Astorga reclama en la plaza Mayor "un mundo libre de violencia contra las mujeres"
En el caso de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia, la encargada de leer el manifiesto fue la poeta y artista, Nuria Antón
![[Img #70516]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2024/9437_imagen-de-whatsapp-2024-11-25-a-las-201659_e7017c02.jpg)
Los vecinos de Astorga y alrededores se concentran en la plaza Mayor exigiendo un mundo en el que "todos somos titulares de Derechos Humanos y tenemos derecho a vivir violencia ni discriminación, pero todos, ya que mujeres y niñas siguen sufriendo el sexismo que considera a las mujeres como inferiores a los hombres y para su uso y disfrute".
Con el Ayuntamiento teñido de morado como telón de fondo para celebrar el 25N, que es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decenas de ciudadanos acudieron al centro de la bimilenaria en la tarde del pasado jueves, donde leyeron sus alegatos en pro de "un mundo libre de violencia machista".
En el caso de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia, que además fue la entidad organizadora, la encargada de leer el manifiesto fue la poeta y artista, Nuria Antón. También presentó su texto el Ateneo Cultural Utopía de La Bañeza.
Manifiesto 25N, por la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia de Astorga
Todas las personas somos titulares de derechos humanos y tenemos derecho a vivir sin violencia ni discriminación, pero en todo el mundo, mujeres y niñas siguen sufriendo el sexismo que considera a las mujeres como inferiores a los hombres y para su uso y disfrute.
La interiorización del sexismo provoca y disculpa la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas. Violencia que se ejerce en toda clase social, origen, cultura, edad o estado civil, y que golpea con especial dureza a las más vulnerables, en entornos de pobreza y precariedad, a migrantes, mujeres con discapacidad, y en situaciones de guerra, donde la violencia y la tortura sexual son empleadas sistemáticamente.
Para controlar y oprimir a las mujeres se unen la desigualdad y la violencia lo que constituye un crimen contra los derechos humanos. Los crímenes machistas son persistentes. En España, del 25 de noviembre de 2023 a 16 de noviembre de 2024, al menos 45 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas hombres y 84 es el número total de feminicidios, dentro y fuera de las parejas. 13 menores han sido asesinados por hombres para dañar a las mujeres, es la violencia vicaria. En España, el 57% de las mujeres han sufrido alguna forma de violencia por ser mujer, según el Instituto de la Mujer.
Veinte años después de aprobada la Ley contra la Violencia, la cifra de asesinatos sigue siendo intolerable. Las respuestas institucionales son ineficaces y no crean mecanismos de protección dirigidos a niñas y mujeres en situación precaria o con difícil acceso a información de los medios que pueden ayudarlas.
Demandamos la fiscalización y devolución de los fondos del Pacto de Estado Contra la Violencia que se han gastado de forma inadecuada, desviándose de los fines para los que fueron previstos: la lucha contra la violencia machista y la ayuda a las víctimas.
La violencia sexual es persistente en España, donde más de 2.800.000 mujeres han manifestado verse sometidas a prácticas sexuales no deseadas, siendo la mayor parte de los agresores de su entorno cercano. El sistema sanitario es un espacio privilegiado para la detección e intervención ante las distintas formas de violencia hacia las mujeres y el primer recurso al que estas acuden. Por ello es urgente la formación de profesionales del sector para que apliquen de manera efectiva los protocolos de detección de esa violencia.
El 10% de jóvenes de entre 15 y 29 años ha interiorizado ideas de sexo violento, odio y discriminación contra las mujeres por lo que ejercen y justifican su violencia.
Durante el año 2023, 665 adolescentes necesitaron medidas de protección. Las redes sociales facilitan el control de las jóvenes por parte de novios, amigos o contactos. A través de las redes y la Inteligencia Artificial se alimentan y reproducen los estereotipos de género y el sexismo más bárbaro, se niega y frivolizan la violencia y se anima o disculpa a los agresores sin que las administraciones pongan límites.
No hay duda de la correlación entre la pornografía y el aumento de la criminalidad sexual, incluidos los ciber-delitos sexuales la mayoría contra menores de edad. Las escasas denuncias y mínimas condenas penales en este tipo de delitos, así como los relacionados con la trata de personas con fines de explotación sexual, alientan la impunidad sin que esto alarme a las instituciones públicas que deben ponerles freno.
