Manos Unidas Astorga pone en valor "la importancia del colectivo en un mundo individualista"
La delegación de la ONG de la Iglesia en nuestra ciudad ha presentado sus dos grandes proyectos para este 2025, con una inversión total de 116.787 euros y se desarrollarán en India y en Paraguay
![[Img #71089]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2025/9447_imagen-de-whatsapp-2025-02-07-a-las-172350_f83b22e2.jpg)
Cada uno que dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda la gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra (Corintios 9:7-8). Sobre esta premisa ha construido Manos Unidas Astorga su campaña contra el hambre, buscando 'Compartir en un mundo individualista', tal y como se puede leer en su lema de campaña.
Durante la mañana de este viernes, la delegación de la ONG de la Iglesia en Astorga ha presentado sus dos grandes proyectos para este 2025, con una inversión total de 116.787 euros y se desarrollarán en India y en Paraguay.
El primero de ellos tendrá un coste de 35.678 euros, y tratará de dotar de "una sanidad digna y educación" a seis aldeas de la región de Melghat, en el centro-oeste de India. Su duración será de 24 meses. El segundo, se centrará en mejorar las condiciones de vida y el asentamiento esn su territorio de dos comunidades indígenas paraguayas. Para ello, se invertirán 81.109 euros a lo largo de 12 meses, poniendo el foco en la seguridad alimentaria, en el acceso al agua y en la educación; este segundo proyecto pretende dar cobertura a 336 personas.
Para dar fuerza a sus propuestas, Manos Unidas Astorga ha contado con el testimonio de la misionera laica y miembro de los Servicios Centrales de la ONG, Mamen Lucas, y de Pilar Cobreros, misionera perteneciente a la congregación Siervas de María Ministras de los Enfermos con más de 30 años de servicio en Camerún. Ambas, han explicado la realidad a la que se enfrentan milones de personas "del sur del planeta", donde "hay problemas con la potabilización del agua, con las comunicaciones, con la sanidad y con el acceso a la educación, entre muchos otros; en definitiva, personas que viven en situaciones de pobreza extrema".
Lucas destacó que "733 millones de personas pasan hambre en el mundo a pesar de que se desperdician toneladas de comida de forma diaria. Desde Manos Unidas pensamos que compartir, en todos los sentidos, es clave para la mejora del planeta y de la sociedad, por eso en 2024 hemos realizado 550 proyectos en un total de 51 países". Es importante, recordó, "tener presente que Manos Unidas es española, y que es gracias a la solidaridad y la colaboración de la gente de nuestro país que estas propuestas pueden salir adelante".
Por su parte, Pilar Cobreros relató la "dura realidad" a la que se enfrentan la gran mayoría de los cameruneses. "La idea de la maternidad allí está profundamente arraigada, pero tienen el problema de que no existen centros sanitarios para atender las necesidades básicas de una madre y de sus hijos. Por eso, una de las labores capitales de nuestra misión es la de crear centros sanitarios con distintas especialidades que, al menos, atiendan las necesidades elementales de los ciudadanos".
Los primeros años de su estancia en el país africano se centraron en la atención de mujeres con SIDA, tratando de que "pudiesen ser autónomas en el sentido de que se sintiesen útiles, porque en aquellos momentos era un tabú; lo mismo sucede con las mujeres estériles, a las que la gran mayoría considera un cero a la izquierda".
En los últimos tiempos, gran parte de sus esfuerzos (sin olvidar la parte sanitaria) se han capitalizado en la creación de una planta fotovoltaica en el hospital de Notre Dame de la Sante Batsengla. El suministro eléctrico, que es clave en cualquier centro sanitario, ha podido extenderse a las viviendas de la zona, "e incluso hemos creado distintas escuelas para que los niños no se desplacen entre 5 y 10 kilómetros para ir a su colegio, como sucedía".
Cobreros concluyó su relato haciendo un alegato en pro de la comunidad y rechazando la idea individualista "que está presente en la sociedad europea. Allí se comparte todo de forma natural, está en su cultura. De hecho, tienen poca previsión económica, y les hemos tenido que enseñar a tener cierta proyección económica y no vivir el día a día".
