La Diócesis de Astorga atiende a más de 30.000 personas a través de sus proyectos de cooperación
La institución tuvo unos ingresos totales de 6.837.072,46 euros
![[Img #70328]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2024/7321_imagen-de-whatsapp-2024-11-05-a-las-155437_08bc6d00.jpg)
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Santiago 2:17). La Iglesia Diocesana celebra un año más su día. El próximo domingo 10 de noviembre, bajo el lema 'Una llamada que cambia vidas', pondrá el foco tanto en la devoción y la creencia como en la necesidad de actuar conforme al ideal católico. El obispo, Jesús Fernández, presidirá la misa de las 12:00h en la Catedral de Astorga, donde habrá una colecta especial que estará complementada, además, por las donaciones a través de la siguiente web: www.donoamiiglesia.es.
Como de costumbre, el prelado y el ecónomo de la Diócesis, Celestino Mielgo, han aprovechado la presentación de este acto para enseñar las cuentas de la institución, que arrojan un superávit de 93.099,05 euros, con unos ingresos totales de 6.837.072,46 euros y unos gastos de 6.743.973.41 euros. Mielgo detalló que un 57,80% de lo recaudado proviene de la 'Asignación tributaria', mientras que únicamente un 17,28% resulta de las aportaciones de los fieles. En cuanto a los gastos, un 41,16% se destina a la 'Conservación de edificios y gastos de funcionamiento', un 24,80% a las 'Acciones pastorales y asistenciales', y un 18,71% a la 'Retribución del clero', entre otros.
Una de las razones de ser de la Iglesia es su compromiso con la caridad y la ayuda social, y esta Diócesis ha brindado asistencia a 30.227 personas mediante 32 proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo, entre los que se destacan los realizados en Kilela Balanda (Congo), centrándose en la escolarización, asistencia sanitaria o proyectos de regadío, entre otros.
El ecónomo remarcó que el desglose económico tiene sentido en tanto que se conjuga con la finalidad evangélica, social y pastoral de la Diócesis, que se divide en seis pilares fundamentales: en primer término, se encuentra la actividad celebrativa, con 685 bautizos, 283 confirmaciones, 659 primeras comuniones y 142 matrimonios. Estas cifras, si bien son ligeramente superiores a las del año pasado, evidencian una vez más las dificultades que atraviesan la zonas rurales para subsistir y perdurar en el tiempo.
La Diócesis cuenta con 974 parroquias y 10 monasterios, a las que dan cobertura unos 120 sacerdotes (de los 185 totales) y 304 catequistas, teniendo que realizar un esfuerzo superlativo para conseguir que la ceremonia y el rito católico lleguen a todos los rincones de este territorio.
Otro de los puntos estructurales del trabajo diocesano es la educación, participando en 12 centros educativos a través de 433 maestros, 55 trabajadores auxiliares y 4.793 alumnos, lo que aseguran a la misión evangelizadora una continuidad en el medio plazo y permiten fijar población. Además, la Diócesis cuenta con una importante actividad misionera, siendo con 382 misioneros la tercera de España tras Burgos y Navarra, así como con un fuerte trabajo cultural del que derivan gran parte de los ingresos de la Conferencia Episcopal.
Fundación para la gestión del patrimonio diocesano
Asimismo, Mielgo adelantó que en los próximos meses se creará una fundación cuyo objetivo será realizar un plan de gestión, optimización y puesta en valor de todo el patrimonio diocesano, entretejiendo arte, fe y cultura, con el deseo de ser la herramienta que gestione la apertura de templos, museos diocesanos o parroquiales, de manera directa o a través de convenios de colaboración con otras instituciones, públicas y privadas.
Pretende ser una herramienta para la dinamización religiosa, económica, social y artística y también contribuir a la conservación y restauración de los monumentos y éstos se puedan transmitir a las futuras generaciones mejor que los hemos encontrado.
Arte, fe, cultura y dinamización social configurarán las líneas de actuación, y es que se quiere promocionar el rico patrimonio de arte sacro que posee la Diócesis, presentar el arte religioso, testimonio de la herencia cultural y religiosa, como elemento fundamental de la historia de nuestros pueblos y ciudades; colaborar al enriquecimiento cultural de nuestro territorio por medio de diversas actividades y conseguir que arte, te y cultura sean motor de revitalización religiosa, de creación de empleo, de dinamización del territorio y atractivo turístico para el asentamiento de población.
