Sendo
Martes, 31 de Diciembre de 2013
Obituario
Manuel Miguélez, juez de paz de San Justo
Manolo, nos dejaste con la palabra en la boca, con la música en el aire, con los legajos encima de la mesa. Aún se oye el eco del cantar navideño de Los Chavales del 2013. ¡Bien! dijiste al final de la audición.Y muy bien asintió la feligresía que asistió a la misa navideña.
Manuel, te visité alguna vez desde Villafranca a tu sede de acuartelamiento donde ejercías como jefe en Piedrafita, ya era bien conocido tu buen sentido de equidad y respeto en toda la comarca del Valcárcel. En el 2001 te asentaste definitivamente en San Justo, tu querido pueblo, y desde entonces no has parado de ejercer desinteresadamente en la búsqueda y mantenimiento de las más arraigadas tradiciones que se siguen manteniendo desde varios siglos atrás: la Semana Santa abanderada por la cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno, el ancestral y peculiar Calvario y coadjutor, como tercer brazo de D. Ricardo y D. Julio, en los distintos actos religiosos. No te ha importado hacer de cicerone para mostrar el Retablo de la Iglesia de San Justo a quien te lo pidiera o hermanar la cofradía de San justo con las de Astorga.
Manolo, no se te echará de menos porque formarás parte de la memoria, de la memoria que tanto amaste de San Justo; los jóvenes te recordarán, los mayores te tendremos presente en cantidad de pasajes de nuestro querido pueblo. Desde aquí, pido la dedicación de una calle o plaza a este queridísimo personaje que tanto mimó la permanencia de nuestras ancestrales costumbres.
Que en gloria estés, Manolo.
Manolo, nos dejaste con la palabra en la boca, con la música en el aire, con los legajos encima de la mesa. Aún se oye el eco del cantar navideño de Los Chavales del 2013. ¡Bien! dijiste al final de la audición.Y muy bien asintió la feligresía que asistió a la misa navideña.
Manuel, te visité alguna vez desde Villafranca a tu sede de acuartelamiento donde ejercías como jefe en Piedrafita, ya era bien conocido tu buen sentido de equidad y respeto en toda la comarca del Valcárcel. En el 2001 te asentaste definitivamente en San Justo, tu querido pueblo, y desde entonces no has parado de ejercer desinteresadamente en la búsqueda y mantenimiento de las más arraigadas tradiciones que se siguen manteniendo desde varios siglos atrás: la Semana Santa abanderada por la cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno, el ancestral y peculiar Calvario y coadjutor, como tercer brazo de D. Ricardo y D. Julio, en los distintos actos religiosos. No te ha importado hacer de cicerone para mostrar el Retablo de la Iglesia de San Justo a quien te lo pidiera o hermanar la cofradía de San justo con las de Astorga.
Manolo, no se te echará de menos porque formarás parte de la memoria, de la memoria que tanto amaste de San Justo; los jóvenes te recordarán, los mayores te tendremos presente en cantidad de pasajes de nuestro querido pueblo. Desde aquí, pido la dedicación de una calle o plaza a este queridísimo personaje que tanto mimó la permanencia de nuestras ancestrales costumbres.
Que en gloria estés, Manolo.
