El árbol y los saberes de buena vecindad confluyen en la fiesta centenaria de Priaranza de la Valduerna

La Fiesta del Árbol de Priaranza de la Valduerna volvió a demostrar, 101 años después de su creación, que los vecinos y vecinas de la pedanía de Luyego de Somoza no han perdido los saberes para hacer comunidad y vecindad. Más de 70 personas de Maragatería y otras comarcas leonesas celebraron la fiesta con la plantación de otros tantos árboles en el monte de la localidad, concretamente, en el paraje de 'Los arrotos'.

El sábado, niños y adultos llegaron a 'Los arrotos' con sus árboles para plantar con sus manos moreras, almendros, serbales, avellanos, manzanos silvestres... En una mañana de sol, las azadas y las palas convivieron con los pinceles y láminas de dibujo de las mujeres del grupo 'Dibujando por los pueblos', que no dudaron en participar con sus lápices de colores para inmortalizar la jornada festiva en la naturaleza.

Mientras los 'jardineros' iban plantando las hileras de árboles, en el pueblo, 'los tres tenores' de la cocina: Amable, Ángel y Toribio, preparaban unas patatas con costilla de las de categoría para agasajar a los participantes. La comida se completó con dulces elaborados por las mujeres de Priaranza. Todo un alarde de generosidad que fue servido en las mesas por Isabel, Erika, Olivia y Almudena.

La Fiesta del Árbol hunde sus raíces en 1924 por iniciativa del maestro nacional. La 'savia' de la fiesta era que el pueblo se uniera en torno a los árboles que plantaban en el lugar elegido en concejo y festejar juntos la vida cultivada y el respeto a la naturaleza. Desde entonces, como el Guadiana -apareciendo y desapareciendo-, ha llegado al siglo XXI con el vigor y las ganas que le ponen los y las jóvenes (y los menos jóvenes) del pueblo y de localidades vecinas.