Denunciamos la actuación de la Justicia en sentencias que dejan impunes a los agresores sexuales incluso de niñas muy vulnerables, expuestas a la captación y explotación por redes criminales.
La pornografía y la prostitución convierten en normal la violencia sexual. Exigimos que España, país de tránsito y destino de la explotación sexual, apruebe la Ley Orgánica para la Abolición del Sistema Prostitucional, elaborada por la organización feminista PAP para protección y apoyo de las víctimas y sanción a los puteros y proxenetas.
Denunciamos la impunidad en la explotación reproductiva de mujeres por demandantes españoles. Por eso EXIGIMOS la derogación de la instrucción de 2010 de la Dirección General de los Registros y Notariado que permite el registro de bebes comprados en el extranjero no siendo legal el alquiler de mujeres para gestar.
Es urgente que se establezca la coeducación y una cultura del ocio que no fomente los estereotipos sexistas, que adjudican papeles de dominación y sumisión, desde la cuna.
El sexismo, también produce la violencia económica y laboral: la incorporación al mundo laboral en posición secundaria y la exposición al acoso sexual en el trabajo (28,4% de las mujeres entre 16 y 74 años) También una tasa de paro mayor en las mujeres y la discriminación en las pensiones, sumadas a la sobrecarga de cuidados que abocan a las mujeres a la precariedad y a la dependencia, incluso de sus agresores.
Los delitos de trata de mujeres para trabajos en pésimas condiciones laborales o explotación en los prostíbulos no se ven, pero los sufren muchas mujeres. Mujeres que en algunos casos han huido de sus países, perseguidas por ser mujeres.
Denunciamos la violencia contra las mujeres en cualquier rincón del mundo; contra las afganas e iraníes a quiénes leyes misóginas matan en vida. Hacemos nuestro su grito 'Mujer, Vida, Libertad'. Nos solidarizamos con la lucha de todas las que sufren bajo las imposiciones de los fundamentalismos y de cuantas están atrapadas en la violencia de los llamados "señores de la guerra" o de países en guerra. No nos olvidamos de las niñas y mujeres palestinas.
El gobierno tiene que tomar medidas contundentes para evitar la violencia. Denunciarla nos compete a toda la sociedad porque es la forma más eficiente y humana de avanzar.
¡Basta ya de sexismo!, ¡basta ya de machismo!, ¡basta ya de violencia!
![[Img #70515]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2024/223_imagen-de-whatsapp-2024-11-25-a-las-201700_b1bcc8f9.jpg)
Los vecinos de Astorga y alrededores se concentran en la plaza Mayor exigiendo un mundo en el que "todos somos titulares de Derechos Humanos y tenemos derecho a vivir violencia ni discriminación, pero todos, ya que mujeres y niñas siguen sufriendo el sexismo que considera a las mujeres como inferiores a los hombres y para su uso y disfrute".
Con el Ayuntamiento teñido de morado como telón de fondo para celebrar el 25N, que es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decenas de ciudadanos acudieron al centro de la bimilenaria en la tarde del pasado jueves, donde leyeron sus alegatos en pro de "un mundo libre de violencia machista".
En el caso de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia, que además fue la entidad organizadora, la encargada de leer el manifiesto fue la poeta y artista, Nuria Antón. También presentó su texto el Ateneo Cultural Utopía de La Bañeza.
Manifiesto 25N, por la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y contra la Violencia de Astorga
Todas las personas somos titulares de derechos humanos y tenemos derecho a vivir sin violencia ni discriminación, pero en todo el mundo, mujeres y niñas siguen sufriendo el sexismo que considera a las mujeres como inferiores a los hombres y para su uso y disfrute.
La interiorización del sexismo provoca y disculpa la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas. Violencia que se ejerce en toda clase social, origen, cultura, edad o estado civil, y que golpea con especial dureza a las más vulnerables, en entornos de pobreza y precariedad, a migrantes, mujeres con discapacidad, y en situaciones de guerra, donde la violencia y la tortura sexual son empleadas sistemáticamente.
Para controlar y oprimir a las mujeres se unen la desigualdad y la violencia lo que constituye un crimen contra los derechos humanos. Los crímenes machistas son persistentes. En España, del 25 de noviembre de 2023 a 16 de noviembre de 2024, al menos 45 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas hombres y 84 es el número total de feminicidios, dentro y fuera de las parejas. 13 menores han sido asesinados por hombres para dañar a las mujeres, es la violencia vicaria. En España, el 57% de las mujeres han sufrido alguna forma de violencia por ser mujer, según el Instituto de la Mujer.
