Esteban Carro Celada
Domingo, 20 de Abril de 2014

Arriería Maragata: Empresa de Diligencias del Poniente de España (XIII)

Espionaje industrial. Litigios de los propietarios de los tiros. Indolencia en el cuidado de los carruajes. ¿Quién será la rubia de la casa ‘Extrany’ en León? Toribio Salvadores ha de exigir a Vicente Prieto que hipoteque sus bienes en beneficio de la Empresa. Recordatorio al director de correo de que después de un año, siguen sin cobrar el vuelo de la Reina.


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En Madrid nuevo reajuste del horario. Se abrirá la administración a las seis de la mañana, para cerrar a las diez y media de la noche.

El invierno introduce una sensible paralización. Es tiempo de hacer cuentas, de revisar portazgos, de quejarse del camino, de tratar de solucionar la testamentaría del administrador de León que trajo consecuencias para con diferentes personas. Así las cosas y corriendo el mes de enero, temían que José Villar no estuviese construyendo una góndola que le habían encargado. Por ello incitan a Plácido Francisco Quintana de Valladolid a que se presente en forma solapada en el taller, como que fuera a otra cosa. Luego de su espionaje habrá de dar cuenta  de  “si es cierto que existe una góndola nueva concluida o el estado en que se encuentra; así como ver de informarse si en los trabajos de que se ocupan los obreros hay preparativos para hacer más”.

El frío mes de enero continúa trayendo malos vientos con alguno de los tiros, como el de Sanz, que ha entrado en litigio. En Madrid tienen especial interés de que se traslade la causa judicial a la Corte: “así vería como en la Corte bailaba más ligero el señor Sanz”. “El zagal es tardo y pesado en los enganches”, así demostraban su impaciencia a Isidro Martín y Antonio Olmos, de Arévalo y de Villacastín.

El 27 de enero ya tenemos referencias de la reacción ante la construcción de las góndolas. Tratamos de saber el estado de las que circulaban, en el invierno: “Los carruajes vienen indecentes por no mandar que se laven sus cortinillas; el abandono en esta cosa tan pequeña demuestra su indolencia en el recorrido. Los coches de dos berlinas traen los juegos delanteros hundidos y esto podría remediarse. La góndola que usted me dijo que tenía casi acabada en Valladolid, me han asegurado que adolece del defecto de ser pesada y tener la caja mal corte. Debemos esperar construya mejores carruajes que los construidos por Montoya; pues aquellos lo fueron hace cuatro años y hoy los talleres de coches han hecho grandes progresos”.

El tiro de Betanzos-Montesalgueiro ha ido perdiendo todas sus irregularidades. Se ha colocado un tiro de fuerza, el mejor de la línea, de no ser por el zagal poco activo. Por otra parte se ha mejorado la carretera, antes llena de graba, ahora ya arreglada en los últimos días del mes de enero de 1853.

El dos de febrero hay una suspensión de servicio. Sabemos todos los incidentes por una carta que iban entregando a todos los zagales de la línea desde Madrid hasta León: “En el momento en que esta comunicación sea presentada a los zagales de Madrid a León por el delantero Ramón, estos, sin demora alguna, le entregarán el caballo de silla para seguir su marcha y después los zagales, pasarán de mulas sueltas a recibir el coche, que debe venir de León y que sus tiros debieron arrastrar igual que el coche cuya expedición se ha suspendido. Los zagales que sean tardos en el cumplimiento de esta orden y que su pesadez origine algún trastorno en el servicio serán responsables de él”.

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El 16 de febrero los coches estaban detenidos con muchos viajeros en Villafranca, por la imposibilidad de pasar el puerto de Piedrafita. Por estas fechas se escribe a La Coruña y a León, comunicándoles que un paquete de hilos ha debido de perderse. ¿Quién será la rubia de la casa ‘Extrany’ en León?: “¿le di el paquete a guardar mientras fui a Oviedo?”. En ‘Extrany había otras muchachas si bien solamente una era rubia, en este 18 de febrero. En este mismo día los viajeros se quejan de que los zagales sean lentos. Y así relata que habiéndose parado el carruaje en la venta de Adanero, después de hora y media el zagal Simón aún no había enganchado los caballos al servicio. El zagal era Quintín. Por otra parte este Agustín López coloca los tiros muy lejos de donde ordinariamente están acostumbrados a parar.

