Otra respuesta al negro zumbón
![[Img #68698]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2024/7395_1264_imagen-de-whatsapp-2023-04-26-a-las-113810.jpg)
Hace unos días este medio digital, Astorga Redacción, publicaba el artículo Pseudoperiodismo con mochila, firmado por el Grupo Municipal del Partido Popular del Ayuntamiento de Astorga, que no tenía desperdicio, como ejemplo de cinismo elevado a la enésima potencia. Una primera observación es que el artículo aparecía publicado en este medio, dando pruebas de su pluralidad y transparencia, no en otros medios digitales de la ciudad. Tras una introducción sobre el mundo de la posverdad y la desinformación y los bulos y las fakenews, tan queridas de muchos medios de los dependientes del Partido Popular y muy especialmente del otro medio digital de la ciudad, como prensa partidista y subvencionada, se pasaba directamente al ataque Ad Hominem del editor de este digital astorgano, y se recreaba calificando de forma insultante, estilo últimamente tan Popular, su fisonomía. Bravatas tan absurdas de esta naturaleza solo se las permiten quienes no son profesionales, aunque se lo crean, y se disfracen de concejales escribidores.
Hablan de desorden psíquico de forma que se puede deducir que no saben muy bien lo que es, con lo que reiteran su falta de comprensión lectora, como los malos estudiantes, y aluden a lo que no está en este, sino en el otro medio digital de la ciudad y lo practica habitualmente. Enorme error de bulto y de apreciación, que descalifica la autoría de nuestros concejales.
A continuación, dan una lección de lo que ese medio no practica, sobre el periodismo independiente y el tratamiento de la información, que confunden con la propaganda, que lógicamente no saben lo que es, pues son políticos. Más adelante vuelven a las descalificaciones personales y a reincidir con más disparates sobre lo que ha sucedido en el periodismo mundial y el local.
Continúan reiterando una retahíla de improperios a quien consideran el editor de este medio, sin darse cuenta que se están refiriendo al otro, tal cómo actúa, escribiendo al dictado y por el sucio dinero, lo que es publicidad. De esto se libra Astorga Redacción, que con el no reparten los munícipes los caudales públicos que administran, y sigue siendo independiente.
Vuelven a insistir en las descalificaciones personales, bajo el lema goebbeliano de difama bien y no mires a quien, impropio de políticos de talla, lo que no son nuestros concejales, ni de talla municipal. Lo curioso del caso es que, ante su incapacidad para la escritura, se puede suponer que han acudido al negro del gallo que canta fuera del gallinero, o a otro negro, que lo que tiene es la cara tiznada de carbón ponferradino, que encima se ensaña con improperios a su colega.
Los concejales astorganos, como firmantes, vuelven a confundirse y se dirigen a este medio con mayúsculo desatino, pues asumen la autoría. Lo peor de la historia es que lo que firman y rubrican, sin rubor, es un libelo inadmisible, escrito en el estilo más bajo del nivel de los panfletos periodísticos. Con afirmaciones duras y acentuadas, que encima no son para este digital, tan equivocadas van, sino para el otro, enmascarado por algo más que por los tiznes de carbón del negro.
Muy ocupados no deben andar en sus tareas municipales, cuando pierden el tiempo en estas infamias, y se olvidan de ser ejemplares, como deberían. Insidias y perfidias, pagadas con el dinero de todos, donde la verdad brilla por su ausencia, e incurren en uno de los mayores ridículos, el del tiro que sale por la culata, confundiendo el culo con las témporas y el color marfil con el rojo. Dedíquense ellos a la gestión, que es lo que les corresponde, y no a la obstrucción, como venían haciendo cuando eran oposición. Salgan de la estrategia del fango y asuman que el poder puede y debe ser criticado. Eduquen al menos a su ego para estar en la vida pública y déjense de incurrir en el periodismo, que no es lo suyo.
Si quieren hacer crítica háganla con oficio, razonen y no den coces, que no es lo mismo. Dirijan los tiros a la diana y no a su adversario, que no es su enemigo. Si lo hacen, no debiéndolo hacer, no se confundan de negro y menos acudan a uno, más que daltónico ciego, que aprovecha la coyunda para intentar matar al mensajero, que es su competencia, y ustedes no pongan su nombre a semejante desastre, que están consiguiendo que sus votantes no les reconozcan y estén escandalizados.
