Redacción
Domingo, 02 de Marzo de 2014
Los 'entroydos' y los antruejos
El carnaval de Venecia considerado por Lord Byron como el más agradable que imaginarse pueda, es para ‘P. Daru’, un escape necesario que tenía la sociedad veneciana ante las desigualdades y las presiones excesivas de tipo gubernativo. Un carnaval, veneciano o no, muy apto para los tiempos que corren.
La denominación de ‘Entroydos’, palabra antigua documentada ya en un escrito leonés de 1229, conviene muy bien a las pervivencias de antiguos carnavales que bordean el Órbigo.
Santiago Alonso Garrote cuenta de Andiñuela: “En la alta Maragatería, los pastores de cada pueblo celebran la entrada de año reuniéndose en la plaza disfrazados con pellicas y subidos en zancos para aumentar su estatura. Cíñense las pellicas a la cintura con rosarios de cencerros y esquilas de rebaños. Cada pareja de pastores, llamados ‘campaneiros’ en el acto que se relata, úncese a un arado que guían otros compañeros disfrazados toscamente de ‘muyieres’, denominadas ‘xiejas’, y surcan la nieve al compás de un canto(…)”.
Dice también del carnaval maragato, don Julio Caro Baroja: “En Rabanal del Camino, salían… unas máscaras que arrojaban harina; otras en cambio arrojaban ceniza que llevaban en un saco, y una especial se tomaba el trabajo de recoger todas las hormigas que podía y las echaba en la hora del baile al suelo, para que subieran por las faldas de las mujeres y molestaran”.
Filandón celebrado en la tarde del viernes en Carrizo de la Ribera sobre las señas de identidad del antruejo de esta localidad.
En la actualidad, las pervivencias de ‘Entroydos’ o Antruejos, restos de mascaradas como las vascas o las suletinas, se concentran en la Ribera del Órbigo.
En Velilla de la Reina, ataviados como para una danza de paloteo, pero enmascarados y con cencerros por detrás de la cintura, con cresta de abanico multicolor de serpiente emplumada, como de vuelta de Tenochtitlan y con vara silbadora para abrirse paso, nos asustan , nos provocan, nos zurran los Guirrios.
El sábado se siembra la cernada al modo de la Alta Maragatería. Dos jóvenes travestidos de bueyes serán dirigidos por ‘la Abuela’; otro muchacho irá por delante sembrando la cernada. Corren y aran el pueblo entero. El resto de la juventud golpea los portones con un trenzado de mimbres, silban las varas de avellano, las bramaderas bufan y ahuyentan de perros la población hasta llegado el miércoles de ceniza.: “Allá va la cachiporra, hasta otro año por ahora”. Ni que abra ni que no abra, el vecino no se librará de improperios. Si abre será ‘encisnao’ y en caso contrario le lloverán los insultos.
La fiesta de Toros y Guirrios se celebra el domingo. Ciertos son los toros, con cuerna de vaca y un armazón ensabanado que oculta a uno de los quintos. La espina dorsal del toro viene surcada por una cinta floreada que termina en cola espantamoscas. La batalla sucede en el ruedo. Toros y Guirrios a la greña. El Guirrio como no queriendo secuestrará una moza y sujetándola por la cintura la pasará por encima de la cornamenta del astado. La Gomia, paquidérmica, con calavera de caballo se mueve temulenta y zafia, de cuando en cuando orea el firmamento como si fuera un ‘Deja vu’. El hombre del saco, el oso, un toro de fuego se columpián en el parque infantil ya llegada la noche.
En Llamas de la Rivera
Cerca de las seis del Domingo de Carnaval, los Guirrios, en número de treinta, engalanados del color de la pajarería, con cresta de meneíllo en doble piso, que se abanica al andar y abre y se cierra a cada salto, buscan la compañía de las ‘Madamas’, mozas estas, ataviadas con el traje tradicional de la ribera.
Los Guirrios persiguen a las mozas con sus enormes tenazas en un intento de sofaldarlas. Se escucha el dentelleo de las cigüeñas cercanas, de las tenazas pinzando el aire. También aquí quedan unas mozas columpiándose.
En Carrizo de la Ribera tres Toros y la gigantesca Gomia multípoda que brama estremecida, luchan contra una docena de Guirrios, son como los de Llamas a excepción del ‘Guirrio Plateado’. Rumfla la Gomia, la bestia abortada descansa en una acera.
Sobre un carro engalanado, tirado por una pareja de asnos, se menea desmembrada la Tarara, de movimientos desacompasados, movida con los pies por un joven tumbado en el suelo del carro, esta Tarasca es objeto de preguntas capciosas y canciones ‘de la rosa del pecado’. Braman en los oídos las zumbaderas. La respuesta es ¡Calla!
Órbigo abajo, en Alija del Infantado los perros andan de carnestolendas, huidos, solos en la casa. Tienen miedo de la gritería de los ‘Jurrus’ y de sus máscaras diabólicas, bien barbadas y rubiales, con los dientes fieros y afilados de los tiburones.
También aquí se entregan al toreo y a la persecución de las jovencitas con las tenazas. Gustan de ‘jurrar’ a la gente.
