Respeto, mesura y educación

El alcalde de Astorga ha acertado con los calificativos empleados, pero hay que exigírselos a él, por lo que nos tiene abrumados desde que ocupa la poltrona municipal. "Respeto, mesura y educación", mucha educación, es lo que falta y se han registrado en los malos modos de las actuaciones municipales. En este caso él las emplea contra una institución, la 'Academia de Gastronomía Leonesa', que publicó una nota enfadada, porque se había sentido, con razón, maltratada por la actuación municipal.

Nadie, en su sano juicio, puede imaginarse al señor Nieto, sin derecho a gobernar, por el éxito que su partido ha alcanzado en las últimas elecciones, que le dan todo el derecho a gobernar. Ninguno a insultar, ni a faltar.

La historia de ahora se inicia cuando el alcalde y otras dos autoridades se presentan ante los medios, en lo que no es ni una rueda de prensa, sino un fotomatón de pura propaganda, que es lo único que producen, y maltratan e insultan a unos ciudadanos que no han hecho nada más que servir a la ciudad. Podían decirles: "Mirad, gracias por los servicios prestados, pero nosotros queremos otra cosa y lo que ustedes hacen no va en esa dirección". Esto es lo que se hace con respeto, con mesura y con educación. No lo que hicieron, que faltaron a la verdad, y el presidente de la Cámara, que la tiene sumida en la inanidad, se permitió insultar calificando lo realizado de elitista. 'La Torrija Elitista'. ¡Será Torrijo!

La duda empieza por saber si el presidente de la Cámara sabe lo que significa elitista, que es algo más propio del hacer y conducirse del PP y de las clases elitistas en las que se asienta, aunque hipócritamente, norma de la casa, se denominen populares. Acude a lo fácil que, Oh casualidad, es la misma forma con la que los calabaceros de Halloween quisieron abatir el Museo de la Casa Panero. Con la misma falta de mesura con la que se arrasan parques y jardines con podas no profesionales, que desmochan hasta los tejos. Que arrancan árboles plantados para colocar macetas o eleven las torrijas a elitistas o sostiene que los museos no aportan nada a la ciudad. Será porque ellos nos van a traer el mar y playas.

Señor Alcalde: Deje de portarse como un 'mal chacinero', que todo lo emplea para hacer chorizos, y evidencie que lo sabe hacer bien, como hace la cecina, y no entre en el todo vale. Arregle el patio de su casa municipal, corrigiendo y moderando, que a eso se llama gobernar, y ponga fin a sus peleas internas de cómo gastar los dineros, mientras se malgastan. Si usted sigue sometido a la imposición de la 'Banda de los Cuatro' de sus concejales, gobernará para una parte de los ciudadanos, pero no para Astorga.

En fin, Alcalde, antes de calificar a nadie, como a la Academia de Gastronomía Leonesa, al tiempo que se aprovechan de sus ideas, sea honesto. Suprimir el Certamen de las Torrijas, por la simple razón de que no le gusta, no vale. No la aplace, sacándola de la Semana Santa, donde tiene su sentido, para apoderarse de la idea y del esfuerzo de otros, mientras preparan la manera de que se beneficie alguno de los suyos, que parece ser la razón de estas actuaciones, pero mal hecho, al estilo de los pueblos.

Mientras entra en los buenos modos vale que usted vea como modelo a La Bañeza, de la que hay cosas que aprender y en el pasado se han aprendido, pero no la copie para imitarla en lo malo, porque va a hacer verdad que nos lleva a ser un pueblo, tal como respira y pretende. No lo haga, por favor. Gobierne, pero con Astorga, que no es suya, aunque en el desvarío de los sentidos se lo crea.