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Hace unos días este medio digital, Astorga Redacción, publicaba el artículo Pseudoperiodismo con mochila, firmado por el Grupo Municipal del Partido Popular del Ayuntamiento de Astorga, que no tenía desperdicio, como ejemplo de cinismo elevado a la enésima potencia. Una primera observación es que el artículo aparecía publicado en este medio, dando pruebas de su pluralidad y transparencia, no en otros medios digitales de la ciudad. Tras una introducción sobre el mundo de la posverdad y la desinformación y los bulos y las fakenews, tan queridas de muchos medios de los dependientes del Partido Popular y muy especialmente del otro medio digital de la ciudad, como prensa partidista y subvencionada, se pasaba directamente al ataque Ad Hominem del editor de este digital astorgano, y se recreaba calificando de forma insultante, estilo últimamente tan Popular, su fisonomía. Bravatas tan absurdas de esta naturaleza solo se las permiten quienes no son profesionales, aunque se lo crean, y se disfracen de concejales escribidores.
Hablan de desorden psíquico de forma que se puede deducir que no saben muy bien lo que es, con lo que reiteran su falta de comprensión lectora, como los malos estudiantes, y aluden a lo que no está en este, sino en el otro medio digital de la ciudad y lo practica habitualmente. Enorme error de bulto y de apreciación, que descalifica la autoría de nuestros concejales.
A continuación, dan una lección de lo que ese medio no practica, sobre el periodismo independiente y el tratamiento de la información, que confunden con la propaganda, que lógicamente no saben lo que es, pues son políticos. Más adelante vuelven a las descalificaciones personales y a reincidir con más disparates sobre lo que ha sucedido en el periodismo mundial y el local.
Continúan reiterando una retahíla de improperios a quien consideran el editor de este medio, sin darse cuenta que se están refiriendo al otro, tal cómo actúa, escribiendo al dictado y por el sucio dinero, lo que es publicidad. De esto se libra Astorga Redacción, que con el no reparten los munícipes los caudales públicos que administran, y sigue siendo independiente.
Vuelven a insistir en las descalificaciones personales, bajo el lema goebbeliano de difama bien y no mires a quien, impropio de políticos de talla, lo que no son nuestros concejales, ni de talla municipal. Lo curioso del caso es que, ante su incapacidad para la escritura, se puede suponer que han acudido al negro del gallo que canta fuera del gallinero, o a otro negro, que lo que tiene es la cara tiznada de carbón ponferradino, que encima se ensaña con improperios a su colega.
Los concejales astorganos, como firmantes, vuelven a confundirse y se dirigen a este medio con mayúsculo desatino, pues asumen la autoría. Lo peor de la historia es que lo que firman y rubrican, sin rubor, es un libelo inadmisible, escrito en el estilo más bajo del nivel de los panfletos periodísticos. Con afirmaciones duras y acentuadas, que encima no son para este digital, tan equivocadas van, sino para el otro, enmascarado por algo más que por los tiznes de carbón del negro.
Muy ocupados no deben andar en sus tareas municipales, cuando pierden el tiempo en estas infamias, y se olvidan de ser ejemplares, como deberían. Insidias y perfidias, pagadas con el dinero de todos, donde la verdad brilla por su ausencia, e incurren en uno de los mayores ridículos, el del tiro que sale por la culata, confundiendo el culo con las témporas y el color marfil con el rojo. Dedíquense ellos a la gestión, que es lo que les corresponde, y no a la obstrucción, como venían haciendo cuando eran oposición. Salgan de la estrategia del fango y asuman que el poder puede y debe ser criticado. Eduquen al menos a su ego para estar en la vida pública y déjense de incurrir en el periodismo, que no es lo suyo.
Si quieren hacer crítica háganla con oficio, razonen y no den coces, que no es lo mismo. Dirijan los tiros a la diana y no a su adversario, que no es su enemigo. Si lo hacen, no debiéndolo hacer, no se confundan de negro y menos acudan a uno, más que daltónico ciego, que aprovecha la coyunda para intentar matar al mensajero, que es su competencia, y ustedes no pongan su nombre a semejante desastre, que están consiguiendo que sus votantes no les reconozcan y estén escandalizados.






