M.A. Reinares
Jueves, 23 de Enero de 2014

"Monté esto jugándomela un poco"

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A David García Pérez, de 22 años, la Asociación de Empresarios de Astorga y Comarca (Asemac) le ha otorgado el Premio a la Empresa Joven con Proyección de Futuro por embarcarse en una aventura que inició hace casi dos años. Quién le iba a decir a este joven emprendedor astorgano que un día, la clase empresarial de la ciudad bimilenaria le iba a reconocer su iniciativa. Pero así ha sido, quizá porque en la junta directiva de la asociación hay gente joven y con empuje que saben de todo el esfuerzo y trabajo que hay detrás de Artegarpe Tattoo.


Tal y como están la situación de difícil en estos momentos, entrar en un establecimiento y que salude un empresario con ilusión y confianza en el presente es una alegría. Y eso es lo que ocurre nada más traspasar la puerta de esta firma donde su propietario se dedica a hacer tatuajes. Empezó de la nada con 20 años y hoy "las cosas me van muy bien, desde el primer día que abrí la gente está respondiendo. De momento no he tenido que pedir dinero a mis padres para llegar a fin de mes. Voy librando", asegura orgulloso David García.


Este joven que tatúa, en algunos casos, pequeñas obras de arte sobre el cuerpo de sus clientes, es un autodidacta que le puso empeño y ganas, "aprendí viendo vídeos por Internet y enterándome en foros cómo funcionaba el tema en cuanto a técnicas e higiene y salud. A partir de ahí le empecé 'a coger mano' y a fastidiar a muchos amigos -dice con sentido del humor-, son favores que me han hecho, realmente aprendí con ellos". A los 15 años se compró las máquinas y comenzó a experimentar con él mismo y su hermana, "sin ánimo de dedicarme a esto pero al final, empecé a practicar y a practicar, la gente confiaba y llegó el momento de tomar la decisión, así que monté esto jugándomela un poco".


David García comenzó con unos 10.000 euros de inversión. Después de hacer muchas cuentas y convencer a sus padres de que iba a ser capaz de sacar su idea adelante, en abril de 2012 abrió las puertas de su negocio en la Calle Villafranca. Lo suyo, siempre lo tuvo claro, que era el dibujo y la expresión artística, se formó en la escuela de Toño García, "fue quien me enseñó a dibujar bien", subraya agradeciéndole las enseñanzas al maestro. A los 18 años finalizó un módulo de Serigrafía Artística, "que no tiene nada que ver con esto", aclara, y mientras tanto él seguía centrado en su pasión: hacer tatuajes a quien se prestaba a ello. 


Sacar adelante día a día el negocio, le supone a David jornadas de trabajo de más de 12 horas. Llega cada mañana a las 9 horas y hay días que cuando cierra la puerta para volver a casa son las 11 de la noche, "me meto las horas que haga falta porque tengo que adaptarme al horario de la gente y algunos salen de trabajar tarde". Con tesón y constancia ha logrado una clientela heterogénea, "tengo gente de entre 35 y 50 años que nunca se los había tatuado porque no se habían planteado salir a León o a Ponferrada para hacérselo. No pensé que iba a tener gente de esa edad, incluso más mayores. También tengo clientes más jóvenes, de Bembibre, de La Bañeza, Torre de Bierzo…". El emprendedor está convencido de que el éxito ha sido el boca a boca y que a los futbolistas y las modelos les haya dado por lucir en la piel símbolos del infinito, nombres y diseños sofisticados que representan sentimientos muy personales.


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El premio de Asemac lo recibe con agradecimiento, aunque cuando se lo comunicó el presidente, Isaac de la Fuente, "pensé que me estaba vacilando, porque parece mentira que una ciudad como Astorga le den un premio a una empresa de este tipo", afirma. El sábado, David García, asistirá a la cena de gala con las autoridades locales y provinciales, pero tome todo el mundo nota porque el premiado advierte que de ninguna manera "me pondré corbata".

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