La bestia brama estremecida, en sus ojos queda la noche invernal. Para salir de este caos Doña Cuaresma ordena al ‘Birrio Mayor’,una especie tontuna de brujo, que contenga a los chalados ‘Jurrus’, que dejen de injuriar a los viandantes y no se ensañen con ciertas personas ni horroricen a las ‘mujeres pudibundas’ con sus obscenidades, quebrando usos y costumbres admitidos de todos.
La derrota de los ‘Jurrus’ se produce con la ayuda de una multitud de ‘birriosos‘ congéneres del ‘Birrio Mayor’. El ‘Gran Jurru’ vencido y condenado a la hoguera es la brasa que prende por la madrugada.
(*) Todas las fotografías pertenecen a la exposición del antruejo de Carrizo de la Ribera.
- Programa Llamas de la Ribera
Domingo de Antruejo, 2 de marzo
16.30h. Salida de los Guirrios y Antruejos por las calles de Llamas de la Ribera. 17h. Llegada a la plaza del pueblo y comienzo de la música y bailes. 18h. Entrega del Guirrio Honorifico 2014 a: Sr. Ramos Perera Molina Presidente de la Asociación Española de Antropología y Tradiciones Populares. 18.30h. Carnestolendas 2014 acompañadas de la degustación gratuita de dulces típicos de carnaval (orejas, flores y frisuelos) con chocolate caliente para todos los asistentes.
- Programa Velilla de la Reina
Domingo 2 de marzo
A partir de las 5 de la tarde:
El Antruejo en la calle: Cencerrada por el pueblo, con el acompañamiento de los dulzaineros Los Riberanos y el grupo de Bailadoras y Pandereteras de Velilla. Reunión de Antruejos en la plaza de la Veiga. Baile de jotas y danzas populares con dulzaineros. Exhibición de Toros y Guirrios. Rito del Arado. Lectura del Testamento del Burro. Baile con pandereta por el grupo de Bailadoras y Pandereteras de Velilla. Subasta de la Vara de Tocinos. Degustación de las típicas orejas, flores y fisuelos de Antruejo. Baile popular con el grupo Los Riberanos.
(*) BibliografíaJulio Caro Baroja. 'El Carnaval'Santiago Alonso Garrote. 'El dialecto vulgar leonés hablado en Maragatería y Tierra de Astorga'David Gustavo López. 'León Romero y Festivo'
El carnaval de Venecia considerado por Lord Byron como el más agradable que imaginarse pueda, es para ‘P. Daru’, un escape necesario que tenía la sociedad veneciana ante las desigualdades y las presiones excesivas de tipo gubernativo. Un carnaval, veneciano o no, muy apto para los tiempos que corren.
La denominación de ‘Entroydos’, palabra antigua documentada ya en un escrito leonés de 1229, conviene muy bien a las pervivencias de antiguos carnavales que bordean el Órbigo.
Santiago Alonso Garrote cuenta de Andiñuela: “En la alta Maragatería, los pastores de cada pueblo celebran la entrada de año reuniéndose en la plaza disfrazados con pellicas y subidos en zancos para aumentar su estatura. Cíñense las pellicas a la cintura con rosarios de cencerros y esquilas de rebaños. Cada pareja de pastores, llamados ‘campaneiros’ en el acto que se relata, úncese a un arado que guían otros compañeros disfrazados toscamente de ‘muyieres’, denominadas ‘xiejas’, y surcan la nieve al compás de un canto(…)”.
Dice también del carnaval maragato, don Julio Caro Baroja: “En Rabanal del Camino, salían… unas máscaras que arrojaban harina; otras en cambio arrojaban ceniza que llevaban en un saco, y una especial se tomaba el trabajo de recoger todas las hormigas que podía y las echaba en la hora del baile al suelo, para que subieran por las faldas de las mujeres y molestaran”.
![[Img #8026]](upload/img/periodico/img_8026.jpg)
Filandón celebrado en la tarde del viernes en Carrizo de la Ribera sobre las señas de identidad del antruejo de esta localidad.
En la actualidad, las pervivencias de ‘Entroydos’ o Antruejos, restos de mascaradas como las vascas o las suletinas, se concentran en la Ribera del Órbigo.
En Velilla de la Reina, ataviados como para una danza de paloteo, pero enmascarados y con cencerros por detrás de la cintura, con cresta de abanico multicolor de serpiente emplumada, como de vuelta de Tenochtitlan y con vara silbadora para abrirse paso, nos asustan , nos provocan, nos zurran los Guirrios.
El sábado se siembra la cernada al modo de la Alta Maragatería. Dos jóvenes travestidos de bueyes serán dirigidos por ‘la Abuela’; otro muchacho irá por delante sembrando la cernada. Corren y aran el pueblo entero. El resto de la juventud golpea los portones con un trenzado de mimbres, silban las varas de avellano, las bramaderas bufan y ahuyentan de perros la población hasta llegado el miércoles de ceniza.: “Allá va la cachiporra, hasta otro año por ahora”. Ni que abra ni que no abra, el vecino no se librará de improperios. Si abre será ‘encisnao’ y en caso contrario le lloverán los insultos.