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Santiago 2:17). La Iglesia Diocesana celebra un año más su día. El próximo domingo 10 de noviembre, bajo el lema 'Una llamada que cambia vidas', pondrá el foco tanto en la devoción y la creencia como en la necesidad de actuar conforme al ideal católico. El obispo, Jesús Fernández, presidirá la misa de las 12:00h en la Catedral de Astorga, donde habrá una colecta especial que estará complementada, además, por las donaciones a través de la siguiente web: www.donoamiiglesia.es.
Como de costumbre, el prelado y el ecónomo de la Diócesis, Celestino Mielgo, han aprovechado la presentación de este acto para enseñar las cuentas de la institución, que arrojan un superávit de 93.099,05 euros, con unos ingresos totales de 6.837.072,46 euros y unos gastos de 6.743.973.41 euros. Mielgo detalló que un 57,80% de lo recaudado proviene de la 'Asignación tributaria', mientras que únicamente un 17,28% resulta de las aportaciones de los fieles. En cuanto a los gastos, un 41,16% se destina a la 'Conservación de edificios y gastos de funcionamiento', un 24,80% a las 'Acciones pastorales y asistenciales', y un 18,71% a la 'Retribución del clero', entre otros.
Una de las razones de ser de la Iglesia es su compromiso con la caridad y la ayuda social, y esta Diócesis ha brindado asistencia a 30.227 personas mediante 32 proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo, entre los que se destacan los realizados en Kilela Balanda (Congo), centrándose en la escolarización, asistencia sanitaria o proyectos de regadío, entre otros.
El ecónomo remarcó que el desglose económico tiene sentido en tanto que se conjuga con la finalidad evangélica, social y pastoral de la Diócesis, que se divide en seis pilares fundamentales: en primer término, se encuentra la actividad celebrativa, con 685 bautizos, 283 confirmaciones, 659 primeras comuniones y 142 matrimonios. Estas cifras, si bien son ligeramente superiores a las del año pasado, evidencian una vez más las dificultades que atraviesan la zonas rurales para subsistir y perdurar en el tiempo.
La Diócesis cuenta con 974 parroquias y 10 monasterios, a las que dan cobertura unos 120 sacerdotes (de los 185 totales) y 304 catequistas, teniendo que realizar un esfuerzo superlativo para conseguir que la ceremonia y el rito católico lleguen a todos los rincones de este territorio.
Otro de los puntos estructurales del trabajo diocesano es la educación, participando en 12 centros educativos a través de 433 maestros, 55 trabajadores auxiliares y 4.793 alumnos, lo que aseguran a la misión evangelizadora una continuidad en el medio plazo y permiten fijar población. Además, la Diócesis cuenta con una importante actividad misionera, siendo con 382 misioneros la tercera de España tras Burgos y Navarra, así como con un fuerte trabajo cultural del que derivan gran parte de los ingresos de la Conferencia Episcopal.
Fundación para la gestión del patrimonio diocesano
Asimismo, Mielgo adelantó que en los próximos meses se creará una fundación cuyo objetivo será realizar un plan de gestión, optimización y puesta en valor de todo el patrimonio diocesano, entretejiendo arte, fe y cultura, con el deseo de ser la herramienta que gestione la apertura de templos, museos diocesanos o parroquiales, de manera directa o a través de convenios de colaboración con otras instituciones, públicas y privadas.
Pretende ser una herramienta para la dinamización religiosa, económica, social y artística y también contribuir a la conservación y restauración de los monumentos y éstos se puedan transmitir a las futuras generaciones mejor que los hemos encontrado.
Arte, fe, cultura y dinamización social configurarán las líneas de actuación, y es que se quiere promocionar el rico patrimonio de arte sacro que posee la Diócesis, presentar el arte religioso, testimonio de la herencia cultural y religiosa, como elemento fundamental de la historia de nuestros pueblos y ciudades; colaborar al enriquecimiento cultural de nuestro territorio por medio de diversas actividades y conseguir que arte, te y cultura sean motor de revitalización religiosa, de creación de empleo, de dinamización del territorio y atractivo turístico para el asentamiento de población.