Tras la charla, las dos misioneras han compartido parte de su mañana con el alumnado de los distintos centros escolares de Astorga. En el Teatro Diocesano, han charlado sobre la importancia del colectivo y han leído un manifiesto en el que se reflejó "la necesidad de compartir".
![[Img #71090]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2025/6207_imagen-de-whatsapp-2025-02-07-a-las-172351_c0fef36a.jpg)
Cada uno que dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda la gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra (Corintios 9:7-8). Sobre esta premisa ha construido Manos Unidas Astorga su campaña contra el hambre, buscando 'Compartir en un mundo individualista', tal y como se puede leer en su lema de campaña.
Durante la mañana de este viernes, la delegación de la ONG de la Iglesia en Astorga ha presentado sus dos grandes proyectos para este 2025, con una inversión total de 116.787 euros y se desarrollarán en India y en Paraguay.
El primero de ellos tendrá un coste de 35.678 euros, y tratará de dotar de "una sanidad digna y educación" a seis aldeas de la región de Melghat, en el centro-oeste de India. Su duración será de 24 meses. El segundo, se centrará en mejorar las condiciones de vida y el asentamiento esn su territorio de dos comunidades indígenas paraguayas. Para ello, se invertirán 81.109 euros a lo largo de 12 meses, poniendo el foco en la seguridad alimentaria, en el acceso al agua y en la educación; este segundo proyecto pretende dar cobertura a 336 personas.
Para dar fuerza a sus propuestas, Manos Unidas Astorga ha contado con el testimonio de la misionera laica y miembro de los Servicios Centrales de la ONG, Mamen Lucas, y de Pilar Cobreros, misionera perteneciente a la congregación Siervas de María Ministras de los Enfermos con más de 30 años de servicio en Camerún. Ambas, han explicado la realidad a la que se enfrentan milones de personas "del sur del planeta", donde "hay problemas con la potabilización del agua, con las comunicaciones, con la sanidad y con el acceso a la educación, entre muchos otros; en definitiva, personas que viven en situaciones de pobreza extrema".
Lucas destacó que "733 millones de personas pasan hambre en el mundo a pesar de que se desperdician toneladas de comida de forma diaria. Desde Manos Unidas pensamos que compartir, en todos los sentidos, es clave para la mejora del planeta y de la sociedad, por eso en 2024 hemos realizado 550 proyectos en un total de 51 países". Es importante, recordó, "tener presente que Manos Unidas es española, y que es gracias a la solidaridad y la colaboración de la gente de nuestro país que estas propuestas pueden salir adelante".
Por su parte, Pilar Cobreros relató la "dura realidad" a la que se enfrentan la gran mayoría de los cameruneses. "La idea de la maternidad allí está profundamente arraigada, pero tienen el problema de que no existen centros sanitarios para atender las necesidades básicas de una madre y de sus hijos. Por eso, una de las labores capitales de nuestra misión es la de crear centros sanitarios con distintas especialidades que, al menos, atiendan las necesidades elementales de los ciudadanos".
Los primeros años de su estancia en el país africano se centraron en la atención de mujeres con SIDA, tratando de que "pudiesen ser autónomas en el sentido de que se sintiesen útiles, porque en aquellos momentos era un tabú; lo mismo sucede con las mujeres estériles, a las que la gran mayoría considera un cero a la izquierda".
En los últimos tiempos, gran parte de sus esfuerzos (sin olvidar la parte sanitaria) se han capitalizado en la creación de una planta fotovoltaica en el hospital de Notre Dame de la Sante Batsengla. El suministro eléctrico, que es clave en cualquier centro sanitario, ha podido extenderse a las viviendas de la zona, "e incluso hemos creado distintas escuelas para que los niños no se desplacen entre 5 y 10 kilómetros para ir a su colegio, como sucedía".
Cobreros concluyó su relato haciendo un alegato en pro de la comunidad y rechazando la idea individualista "que está presente en la sociedad europea. Allí se comparte todo de forma natural, está en su cultura. De hecho, tienen poca previsión económica, y les hemos tenido que enseñar a tener cierta proyección económica y no vivir el día a día".
Tras la charla, las dos misioneras han compartido parte de su mañana con el alumnado de los distintos centros escolares de Astorga. En el Teatro Diocesano, han charlado sobre la importancia del colectivo y han leído un manifiesto en el que se reflejó "la necesidad de compartir".