El cabo Víctor y Caifás

Casi 160 niños y niñas de los colegios 'La Asunción' de Ponferrada y 'Ángel González Álvarez' de Astorga han tenido el gusto de conocer este viernes al cabo Víctor y al soldado raso Caifás, dos perros del Acuartelamiento Santocildes. Las exhibiciones de estos dos canes adiestrados hicieron las delicias de los alumnos que han visitado las instalaciones militares, dentro de las actividades que los últimos viernes de cada mes programa el cuartel en su afán por dar a conocer la vida militar a la sociedad.

Víctor es un pastor alemán que tiene bien merecido el rango de cabo. Gracias a sus habilidades, es una pieza importante en el acuartelamiento al dar apoyo a la Unidad de Seguridad de la USAC, con su excepcional olfato es capaz de detectar cualquier objeto sospechoso en los bajos de los coches que acceden al cuartel. Este viernes su función fue demostrar su vitalidad en la exhibición de su buena forma física y en el rastreo. Después de correr, saltar y superar la prueba de obstáculos, Víctor se despidió de los niños para dar paso al soldado raso Caifás, un mastín bonachón de un año que se dejó querer por los muchachos ofreciendo su pata para los saludos correspondientes.

La demostración canina es una de las cuatro actividades programadas que se completan con la presentación de la Unidad, mediante la proyección de un vídeo en el salón de actos; el acto homenaje a los que dieron su vida por España, y la plantación simbólica de 12 árboles dentro del acuartelamiento, como reflejo de la política de educación y conciencia medioambiental promovida desde el Ejército.

Entre actividad y actividad los niños disfrutaron conociendo la vida de campaña. Aprendieron cómo preparan la comida los militares, cuando salen al campo a realizar ejercicios, en una cocina móvil en la que les quedó muy claro que se puede hacer de todo, patatas fritas, cocer macarrones, todo, excepto asar un pollo, les explicó uno de los mandos. Armados, en esta ocasión de una gran paciencia, los guías se encargaron de explicar a los alumnos las sofisticadas herramientas que utilizan para localizar al enemigo mediante el Puesto de Mando SORAS 6-E, un sistema de rastreo a través del sonido. Pero donde disfrutaron sobre manera fue en el Obús 'Santa Bárbara': sentados en los puestos de control pudieron subir y bajar el brazo por donde salen disparados los proyectiles.  

El cuartel de Santocildes se convirtió en esta mañana soleada de viernes en un excepcional 'parque de atracciones', donde no se sabía quien estaba disfrutando más de las actividades, si los niños o los militares.