Los gigantes y cabezudos, memoria viva de la tradición de las fiestas, 'dan permiso' para disfrutar 'a tope' de Santa Marta 2024

Las fiestas de Santa Marta han comenzado en la tarde de este sábado a lo grande..., y nunca mejor dicho. Los gigantes y cabezudos han sido los encargados de pregonar que empiezan ocho días para disfrutar de los actos organizados por el Ayuntamiento de Astorga. Y lo hicieron después de que 25 pendones de las comarcas próximas a la ciudad hicieran acto de presencia en la Plaza Mayor para dar colorido al inicio de las ferias y fiestas.

Diego Varela ha sido el encargado de ofrecer el pregón en nombre de toda la 'familia' que forma la Asociación de Gigantes y Cabezudos. En su caso, lo da la familia es literal, ya que como destacó "esta tradición no solo forma parte de la historia de Astorga, sino también de la historia de mi famlia. Mi padre ya participó como otros muchos mozos repartiendo escobazos con los cabezudos, así como abuelo portando los gigantes de su época".

La tradición de los 'gigantones' ha pasado de generación en generación desde aquel lejano año 1900 cuando ya se daba cuenta de la presencia de los gigantes para inaugurar las fiestas. Diego Varela recordó algunos de los nombres de quienes contemplan desde las alturas las fiestas de Astorga: el ogro y la señorita Lili que desfilaron por primera vez en 1956; los maragatos Colasa y Juan Zacuda, los romanos Thaumastus y Lida, y los astures Sebius y Charriaya. Sin olvidar a quienes los portan o han portado: Rubén, Pepe, Pedro, Manolo, Mariano, Vicente, Paco, Agustín..., y a los cabezudos y sus 'malas pulgas' siempre dispuestos a dar escobazos a quien se le ponga por delante: el chino, el indio, los viejos, los diablos..., "todos ellos alegrando nuestras fiestas y marcando cada rincón de la ciudad con sus sonrisas, travesuras y escobazos", señaló el pregonero. Pero qué sería de los cabezudos sin los niños y niñas, que como resaltó Diego Varela, "es un verdadero placer ver cómo el compromiso de esos niños" de manera que aeguran que "la tradición continúe viva y fuerte".

Y después de dar las gracias a todos quienes en la ciudad se comprometen con esta tradición finalizaba el pregón indicando que "los gigantes y cabezudos son un símbolo de nuestra cultura, que nos recuerda la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones y de transmitirlas a las generaciones futuras con el respeto con el que nos las trasladaron a nosotros".