuda de otras administraciones, paso a paso, ir satisfaciendo tantas necesidades y carencia de dotaciones como la ciudad tenía. Así fue, efectivamente, el Pleno del 4 de febrero del 1985 aprobó la ejecución del Hogar, con una inversión de 32.756.000 pesetas, con una subvención de partida de 16.300.000 de la Junta de Castilla y León. Fue una sesión con  20 puntos en el orden del día, casi todos ellos dedicados a obras públicas para la ciudad, y la prensa local destacó cómo fue despachado por la Corporación en hora y media y con la unanimidad de todos los corporativos. Y es que era aquella una época en la que, aunque con contradicciones, la labor municipal no se veía entorpecida.    

[Img #7085]

En agosto de 1986, aún sin el mobiliario, el Hogar se hallaba finalizado. Surgieron durante su ejecución, en junio del 85, cuando se estaba procediendo a la cimentación,  problemas de lindes con el Juzgado, que pudimos solventar. Hay que recordar que este amplio solar fue donde estuvo emplazada la Cárcel del Partido, por lo que, derribada esta, el terreno volvió de nuevo a propiedad municipal (al Juzgado solo se le había otorgado la cesión de una parte). Con motivo del Bimilenario, el pintor Toño García fue capaz de traer a la ciudad una magna exposición: el Hogar se llenó de cuadros de lo más granado de los pintores locales y de la provincia. Se abriría definitivamente en mayo del año siguiente.

El Hogar, ha venido  cumpliendo una gran labor social, siempre regido por sus socios, con asesoramiento y apoyo municipal. Es un ejemplo de funcionamiento, de apertura y relación con otras asociaciones, con gran  diversidad de actividades y de formación. Si bien he mencionado a la primera Junta Directiva, por el valor significativo que representa,  sin duda, cuantos socios han dedicado, y dedican, su tiempo, ilusión y esfuerzo, para que sea eso, un hogar, merecen de todos nosotros el más profundo agradecimiento. 







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