Redacción
Sábado, 19 de Abril de 2025

Finaliza la III Feria de la Miel de Filiel con un rotundo éxito de visitantes y expositores

El periodista Magín Revillo fue el encargado de pregonar la feria con un discurso en el que no obvió los problemas del campo de tiro militar ni la despoblación

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La tercera edición de Miliel, la Feria de la Miel, que se celebra este fin de semana bajo la atenta mirada del Teleno, cierra sus puertas a última hora de la tarde de este sábado con un rotundo éxito de público. La Asociación Cultural Filiel siglo XXI se supera cada año en el mimo con que organiza la cita con el dulce de las abejas y se nota en la respuesta masiva de visitantes, de la veintena de expositores y la decena de artesanos que, con su presencia, declaran su apoyo absoluto a esta iniciativa.

 

La feria comenzaba este viernes con el pregón del 'todoterreno' y periodista Magín Revillo. En los primeros compases del evento, recordaba a la pregonera del año pasado, la poeta Paz Martínez, fallecida el pasado mes de enero, a quien dedicaba el pregón: "Dedicado a Paz Martínez, maragata y pregonera de la II Feria de la Miel en Filiel, capaz de sembrar flores con la palabra y dejarnos como ejemplo el trabajo de las abejas para no desfallecer en cualquiera que sea el compromiso". Y se sumaba a las palabras del pasado año de Paz Martínez cuando aseguraba que "la ruralidad es vida y está muy presente en el camino de la libertad y el progreso".

 

 

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En el pregón, ponía de relieve el trabajo de la asociación cultural de Filiel: "no es casualidad sino mucho tesón y muchas ganas de resistirse a morir en el intento", para que la feria llegue a su tercera edición, al tiempo que se declaraba "un enamorado de las gentes que hacen de Maragatería y del Teleno ese pórtico de la gloria que ya descubrieron y pregonaron nuestros antepasados. Y por ellos rompo una lanza, pido el aplauso y alzo mi voz para sumar pasiones y solidaridades en su esfuerzo por no morir en el intento".

 

En su discurso inaugural, Magín Revillo no esquivó el espinoso tema del campo de tiro militar de El Teleno. Se preguntaba el pregonero "cómo afectan esas prácticas militares a la flora y fauna local, cómo contaminan suelo y agua las municiones y los explosivos, a qué ruido y a qué restricciones se han acostumbrado sus diezmados pobladores. Qué hicieron nuestros padres y abuelos con aquellos dineros que cambiaron para siempre su vida y las de quienes les heredaron… Hoy nos invitan a un paseo irrepetible, rutas y sendas viejas -Patrimonio Inmaterial de la Humanidad- que serán nuevas, visita al ayer con nostalgia de lo que llegó a ser para no ser casi nada". Tampoco obivió la despoblación ni se olvidó de "quienes huyen de la gran ciudad", ni de la apicultura y la artesanía como "prácticas milenarias, capaces de remontarse a la mismísima creación".

 

La Feria de la Miel de Filiel concluye este viernes después de dos días de rutas a los colmenares y de actividades para los niños y niñas.

 

 

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(Reproducción íntegra del pregón de Magín Revillo)

 

L A S  C A S U A L ID A D E S  N O  E X I S T E N

 

“La dulzura no está en la flor, sino en el trabajo de la abeja” Kahlil Gibran.

“La palabra buena es como una abeja: tiene miel en la boca y aguijón en la cola” Proverbio ruso

Dedicado a Paz Martínez, maragata y pregonera de la II Feria de la Miel en Filiel, capaz de sembrar flores con la palabra y dejarnos como ejemplo el trabajo de las abejas para no desfallecer en cualquiera que sea el compromiso.

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Las casualidades no existen. Estar hoy en Filiel, inaugurar su III Feria de la Miel, disfrutar de las buenas compañías, de apicultores, amigos y familiares, maragatos y gentes de bien, no puede ser una casualidad. Haber llegado hasta aquí gracias a quienes saben que nada se regala, pongamos por ejemplo al Ayuntamiento de Lucillo o a la Asociación Cultural Filiel Siglo XXI, tampoco es casualidad sino mucho tesón y muchas ganas de resistirse a morir en el intento.

 

Hace unos meses, cuando la apicultora y entusiasta Raquel Dávila me insinuó la posibilidad de poner en MILIEL mi granito de miel, acabé de convencerme que las casualidades no existen. No soy ninguno de los 37.000 apicultores censados en España, ni tengo ninguna de esas 425.000 colmenas que tenemos en León y por supuesto no añado ni un gramo a las cerca de 27.500 toneladas que convierten a España en el mayor productor de miel de Europa, pero si soy un enamorado de las gentes que hacen de Maragatería y del Teleno ese pórtico de la gloria que ya descubrieron y pregonaron nuestros antepasados. Y por ellos rompo una lanza, pido el aplauso y alzo mi voz para sumar pasiones y solidaridades en su esfuerzo por no morir en el intento.

 

Estamos en Filiel, a las faldas de nuestra sagrada montaña, donde todavía hoy el oro, la miel y el trabajo artesano siguen dándose la mano. Si no fuera por el brezo, si no fuese por la sabiduría de las abejas, los colores, los sabores, la historia del ayer y del presente podrían confundirse en esta tierra que se desangra a falta de lo que hoy llamamos emprendedores, o porque las casualidades no existen, por falta de iniciativas públicas que hagan verdad lo que se cacarea en los despachos cuando se habla de diversidad y oportunidades. La ruralidad viste. Pero como nos decía Paz Martínez, hoy nos acompaña desde arriba después de abrir el año pasado esta feria, la ruralidad es vida y está muy presente en el camino de la libertad y el progreso.