Veinte años después de aprobada la Ley contra la Violencia, la cifra de asesinatos sigue siendo intolerable. Las respuestas institucionales son ineficaces y no crean mecanismos de protección dirigidos a niñas y mujeres en situación precaria o con difícil acceso a información de los medios que pueden ayudarlas.
Demandamos la fiscalización y devolución de los fondos del Pacto de Estado Contra la Violencia que se han gastado de forma inadecuada, desviándose de los fines para los que fueron previstos: la lucha contra la violencia machista y la ayuda a las víctimas.
La violencia sexual es persistente en España, donde más de 2.800.000 mujeres han manifestado verse sometidas a prácticas sexuales no deseadas, siendo la mayor parte de los agresores de su entorno cercano. El sistema sanitario es un espacio privilegiado para la detección e intervención ante las distintas formas de violencia hacia las mujeres y el primer recurso al que estas acuden. Por ello es urgente la formación de profesionales del sector para que apliquen de manera efectiva los protocolos de detección de esa violencia.
El 10% de jóvenes de entre 15 y 29 años ha interiorizado ideas de sexo violento, odio y discriminación contra las mujeres por lo que ejercen y justifican su violencia.
Durante el año 2023, 665 adolescentes necesitaron medidas de protección. Las redes sociales facilitan el control de las jóvenes por parte de novios, amigos o contactos. A través de las redes y la Inteligencia Artificial se alimentan y reproducen los estereotipos de género y el sexismo más bárbaro, se niega y frivolizan la violencia y se anima o disculpa a los agresores sin que las administraciones pongan límites.
No hay duda de la correlación entre la pornografía y el aumento de la criminalidad sexual, incluidos los ciber-delitos sexuales la mayoría contra menores de edad. Las escasas denuncias y mínimas condenas penales en este tipo de delitos, así como los relacionados con la trata de personas con fines de explotación sexual, alientan la impunidad sin que esto alarme a las instituciones públicas que deben ponerles freno.
Denunciamos la actuación de la Justicia en sentencias que dejan impunes a los agresores sexuales incluso de niñas muy vulnerables, expuestas a la captación y explotación por redes criminales.
La pornografía y la prostitución convierten en normal la violencia sexual. Exigimos que España, país de tránsito y destino de la explotación sexual, apruebe la Ley Orgánica para la Abolición del Sistema Prostitucional, elaborada por la organización feminista PAP para protección y apoyo de las víctimas y sanción a los puteros y proxenetas.
Denunciamos la impunidad en la explotación reproductiva de mujeres por demandantes españoles. Por eso EXIGIMOS la derogación de la instrucción de 2010 de la Dirección General de los Registros y Notariado que permite el registro de bebes comprados en el extranjero no siendo legal el alquiler de mujeres para gestar.
Es urgente que se establezca la coeducación y una cultura del ocio que no fomente los estereotipos sexistas, que adjudican papeles de dominación y sumisión, desde la cuna.
El sexismo, también produce la violencia económica y laboral: la incorporación al mundo laboral en posición secundaria y la exposición al acoso sexual en el trabajo (28,4% de las mujeres entre 16 y 74 años) También una tasa de paro mayor en las mujeres y la discriminación en las pensiones, sumadas a la sobrecarga de cuidados que abocan a las mujeres a la precariedad y a la dependencia, incluso de sus agresores.
Los delitos de trata de mujeres para trabajos en pésimas condiciones laborales o explotación en los prostíbulos no se ven, pero los sufren muchas mujeres. Mujeres que en algunos casos han huido de sus países, perseguidas por ser mujeres.
Denunciamos la violencia contra las mujeres en cualquier rincón del mundo; contra las afganas e iraníes a quiénes leyes misóginas matan en vida. Hacemos nuestro su grito 'Mujer, Vida, Libertad'. Nos solidarizamos con la lucha de todas las que sufren bajo las imposiciones de los fundamentalismos y de cuantas están atrapadas en la violencia de los llamados "señores de la guerra" o de países en guerra. No nos olvidamos de las niñas y mujeres palestinas.
El gobierno tiene que tomar medidas contundentes para evitar la violencia. Denunciarla nos compete a toda la sociedad porque es la forma más eficiente y humana de avanzar.
¡Basta ya de sexismo!, ¡basta ya de machismo!, ¡basta ya de violencia!