Max Alonso
Viernes, 04 de Octubre de 2024

Mi alma aragonesa VIII / Segundo Chomón y su tiempo

MI ALMA ARAGONESA 8

SEGUNDO CHOMÓN Y SU TIEMPO

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Los Jimeno, Coyne y Tramullas centraron su actividad en el seguimiento del espectáculo y nadie les puede quitar el título de pioneros y creadores de la primera industria cinematográfica española. Dedicados a la producción y la exhibición centraron su actividad prácticamente en el documental, sin apenas adentrarse en la experiencia narrativa, que siguieron los pioneros franceses, del Reino Unido y Estados Unidos, por lo que no alcanzaron el importante papel de sus coetáneos en estos países.

 

En Francia, Georges Méliés origina la dirección y la creatividad cinematográficas de lo que hoy se conoce como cine de creación, de ficción o fantasía. Cine propiamente dicho y prolongado en la televisión, con su área de programas, en la que está todo lo que no son informativos. Según el esquema trazado de TVE, que desde sus inicios separó claramente lo que eran estos y lo que eran programas, al principio con un mismo centro de producción, que luego incluso los separó en los edificios en los que se producían.

 

No siguieron esta separación las televisiones privadas cuando nacieron en el año 1990 y quizá sea esta la causa de su confusión entre programas e informativos, con los límites no diferenciados, a partir de la mezcla y confusión en su origen, que ha llevado y está llevando a la reducción del periodismo, que como tal pervivió hasta la llegada del siglo XXI.

 

Una excepción, frente a sus coetáneos aragoneses, fue el turolense Segundo Chomón, conocido como el Meliés aragonés, precursor de lo que se conoce como efectos especiales, que marcan el cine de las últimas décadas. En su actividad se produce la creación de trucos y artificios técnicos, que hicieron del turolense no solo un importante pionero sino un preclaro maestro. Usa técnicas que en las últimas décadas dominan al cine, con películas señeras de James Cámeron, (Abyss, Terminator, Avatar y Avatar, el camino del agua). Steven Spielberg, (Encuentros en la tercera fase, Parque Jurásico). George Lucas, (Star wars), los tres directores esenciales del último Hollywood.

 

Segundo Chomón, como pionero aragonés, se vio obligado a emprender un largo periplo por diferentes ciudades. En Barcelona montó un taller en el que creó sus propias producciones. Su filmografía se inicia con Choque de trenes, 1902, que emplea un montaje alternativo y las tomas de las maquetas se mezclan con imagen real, con un efecto parecido a lo que se hizo en la primera versión norteamericana de Los Diez Mandamientos, en los que se consiguió el efecto de suspense, con la separación de las aguas del Mar Rojo para dejar avanzar al pueblo judío en su huida de Egipto, con dos cubetas que derramaban el agua que se juntaba y luego la imagen se invierte en el montaje y se intercala la imagen real.

 

En el taller barcelonés llegó a hacer trabajos en exclusiva para los estudios Pathé, pero Chomón no se limitó a trabajar para producciones externas y creó sus producciones propias. Así nació Gulliver en el país de los gigantes, 1903, donde consigue mezclar en un mismo plano los gigantes y al protagonista. Eclipse de sol, 1905, donde ajusta la técnica de fotograma a fotograma, de la que nacerían los dibujos animados.

 

En 1906 se traslada a París para trabajar con Pathé y competir con Meliès. Con Pathé realiza Viaje al planeta Júpiter, 1907 y Nuevo viaje a la luna, 1908, que es una réplica a Viaje a la luna, 1907, realizada por Meliès. Realiza también La leyenda del fantasma, 1907 y La casa de los duendes, 1907 y La caja de cigarros, 1908, en la que consiguió que un mazo de puros habanos se convirtiera en un ramo de flores y este en un conjunto de bailarinas.

 

En Francia hizo más de 600 películas, claro está que con duraciones muy inferiores a las actuales habituales y menos a las de estos momentos, en los que parece que la moda penetra en la producción de películas de muy larga duración, por encima de las tres horas. Esas películas encierran múltiples trucos y técnicas para obtener efectos especiales, con nuevos recursos visuales, como cortinillas, fundidos, sobreimpresiones, transparencias y la incorporación de travellings, desplazando la cámara sobre un carrito para conseguir el desplazamiento del plano sin oscilaciones.

 

La unión de Meliès y Pathé obligó a Chomón a regresar a Barcelona a su taller para acometer una nueva etapa, en la que rueda películas históricas y argumentales sacadas de la tradición española. Viajó a Italia y allí trabajó en Cabiria, 1912, una de las primeras superproducciones, en la que actuó como director de trucos y efectos especiales de la que fue un claro exponente del género colosal o péplum y que marcó su influencia en proyectos colosalistas como El nacimiento de una nación, e Intolerancia, de Griffit. De esta etapa es también la producción propia de Chomón La guerra y el sueño de Momi, 1916, película de animación, realizada con muñecos y no con dibujos.

 

Con la llegada de los años 20 nace la nueva moda del drama y el melodrama en el cine, que pasará a ser el cine clásico, basado en la novela del siglo precedente y que, como esta, cuenta con una estructura argumental y una expresión propia.

 

Chomón realiza algunas películas más y colabora con Abel Gance en su Napoleòn, 1927. En 1929 muere en París en penuria económica, apartado de la pasión de su vida, el cine, en el que contaba ya con películas como El nacimiento de una nación ,1915, Intolerancia, 1916, El gabinete del doctor Caligari,1920 de Robert Wiene, Nanuk, 1922. de Flaherty. El primer cine de Charles Chaplin, de Sjöström, Lubisch, Dreyer, Murnau, Lang, Pabst, Eisestein y su Acorazado Potenkin, René Clair, Keates y el cine con Mary Pickford y Douglas Fairbanks, La Avaricia, 1924 de Stroheim, Los Diez Mandamientos, 1923 de De Mille, etc .etc.

 

La concepción del inicial cine aragonés resulta esencial en el cine español. Además de aquel ensayo, se abordó la producción de una serie en la década de los 80, por TVE en Aragón, de la mano de Antonio Barceló y, principalmente, de Alberto Sánchez Millán, crítico cinematográfico, escritor y, ocasionalmente cineasta, junto con su hermano Julio. Ambos habían sido promotores del Cineclub Saracosta y su amplio movimiento cultural, además de gastronómico. Realizaron una extensa serie narrando estas historias y aportando testimonios posibles, con sus obras y sus protagonistas, cuando era viable. La serie quedó interrumpida.

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