Nuevas decepciones

He leído la carta ‘Jabalí por trigal’, escrita por Elena Martínez Sanz y me lleva a esta reflexión. La cuestión que pLantea a la nueva Corporación Municipal de conducirse con malos modos está equivocada o tiene razón. En el primer caso se trataría de una opinión no acertada y es una opinión y nada más. En el segundo, que tenga razón en lo que dice y en su crÍtica descalificadora de la actuación de la misma Corporación, como se manifiesta entre sus votantes. Entonces se debe hacerla caso y la Corporación que reconozca su error, reflexione y cambie. Sería así una crítica constructiva, que a políticos de buena fe les debe servir para reconducirse.

No parece que sea esta su posición y, como la misma autora manifiesta, seguirán decepcionando. La pitada improvisada del pasado lunes va en esta línea. El consejero se encontró atrapado y sorprendido, mientras que el alcalde de Santiago Millas había prometido un encuentro de los manifestantes con él. O mintió el Consejero o mintió el alcalde. Más parece que este por la reacción del otro. O mintieron los dos.

Seguimos sin ir a ningún lado, por tanto, seguirán los engaños, malos modos y desencuentros.  Es decir, mal para todos. No es que lo diga yo, que no soy uno de sus votantes. Lo escribe públicamente en las redes uno de los más importantes empresarios locales, Pablo Barros de Arriba, que se confiesa votante del PP de toda la vida, pero que a pesar de su mayoría alcanzada en las elecciones “estos políticos no nos representan”.