![[Img #8025]](upload/img/periodico/img_8025.jpg)
La fiesta de Toros y Guirrios se celebra el domingo. Ciertos son los toros, con cuerna de vaca y un armazón ensabanado que oculta a uno de los quintos. La espina dorsal del toro viene surcada por una cinta floreada que termina en cola espantamoscas. La batalla sucede en el ruedo. Toros y Guirrios a la greña. El Guirrio como no queriendo secuestrará una moza y sujetándola por la cintura la pasará por encima de la cornamenta del astado. La Gomia, paquidérmica, con calavera de caballo se mueve temulenta y zafia, de cuando en cuando orea el firmamento como si fuera un ‘Deja vu’. El hombre del saco, el oso, un toro de fuego se columpián en el parque infantil ya llegada la noche.
En Llamas de la Rivera
Cerca de las seis del Domingo de Carnaval, los Guirrios, en número de treinta, engalanados del color de la pajarería, con cresta de meneíllo en doble piso, que se abanica al andar y abre y se cierra a cada salto, buscan la compañía de las ‘Madamas’, mozas estas, ataviadas con el traje tradicional de la ribera.
Los Guirrios persiguen a las mozas con sus enormes tenazas en un intento de sofaldarlas. Se escucha el dentelleo de las cigüeñas cercanas, de las tenazas pinzando el aire. También aquí quedan unas mozas columpiándose.
![[Img #8029]](upload/img/periodico/img_8029.jpg)
En Carrizo de la Ribera tres Toros y la gigantesca Gomia multípoda que brama estremecida, luchan contra una docena de Guirrios, son como los de Llamas a excepción del ‘Guirrio Plateado’. Rumfla la Gomia, la bestia abortada descansa en una acera.
Sobre un carro engalanado, tirado por una pareja de asnos, se menea desmembrada la Tarara, de movimientos desacompasados, movida con los pies por un joven tumbado en el suelo del carro, esta Tarasca es objeto de preguntas capciosas y canciones ‘de la rosa del pecado’. Braman en los oídos las zumbaderas. La respuesta es ¡Calla!
Órbigo abajo, en Alija del Infantado los perros andan de carnestolendas, huidos, solos en la casa. Tienen miedo de la gritería de los ‘Jurrus’ y de sus máscaras diabólicas, bien barbadas y rubiales, con los dientes fieros y afilados de los tiburones.
También aquí se entregan al toreo y a la persecución de las jovencitas con las tenazas. Gustan de ‘jurrar’ a la gente.
![[Img #8027]](upload/img/periodico/img_8027.jpg)
La bestia brama estremecida, en sus ojos queda la noche invernal. Para salir de este caos Doña Cuaresma ordena al ‘Birrio Mayor’,una especie tontuna de brujo, que contenga a los chalados ‘Jurrus’, que dejen de injuriar a los viandantes y no se ensañen con ciertas personas ni horroricen a las ‘mujeres pudibundas’ con sus obscenidades, quebrando usos y costumbres admitidos de todos.
La derrota de los ‘Jurrus’ se produce con la ayuda de una multitud de ‘birriosos‘ congéneres del ‘Birrio Mayor’. El ‘Gran Jurru’ vencido y condenado a la hoguera es la brasa que prende por la madrugada.
![[Img #8028]](upload/img/periodico/img_8028.jpg)
(*) Todas las fotografías pertenecen a la exposición del antruejo de Carrizo de la Ribera.
- Programa Llamas de la Ribera
Domingo de Antruejo, 2 de marzo
16.30h. Salida de los Guirrios y Antruejos por las calles de Llamas de la Ribera.
17h. Llegada a la plaza del pueblo y comienzo de la música y bailes.
18h. Entrega del Guirrio Honorifico 2014 a: Sr. Ramos Perera Molina Presidente de la Asociación Española de Antropología y Tradiciones Populares.
18.30h. Carnestolendas 2014 acompañadas de la degustación gratuita de dulces típicos de carnaval (orejas, flores y frisuelos) con chocolate caliente para todos los asistentes.
- Programa Velilla de la Reina
Domingo 2 de marzo
A partir de las 5 de la tarde:
El Antruejo en la calle: Cencerrada por el pueblo, con el acompañamiento de los dulzaineros Los Riberanos y el grupo de Bailadoras y Pandereteras de Velilla.
Reunión de Antruejos en la plaza de la Veiga.
Baile de jotas y danzas populares con dulzaineros.
Exhibición de Toros y Guirrios.
Rito del Arado.
Lectura del Testamento del Burro.
Baile con pandereta por el grupo de Bailadoras y Pandereteras de Velilla.
Subasta de la Vara de Tocinos.
Degustación de las típicas orejas, flores y fisuelos de Antruejo.
Baile popular con el grupo Los Riberanos.
(*) Bibliografía
Julio Caro Baroja. 'El Carnaval'
Santiago Alonso Garrote. 'El dialecto vulgar leonés hablado en Maragatería y Tierra de Astorga'
David Gustavo López. 'León Romero y Festivo'