 

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Bienvenidos a Filiel, bienvenidos a la III Feria de la Miel que se multiplica por dos en esta edición (20 apicultores, diez artesanos, gracias) y que hasta quisieron y acabaron copiándonos el año pasado en Astorga. Y saben, me alegro, algo tan maragato como saber alegrarse. Porque eso será, también, lo que nos ayude a seguir levantándonos. Resucitar -en este tiempo de pasión, porque no deja de ser viernes santo y acaba de correr San Juanín en la plaza mayor de mi Astorga- resucitar al unísono y pedir a gritos que las ideas se multipliquen sin perder nunca su origen, sus derechos de autor, sin que ello quiera decir exclusividades estúpidas.

 

La apicultura y la artesanía son prácticas milenarias, capaces de remontarse a la mismísima creación. Si nacimos del barro y si Eva comió y dio de comer la manzana, Adán seguro que aprendió pronto a endulzarse la vida y hasta curarse con la miel las penas del corazón. Las casualidades no existen, y de aquellos recolectores cazadores que buscaban su elixir en troncos y colmenas de paja, pasamos a griegos y romanos que -como antes los egipcios- domesticaron las producciones, comieron y cantaron las excelencias de néctares que incluso reservaron a diosas y dioses que desde el Olimpo repartían bendiciones sin dejar de endulzarnos la vida.

 

No es casualidad poder hablar en Filiel de Homero, de Virgilio, de Horacio, de Ovidio, hasta de Platón. Ellos fueron los primeros en convertir a la miel en símbolo de dulzura, de abundancia de vida. La miel como metáfora de felicidad y de placer, de amor y de belleza. Contraste de dualidades, dulce y amargo. Símbolo de prosperidad y abundancia. Literatura de excelencias, referencias obligadas del ayer, dando por sabido sus muchas cualidades curativas y culinarias.

 

El Arte, la Literatura, la Historia… es fácil caer en la autocontemplación y resguardados en estas carpas de ilusión -al abrigo de esta III Feria de la Miel en Filiel- olvidarnos de lo que tenemos que hacer cada uno de nosotros antes de levantar la voz. O después de levantarla que para eso los maragatos dicen que son de ley, que viven hacia adentro lo que son incapaces de hacer vivir hacia afuera, que saben muy bien dar las horas pero que se reservan dar los cuartos a no ser que esté en juego su vida, o la historia, que escribieron sus antepasados antes de llegar a donde estamos llegando.

 

NO ES CASUALIDAD, estar en Filiel y en la III Feria de la Miel a las faldas del Teleno. Estar aquí, dentro de un descomunal campo de tiro, que obliga a pensar en el futuro, en los jóvenes que emigran en busca de mejores condiciones, en la falta de servicios básicos, en la pérdida de tradiciones y conocimientos ancestrales, en la competitividad y vitalidad de las comunidades rurales… y más que nada y siempre, en vosotras mujeres Maragatas que no habéis dejado nunca de poneros el mundo y hasta la familia siempre por montera. Pero no descarguemos responsabilidades, no miremos hacia otro lado.

 

Cuando buscas emplazamientos en Maragatería para colmenas miras de reojo a las 6100 hectáreas que ocupa su campo de tiro y sin ser ningún entendido ni especialista solo haces que pensar en voz alta… Cómo afectan esas prácticas militares a la flora y fauna local, cómo contaminan suelo y agua las municiones y los explosivos, a que ruido y a que restricciones se han acostumbrado sus diezmados pobladores. Qué hicieron nuestros padres y abuelos con aquellos dineros que cambiaron para siempre su vida y las de quienes les heredaron… Hoy nos invitan a un paseo irrepetible, rutas y sendas viejas -Patrimonio Inmaterial de la Humanidad- que serán nuevas, visita al ayer con nostalgia de lo que llegó a ser para no ser casi nada.

 

La despoblación no es ninguna casualidad. Y la apicultura, como la artesanía, no va a ser por desgracia sus únicas soluciones. Tenemos que vivir y soportar un mundo al revés. Compartir preservación y diversidad, equilibrio de ecosistemas con otras muchas tareas de supervivencia. Turismo rural, si también turismo apícola, pero como se demuestra en estas ferias, solo de miel no vive el hombre y hasta en muchos casos, hasta las empresas apícolas leonesas no pueden ser - ni son- el único sustento de vida.

 

La historia de Raquel Dávila y su familia —amiga y residentes en Filiel- no es por eso ninguna casualidad. Cuando hay quienes con nombre y apellido se ponen a elegir, cuando toman decisiones importantes y no convencionales, cuando, huyen de la gran ciudad porque no les ofrece salidas frente a la posibilidad de , recuperar sus orígenes, cuando hacen todo y más por hacer sus sueños realidad, cuando pasa todo eso, las ferias de la miel, el Teleno y hasta Filiel siempre van a tener sentido, van a ser la mejor demostración que Maragatería, como la APICULTURA, la ARTESANÍA, nunca morirán y que antes, después y siempre, LAS CASUALIDADES NO EXISTEN. Que viva, y por muchos años, las FERIAS DE LA MIEL EN FILIEL y que disfruten de esta tercera edición. Felicidades y bienvenidos a MILIEL.

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