100 años de Florentino Fernández en Sueros de Cepeda
![[Img #71117]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2025/166_imagen-de-whatsapp-2025-02-10-a-las-205625_0caf9f02-1.jpg)
El pasado 5 de febrero cumplió 100 años nuestro vecino Tino, de oficio labrador (hasta hace poco aún cultivaba su huerta, ahora solo cuida sus gallinas).
Es un orgullo tener un centenario como Tino en el pueblo, por lo que queremos rendirle el mejor de los homenajes y desearle que siga cumpliendo años.
En Tino destaca su interés por enterarse siempre de lo que ocurre en el pueblo: todos los días se da un paseo desde la calle donde vive hasta la plaza, para enterarse de si hay alguna nueva en el tablón de anuncios. Está bien informado, le gusta que todos colaboren y que los vecinos nos llevemos bien.
También es notable su gran memoria. Tino es la fuente de datos de nuestros antepasados; recuerda con todo detalle fechas, hechos, personas y su parentesco…
Tino es muy querido por todos sus convecinos, se interesa con cariño por familiares y amigos, y tiene un carácter afable que hace que siempre se le acerquen con estima y especial simpatía.
La Junta Vecinal de Sueros de Cepeda le rindió un homenaje el viernes 7 de febrero en el bar-merendero 'El Pisón', donde acudieron numerosos vecinos a felicitarlo y a mostrarle su afecto. Acompañaban a Tino su mujer, Belia, y su hijo, Tino, de nombre como su padre. Junto con el café y las pastas recibió una cesta con una selección de productos de miel regalo de Urzapa y el canto del «Cumpleaños feliz».
El domingo 9 se celebró el homenaje en su casa al que no faltaron su nuera Montse y su nieto Ignacio, y al cual se juntó un numeroso grupo de familiares y amigos cercanos. Las dos concejalas de Sueros, Marga Fernández y Begoña Fernández, le entregaron una placa conmemorativa y una cesta con dulces variados de La Mallorquina, obsequios del Ayuntamiento de Villamejil. Tino, muy emocionado, dio las gracias, y se dio paso a la fiesta, en la que se disfrutó de una tarta y de un brazo de gitano, regalos de la panadería Peláez de Quintanilla de Monte.
Quiero acabar este homenaje a Tino con las palabras sentidas y entrañables que figuraban en la tarta: «Felicidades, Tino, 100 años de humildad y cariño». Seguiremos disfrutando de tu compañía.
El pasado 5 de febrero cumplió 100 años nuestro vecino Tino, de oficio labrador (hasta hace poco aún cultivaba su huerta, ahora solo cuida sus gallinas).
Es un orgullo tener un centenario como Tino en el pueblo, por lo que queremos rendirle el mejor de los homenajes y desearle que siga cumpliendo años.
En Tino destaca su interés por enterarse siempre de lo que ocurre en el pueblo: todos los días se da un paseo desde la calle donde vive hasta la plaza, para enterarse de si hay alguna nueva en el tablón de anuncios. Está bien informado, le gusta que todos colaboren y que los vecinos nos llevemos bien.
También es notable su gran memoria. Tino es la fuente de datos de nuestros antepasados; recuerda con todo detalle fechas, hechos, personas y su parentesco…
Tino es muy querido por todos sus convecinos, se interesa con cariño por familiares y amigos, y tiene un carácter afable que hace que siempre se le acerquen con estima y especial simpatía.
La Junta Vecinal de Sueros de Cepeda le rindió un homenaje el viernes 7 de febrero en el bar-merendero 'El Pisón', donde acudieron numerosos vecinos a felicitarlo y a mostrarle su afecto. Acompañaban a Tino su mujer, Belia, y su hijo, Tino, de nombre como su padre. Junto con el café y las pastas recibió una cesta con una selección de productos de miel regalo de Urzapa y el canto del «Cumpleaños feliz».
El domingo 9 se celebró el homenaje en su casa al que no faltaron su nuera Montse y su nieto Ignacio, y al cual se juntó un numeroso grupo de familiares y amigos cercanos. Las dos concejalas de Sueros, Marga Fernández y Begoña Fernández, le entregaron una placa conmemorativa y una cesta con dulces variados de La Mallorquina, obsequios del Ayuntamiento de Villamejil. Tino, muy emocionado, dio las gracias, y se dio paso a la fiesta, en la que se disfrutó de una tarta y de un brazo de gitano, regalos de la panadería Peláez de Quintanilla de Monte.
Quiero acabar este homenaje a Tino con las palabras sentidas y entrañables que figuraban en la tarta: «Felicidades, Tino, 100 años de humildad y cariño». Seguiremos disfrutando de tu compañía.
