Los días idos, los días por venir
“Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
una mañana serena.”
(Antonio Machado)
![[Img #71260]](https://astorgaredaccion.com/upload/images/02_2025/9865_imagen-de-whatsapp-2025-02-26-a-las-091409_6025ea99.jpg)
Anda, ven y acércate. Bésame, abrázame. Quiéreme. Haz que me sienta especial. Único. Haz que crea que me estabas esperando, que me esperas siempre, cada día. Ven, dame tu mano, paseemos, que hoy no quiero leer, ni ver una película, ni escuchar música. Solo quiero estar contigo. Arráncame de los sueños y devuélveme a la realidad. Al río de la vida. Tú vales más que todos los amores –buenos, increíbles, locos– que yo pueda encontrar en las páginas de los libros, en la pantalla del cine, en cualquier canción. Tú vales más que nada, que todo. Venga, hazlo, aunque no sea del todo verdad, aunque nunca lo haya sido. No importa. Yo haré como si lo fuera. Como si yo fuera lo más importante para ti. Lo mejor. Venga, no seas tonta, ven conmigo. Déjalo todo y ven conmigo. No mires atrás, déjalos. Déjalos, que tienen que volar, hacer su vida. Nosotros ya hemos hecho por ellos cuanto teníamos que hacer. No queramos hacer más, no sea que en lugar de causarles un bien les causemos un mal. Los perjudiquemos. Suéltales la mano y vamos. Vamos a donde tú quieras. Pero juntos, como al principio, cuando nos queríamos, nos amábamos. ¿No te acuerdas? Yo me acuerdo todos los días. Me acuerdo que… No puedo decírtelo, se me saltan las lágrimas, el corazón no puede más, me emociono. No puedo. Vamos, venga, que hoy sea solo para nosotros. Solo para ti y para mí. Date prisa, que el tiempo se nos echa encima, que ya no nos queda tanto. Vayamos, si te parece, a aquellos lugares primeros, ya casi olvidados, donde todo empezó, y hagamos como si todo fuera nuevo, por primera vez, sin estrenar, como si todo aún estuviera por hacer. Quiero que me vuelvas a decir lo que me dijiste aquella tarde. Con las mismas palabras. Con aquella voz tan suave y dulce que tenías. Tan cálida, tan envolvente. Que me mires como me miraste. Que me beses. Y prométeme… prométeme lo que sabes que tampoco hoy vas a poder cumplir. Miénteme. Quiero notar en mi mente el mismo desorden. El mismo caos de entonces. Quiero volver a turbarme. A no saber lo que me pasa. A sentir todo ese mareo que me provocaron tus palabras Tus besos, sobre todo. Tus besos. Confúndeme de nuevo. Quiero volver a vivir lo que ya he vivido. O sea, recordar. Recordar a tu lado. Contigo. Recordar cómo fuimos aquellos días ya idos. Cómo fuimos.
En Astorga, a 13 de febrero de 2025
Catalina Tamayo
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
una mañana serena.”
(Antonio Machado)
Anda, ven y acércate. Bésame, abrázame. Quiéreme. Haz que me sienta especial. Único. Haz que crea que me estabas esperando, que me esperas siempre, cada día. Ven, dame tu mano, paseemos, que hoy no quiero leer, ni ver una película, ni escuchar música. Solo quiero estar contigo. Arráncame de los sueños y devuélveme a la realidad. Al río de la vida. Tú vales más que todos los amores –buenos, increíbles, locos– que yo pueda encontrar en las páginas de los libros, en la pantalla del cine, en cualquier canción. Tú vales más que nada, que todo. Venga, hazlo, aunque no sea del todo verdad, aunque nunca lo haya sido. No importa. Yo haré como si lo fuera. Como si yo fuera lo más importante para ti. Lo mejor. Venga, no seas tonta, ven conmigo. Déjalo todo y ven conmigo. No mires atrás, déjalos. Déjalos, que tienen que volar, hacer su vida. Nosotros ya hemos hecho por ellos cuanto teníamos que hacer. No queramos hacer más, no sea que en lugar de causarles un bien les causemos un mal. Los perjudiquemos. Suéltales la mano y vamos. Vamos a donde tú quieras. Pero juntos, como al principio, cuando nos queríamos, nos amábamos. ¿No te acuerdas? Yo me acuerdo todos los días. Me acuerdo que… No puedo decírtelo, se me saltan las lágrimas, el corazón no puede más, me emociono. No puedo. Vamos, venga, que hoy sea solo para nosotros. Solo para ti y para mí. Date prisa, que el tiempo se nos echa encima, que ya no nos queda tanto. Vayamos, si te parece, a aquellos lugares primeros, ya casi olvidados, donde todo empezó, y hagamos como si todo fuera nuevo, por primera vez, sin estrenar, como si todo aún estuviera por hacer. Quiero que me vuelvas a decir lo que me dijiste aquella tarde. Con las mismas palabras. Con aquella voz tan suave y dulce que tenías. Tan cálida, tan envolvente. Que me mires como me miraste. Que me beses. Y prométeme… prométeme lo que sabes que tampoco hoy vas a poder cumplir. Miénteme. Quiero notar en mi mente el mismo desorden. El mismo caos de entonces. Quiero volver a turbarme. A no saber lo que me pasa. A sentir todo ese mareo que me provocaron tus palabras Tus besos, sobre todo. Tus besos. Confúndeme de nuevo. Quiero volver a vivir lo que ya he vivido. O sea, recordar. Recordar a tu lado. Contigo. Recordar cómo fuimos aquellos días ya idos. Cómo fuimos.
En Astorga, a 13 de febrero de 2025
Catalina Tamayo