Juan Martins
Domingo, 07 de Abril de 2024

La sonrisa de Gonçalo M. Tavares

Tavares, Gonçalo M.. (2015). O Torcicologologista, Excelência. Diálogos, Cidade.Alfragide-Portugal: Editorial Caminho.

 

[Img #68374]

 

 

Gonçalo M. Tavares, drama, narración y poesía en el instante de la escritura.

La escritura es una, sin género. No importa con cuál género se escribe. Escribe y ya. Sus palabras impulsan la escritura de sus sensaciones que se originan en esa idea orgánica del discurso hacia el pensamiento: el poema devenido en drama o, si prefieren, la prosa en drama. O Torcicologologista,Excelência (libro) muy particular en su estilo. La dramaturgia se define por el ritmo de la estructura:

[...]

 

O Número 3 diz que quer mudar de cidade.

O Número 4 morreu.

O Número 5 não morreu.

O Número 6 está a assobiar.

O Número 7 está sozinho.

O Número 8 está sozinho.

O Número 9 está a chorar.

O Número 10 está a comer.

O Número 11 está a defecar.

 

El componente dramático estará implícito por medio de lo que conocemos como narrativa. Quiere decir que podría funcionar como un relato y éste como ejercicio para su puesta en escena. Los géneros se disponen para ese lector. Así que leeríamos

un relato, también la frase se acerca al verso y con ello vuelve el asunto del poema. Drama y poema se reúnen en este texto que todavía se lee como ensayo por su carácter etimológico.

 

La filosofía toma lugar. Entonces como es estilo es también técnica porque Gonçalo M. Tavares logra introducir al lector sin prejuicio por el género. Todo está en esta pieza. Es para todo tipo de lector.

 

Queda acentuado la modalidad del drama porque notaremos en esas frases su independencia del ritmo teatral convencional. Podemos notarlo por el ritmo de esa escritura. Son muchos los ejemplos, además de la intensidad de los personajes. El lenguaje se dirige hacia la acción. El verbo duro que impulsa la vocalización teatral de los personajes dramáticos, ya que, debo decirlo, este ritmo se coloca en la frase-diálogo con la fuerza de la acción teatral. Y si por teatralidad estaríamos pensando en esa acción, se comprendería que todavía ha sido escrito para la representación escénica como clarificación de ese modelo de la escritura.

 

 

Los límites de esa teatralidad no se ciernen sobre una sola lectura, se expanden desde esa sintaxis con el propósito de ser representado como relato al mismo tiempo. De allí que esta novedad lo será por aquella mixtura de géneros, si por casualidad aquí podemos hablar de géneros. Su futuro director escénico hallará el modelo para escenificarlo y traducir su teatralidad. De modo que no es colocado en la convención del drama, sino que se exhibe para darle al texto su plena libertad. Y funciona. Él texto es género, puesto que el tono discursivo de la ‘prosa poética’ se impulsa libre por ese camino. De esta manera su autor quiere entregar al lector la libertad de hacer con el texto su representación. Sea como drama o prosa poética (hacia una noción diferente del poema).

 

Lo que agrada es ese ritmo del texto. Es aquel poema y drama también. El lector decidirá cual estilo interpretar. Y por estar abierta la obra, es una obra que se libera de cualquier ortodoxia. El lector se libera. Una vez liberado, es la escritura en sí quien conduce a éste. El texto ‘escribe’, por decirlo de alguna manera a ese lector. Él se hace cuerpo y sustancia en ese placer del texto. Sin que por ello se le exija con cuál género quedarse en el momento de la representación como indicaba más arriba. Parte de los personajes son señalados por números. Es decir son «cosas», las cuales se representan a sí mismas. En este orden de ideas, Tavares nos explica que sus personajes son máquinas instaladas por la forma en que son representadas mediante el lenguaje. ¿Otra vez la máquina de Duchamp o el vitral de su representación?

 

Si se quiere ver desde el punto de vista del lenguaje, entonces es signo para diagramar la esfera de lo real. Es decir aquella capa primera de lo real donde la realidad es virtud de dicho lenguaje.

 

El sujeto está cosificado y se muestra en ese espejo de la duda. La escritura se refleja como liberación:

 

– Está certo, portanto não

tenho opiniões. É cinco.

– Lá está.

– Confesso: diante de 2+3=5 fico sem

opiniões,eu que sou um senhor que tem

opiniões sobre tudo. Diante do 2+3=5 fico

calado como um parvo, como alguém que

apenas contempla e não interpreta, como

alguém que não tem valores, que não julga,

etc. […]

– É a minha utopia: que o alfabeto no futuro

se transforme numa coisa séria. Em números,

portanto.

– Meu caro, Vossa Excelência está no

século certo e na década certa, pareceme.

É que há já quem esteja a trabalhar

nisso. Uma Língua que seja escrita

em percentagens, eis a utopia que por

aí avança. Vossa Excelência está bem

acompanhada. […] (2015: 230-231).

 

Y mostrar la excepción de la regla, no la regla en sí misma tal como nos pedía Alfred Jarry.

Poética del drama y su espacio teatral. El ritmodel texto aún nos libera queramos leerlo como poema, drama o relato: contemporaneidad.

 

Revista Cárcava. Año IV, nº 16; abril-julio 2024

https://revistacarcava.wixsite.com/inicio

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