Cámara sin objetivo
![[Img #68684]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2024/937_1786_imagen-de-whatsapp-2024-05-06-a-las-164323_e9814a96.jpg)
Esa fue la sensación primera, al conocer la triste noticia, una cámara desprendida de su objetivo; que no recibirá más el ojo avizor de Eloy, que escudriñaba rostros, gestos y espacio a sabiendas de que la fotografía, una buena fotografía, extraída de decenas de impresiones, testimonia un acto, una personalidad, a un público. Preferiblemente en blanco y negro, con esa virtuosidad propia de quien busca “el momento decisivo”, como enseñara Bresson. Un archivo fotográfico, en suma, muy valioso, día tras día acumulado, sobre el acontecer de nuestra ciudad con sus gentes, de su cultura, de las imágenes plásticas de las diversas celebraciones. Echaré de menos su presencia en conferencias o disertaciones, a las que, algo ahora tan infrecuente en la información, asistía, fotografiaba y grababa, para después elaborar un interesante fotorreportaje. Ha dado cauce, en su diario, “Astorga Redacción”, con entrevistas o colaboraciones, a poetas, narradores, hombres y mujeres, que crean con la palabra, o les preocupa el cuidado de la naturaleza y los temas más candentes relativos a la igualdad y el avance social.
A su labor periodística, docente, a la poética, hay que sumar otra que considero de gran interés, cual ha sido el rescate de textos periodísticos, literarios, de familiares, de sus tíos Carro Celada; fundamentalmente, por ser sus publicaciones más antiguas, de Esteban, notario mayor del pasado y del presente que le tocó vivir, de Astorga y de su entorno. No seguiremos teniendo entre nosotros a un ser cercano, volcado en la cotidiana vida de la ciudad, a un pensador honesto, irreductible en sus principios, en escribir sin cortapisas sobre aquello que consideraba “manifiestamente mejorable”, ya fuese en el ámbito social, o en el político. También se nos ha ido un eslabón más en ese continuo devenir, que generación tras generación, se va engarzando desde lo que podemos llamar “grupo novecentista” hasta nuestros días. Todos ellos, en la historia, en la arqueología, en la industria, en la literatura, en la música, astorganos ilustres. Eloy, con su legado, es uno de ellos.
Esa fue la sensación primera, al conocer la triste noticia, una cámara desprendida de su objetivo; que no recibirá más el ojo avizor de Eloy, que escudriñaba rostros, gestos y espacio a sabiendas de que la fotografía, una buena fotografía, extraída de decenas de impresiones, testimonia un acto, una personalidad, a un público. Preferiblemente en blanco y negro, con esa virtuosidad propia de quien busca “el momento decisivo”, como enseñara Bresson. Un archivo fotográfico, en suma, muy valioso, día tras día acumulado, sobre el acontecer de nuestra ciudad con sus gentes, de su cultura, de las imágenes plásticas de las diversas celebraciones. Echaré de menos su presencia en conferencias o disertaciones, a las que, algo ahora tan infrecuente en la información, asistía, fotografiaba y grababa, para después elaborar un interesante fotorreportaje. Ha dado cauce, en su diario, “Astorga Redacción”, con entrevistas o colaboraciones, a poetas, narradores, hombres y mujeres, que crean con la palabra, o les preocupa el cuidado de la naturaleza y los temas más candentes relativos a la igualdad y el avance social.
A su labor periodística, docente, a la poética, hay que sumar otra que considero de gran interés, cual ha sido el rescate de textos periodísticos, literarios, de familiares, de sus tíos Carro Celada; fundamentalmente, por ser sus publicaciones más antiguas, de Esteban, notario mayor del pasado y del presente que le tocó vivir, de Astorga y de su entorno. No seguiremos teniendo entre nosotros a un ser cercano, volcado en la cotidiana vida de la ciudad, a un pensador honesto, irreductible en sus principios, en escribir sin cortapisas sobre aquello que consideraba “manifiestamente mejorable”, ya fuese en el ámbito social, o en el político. También se nos ha ido un eslabón más en ese continuo devenir, que generación tras generación, se va engarzando desde lo que podemos llamar “grupo novecentista” hasta nuestros días. Todos ellos, en la historia, en la arqueología, en la industria, en la literatura, en la música, astorganos ilustres. Eloy, con su legado, es uno de ellos.