Un asunto sucio se interfiere en  este relato. Padre e hijo cubren dos administraciones de Empresa del Poniente. Miguel en Astorga y Vicente en Lugo. El caso es que Vicente no envía los papeles de la administración desde hace dos meses. Se teme que vaya a hacer alguna trapatiesta. Hay una carta dirigida a un astorgano, Toribio Salvadores, amigo de Santiago Franco Alonso, por la que se le incita a que se entere “si Vicente Crespo Cordero se halla en Santiago de Millas, cosa que su hijo, administrador en Astorga se lo podrá decir, procurando hacerlo con todo disimulo y con toda suspicacia. Si se hallase en dicho pueblo, pase usted a verlo y con razones fuertes, pero amistosas exija de él que hipoteque sus bienes y el tiro que tiene en casa, para responder de lo que debe a la Empresa del Poniente; si accede se lo lleva a Astorga y en casa de Pedro que haga la escritura con todos los requisitos que exigen las leyes, sin olvidar de la toma de razón en hipotecas. Si no accediese buenamente o no estuviese en su casa, por haber salido para Galicia, acudirá usted al juzgado y hará que se le embargue cuantas fincas tenga; nombrando depositario de confianza, y el tiro que debe tener en casa que lo bajen a Astorga, haciendo que el administrador Don Miguel Crespo, su hijo, sea el depositario, a quien encargará usted lo cuide y lo mantenga por cuenta de la empresa, hasta que liquidada su cuenta se sepa la cantidad que debe, que hoy calculo sobre treinta mil reales. Usted con toda energía desempeñará esta comisión para poner a cubierto los intereses de la empresa que represento, sin guardar consideración, si él no estuviese en el pueblo o no se aviniese a verificar la hipoteca para cuyo efecto le remito el poder correspondiente, avisándome todos los días de lo que ocurra, para mi gobierno”.

Con la misma fecha se autoriza a Ramón Chicharro de Madrid para que vaya a Lugo, con urgencia, y liquide las cuentas: “Si los coches no pasan el puerto, por causa del temporal, usted verá el modo de hacerlo sin detención, a caballo, en la forma que sea posible... Y en el momento de su llegada, le dirá a Vicente Crespo su situación de separación del destino”. El dependiente queda autorizado para que despache la correspondencia y supervise la expedición de billetes, así como la recepción de equipajes y encargos, para cualquiera de las dos direcciones.

Las instrucciones que recibe Villafranca, para estos días de temporal son curiosas y reveladoras de las costumbres viajeras. El tiro de Ruitelán  se ha empleado para el transporte de viajeros, por la montaña, en caravanas. Desagrada a la dirección que se haya cobrado dinero por ello, cuando el tiro está a disposición de ‘Poniente’. Los veinticinco días que lleva incomunicado el puerto ha cortado el paso de equipajes. “Mientras el puerto esté intransitable deberá esforzarse para que los viajeros lo pasen a caballo; para lo cual se personará en el puerto, a fin de poder disponer más fácilmente, con arreglo a las circunstancias”.

El dos de marzo del 53, Chicharro acaba de pasar hacia Lugo. Le entrega una nueva carta a Toribio Salvadores, en la que exponen que los bienes hipotecados, anteriormente sugeridos son pocos para responder de las deudas de Vicente. Y por eso la hipoteca se pretende afecte a las posesiones rusticas, radicadas en Santa Colomba, Andiñuela, Turienzo, Valdemanzanas y otros.

El teniente alcalde del distrito de la audiencia en Madrid desea cobrar al contratista de Poniente, la cantidad de mil quinientos reales. Alega que no podrá ser de momento, por las muchas deudas que tiene contraídas, alguna de ellas con la propia empresa, quien ha de cobrar, como es justo, antes.

El 15 de marzo ya han pasado los primeros carruajes. Se insta a Vilar a que concluya las góndolas, que deben ser ligeras y bien rematadas. El propio Santiago Franco le hace el favor de solicitar a la viuda de Bárcena el acero correspondiente para el taller de Vilar, en Valladolid.

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La regulación del tráfico normal, la revisión del pasado para proyectarse al porvenir, proporciona recordatorios importantes, como el que se hace al señor director de Correo, para que casi un año después se les efectúe el pago del viaje de la Reina. Ya anteriormente a esto se había dirigido al Secretario de Estado y del Despacho de la Gobernación una exposición, manifestándole que no podían hacer ninguna rebaja y que bastante habían aligerado la cuenta, anteriormente, por pensar el honor de la Reina viajando en su propia línea. En fin, se le exige que pague la cuenta completa. De no ser así y dentro de un corto número de días “no podré menos que acudir a los tribunales, para que se me satisfaga lo que justamente me corresponde, tanto más atendiendo a que en dicha cuenta no se ha cargado toda la cantidad que justamente correspondía, en razón al honor de que había disfrutado en hacer este servicio”.

Para la nueva campaña un espectro se cierne. Valentín Llamas, desde Villalón pregunta si no estarán preparando una nueva línea para Oviedo, cuando sabe que se están recomponiendo algunos coches de la antigua Navarra. La respuesta, luego de consultar a la Nueva Peninsular, es que por el momento no hay sombra de competencia.

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